Resumen De La Cultera Azteca
Enviado por elvirita8 • 2 de Enero de 2014 • 2.667 Palabras (11 Páginas) • 304 Visitas
ARQUITECTURA AZTECA
La mejor manera de describir a la arquitectura azteca es como monumental. Su propósito era el de manifestar poder, y al mismo tiempo adherirse a fuertes creencias religiosas. Esto se hace evidente en el diseño de sus templos, adoratorios, palacios, y casas para las gentes del pueblo.
Detalle de la Pirámide de Quetzalcoatl en Teotihuacán
Los aztecas estaban bien organizados y contaban con una fuerte infraestructura y sistemas que movilizaban gentes y recursos materiales con el objetivo de construir grandes edificios que satisficieran las necesidades de sus pobladores. Tenochtitlán, la ciudad capital, simbolizaba el poder azteca. La arquitectura azteca, que era similar a la de otras culturas mesoamericanas, poseía un innato sentido del orden y de la simetría. Los diseños geométricos y las líneas extensas eran representaciones de dogmas religiosos y del poder del Estado. Además, los aztecas usaron bajorrelieves, muros, plazas y plataformas como medios con los cuales representar a sus dioses e ideales. Durante las distintas épocas del imperio, los aztecas agregaron nuevas técnicas y materiales a sus estructuras. Ejemplos de la monumentalidad y grandeza de los aztecas se hacen evidentes en el Templo Mayor, cuya plaza podía dar cabida a 8,000 personas, y en el mercado de Tlatelolco, que podía albergar a 20,000 personas en los días de mercado. La adaptación arquitectónica azteca y su ingenio pueden verse en Malinalco (véase la sección correspondiente más abajo), donde hay un templo que fue esculpido en la roca misma y que quedó integrado a una montaña.
La capital del Imperio azteca era Tenochtitlan, ahora el emplazamiento del México, D. F. de hoy en día. Construida sobre una serie de islotes en el lago de Texcoco, el planeamiento urbanístico estaba basado en un trazado simétrico que dividía la ciudad en cuatro sectores calpullis. La ciudad estaba comunicada mediante canales que eran útiles para el transporte.
Tenochtitlan fue construida según un plan fijo y centrada en el recinto ritual, donde el Templo Mayor se elevaba 50 m sobre la ciudad. Las casas estaban hechas de madera y marga, los tejados estaban hechos de cañas,1 aunque las pirámides, los templos y los palacios estaban generalmente hechos de piedra.
Alrededor de la isla, se usaron lechos de chinampa para cultivar alimentos así como, con el tiempo, aumentar el tamaño de la isla. Las chinampas, llamadas erróneamente «jardines flotantes», eran largos y elevados lechos de plantas puestos sobre los fondos poco profundos del lago. Fueron un sistema agrícola muy eficiente y podían proporcionar hasta siete cosechas por año. En base al rendimiento de los chinampa actuales, se ha estimado que 1 hectárea de chinampa alimentaría a 20 individuos y 9000 hectáreas de chinampas podrían alimentar a 180 000.2
El antropólogo Eduardo Noguera estima la población en 200 000 basándose en el recuento de casas y combinando la población de Tlatelolco (una vez una ciudad independiente, pero que más tarde se convirtió en un barrio de Tenochtitlan). Si uno incluye a los islotes circundantes y las orillas alrededor del lago Texcoco, las estimaciones oscilan de 300 000 a 700 000 habitante
Construcción general de templos piramidales
Los templos piramidales fueron construidos para facilitar la religión azteca y la visión
del mundo. Construir templos piramidales era uno de los deberes arquitectónicos
más importantes para los aztecas, debido a la importancia religiosa que éstos
revestían. Se trataba de obras públicas patrocinadas por el gobierno y pensadas
para crear un sentimiento de piedad religiosa y de poder imperial. Se creía que
representaban a las montañas, que eran la fuente del agua y la fertilidad, y hogar de
los espíritus de los antepasados aztecas. Los templos piramidales, como las
montañas, también simbolizaban el concepto de altepetl, que quiere decir el corazón
de la ciudad repleto de aguas fertilizadoras. También funcionaban como importantes
santuarios en los que se celebraban rituales, y a veces en ellos se enterraba a
personas importantes. Lo que es más, representaban al orden celestial donde el
cosmos estaba dividido en 13 secciones, cada una de ellas asociada con un
fenómeno sobrehumano diferente. Por esa razón, según Van Zantwijk, muchas de
las pirámides que siguieron el anteproyecto del Templo Mayor consistieron en cuatro
plataformas construidas en forma escalonada una sobre la otra, relacionadas con las
cuatro direcciones cardinales. Las tres plataformas inferiores multiplicadas por los
cuatro lados, constaban de 12 secciones (3 x 4); la 13ª sección era la pequeña
plataforma superior donde se erigían los templos duales de Huitzilopochtli y Tlaloc
[véase la Figura 70].
La mayoría de los templos piramidales seguían un patrón general que constaba de
una plataforma, una doble escalinata larga, amplia y empinada que se elevaba en el
centro, con balaustradas a los lados de los escalones. Se usaban bloques de piedra
esculpida y calaveras para decorar la plataforma y el extremo de las balaustradas.
Construidos teniendo en mente la cosmología, los templos piramidales siempre
miraban hacia el oeste y estaban cardinalmente situados en el lado este del extremo
del centro/plaza de la ciudad. La doble escalinata también miraba hacia el oeste,
lugar por donde el sol descendía al inframundo.
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Las partes superiores de las pirámides contaban con pequeñas mesetas sobre las
que se construía un templo o la piedra de sacrificios de un templo. Había un cuarto
posterior contiguo que albergaba al ídolo al cual estaba dedicado el templo, así
como una antecámara para un sacerdote. La mayoría de los muros interiores de los
templos estaban ornamentados con esculturas o pinturas. A los templos también se
les decoraba con bloques de piedra tallados en forma geométrica. Los aztecas
tempranos construyeron pirámides en un estilo similar al de los anteriores pueblos
mesoamericanos del Clásico y del Posclásico. Sin embargo, es importante destacar
que existían ciertas diferencias. Algunos de los rasgos más comunes que están
presentes en los templos piramidales aztecas son: 13 escalones a lo largo de la
escalinata, escaleras con dos balaustradas cuya inclinación cambia en la cima hasta
quedar casi vertical, y representaciones de un águila que es el nahual (disfraz o
forma) de Huitzilopochtli-Tonatiuh. Estos elementos pueden verse
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