Revolución Económica

El hombre siempre ha enfrentado el problema de la supervivencia, no como individuo, sino como dentro de un grupo social y su existencia es la prueba de que lo ha sabido resolver. Las soluciones que el hombre le ha dado no son muy contundentes, ya que en todo momento existen necesidades. Con el afán de tener una vida sin problemas, el hombre ha domesticado a los animales, descubrió la siembra de semillas, ha transformado los minerales y esto se debe  que el hombre trabaja colectivamente, y a su vez, este es un hecho que vuelve más difícil la supervivencia del hombre, porque en muchas ocasiones depende de sus semejantes.

La sociedad primitiva afronta el hambre todos los días y esto obliga a la sociedad a realizar sus tareas colectivamente, muy distinto a una sociedad avanzada, en la cual falta la presión del medio ambiente. En una sociedad en donde la mitad o más de la población no ayuda con las labores, es muy difícil que puedan sobrevivir fácilmente, la sociedad depende de los trabajadores que buscan solventar todos los problemas y basta con que deje de realizarse una tarea para que la vida social quede desorganizada. El peligro de la comunidad social es que en cualquier momento puede terminarse por lo que puedan hacer los hombres mismos dentro de su sociedad.

“A lo largo de los siglos, solo tres maneras ha encontrado el hombre de precaverse contra semejante calamidad. Ha asegurado su propia perpetuación organizando su sociedad en torno a la tradición, transmitiéndose de generación en generación, de acuerdo con la costumbre y el uso, los distintos oficios y actividades necesarias: el hijo aprende del padre y transmite a su vez, conservándose de ese modo un conjunto de conocimientos y normas.”

Mientras el hombre resolvía el problema de la supervivencia a través de la tradición, los problemas económicos no dieron lugar a la Economía. Aunque a través de la historia las sociedades  han seguido distintos sistemas para organizar la economía, mientras se rigieron por la tradición o por un mandato no necesitaron de economistas, necesitaron de estadistas, filósofos, historiadores, sociólogos, etc. Existió el sistema de mercado, el cual consistía en que cada individuo aseguraba su supervivencia haciendo lo que creyera conveniente, con la condición de regirse a una regla central. Este sistema dio lugar a que surgieran economistas. Hace algunos siglos se empezó a desconfiar del sistema de mercado.

En Francia, en el año 1305, se anotaban las transacciones en libros comerciales, los cálculos se hacían en números romanos y solían equivocarse en las sumas, no se conocía completamente el uso del cero. En Alemania, en el año 1550, cada comunidad tiene su moneda propia, autoridad y un orden social. Boston, en el año 1644, existían principios comerciales que no se podían violar: “I.- Que una persona pueda vender todo lo más caro que le sea posible, y comprar lo más barato que tenga ocasión; ll.- Que un hombre que ha perdido géneros en un accidente marítimo, etc., pueda elevar el precio de los que aún le quedan; lll Que pueda vender teniendo en cuenta el precio a que compró, aun cuando hubiera pagado mucho más de lo que valían los artículos.”

En Inglaterra, existía un reglamento para los mercaderes: “no deberán emplear un lenguaje indecoroso, no se suscitarán riñas entre los asociados, no se jugará a los naipes, estará prohibido tener perros de caza. Ninguno de los mercaderes llevará por las calles bultos desagradables a la vista”.

En Francia, existía un reglamento para los tejidos: “los tejidos de Dijon y de Selangey deberán tener 1.408 hilos, incluyendo los orillas, ni uno más ni uno menos. En Auxerre, Avalon y otras dos ciudades manufactureras, el número de hilos será de 1.376; en Cotillon, 1.216. Cualquier pieza de tejido defectuosa será expuesta en la picota. Si las piezas de una fábrica son encontradas defectuosas tres veces, será el propio mercader quien subirá a la picota.”

Estos fragmentos del pasado tienen cosas en común, no han hechado raíces, no se han separado lo económico y lo social, los sistemas sencillos se ven envueltos en la vida política, social y religiosa. Diferentes a la vida moderna en donde estos mundos están separados.

La idea de la ganancia es moderna, no es universal como pensamos. La riqueza siempre ha existido. A parte de los reyes, los capitalistas primitivos no eran las columnas de la sociedad, sino los desarraigados y los parias. Los reyes necesitaban un tesoro y lo conseguían a través de la guerra; la nobleza quería sus tierras y no las vendía, la consecuencia eran las guerras de conquista.

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