Revolucion Industrial En Inglaterra

La Revolución Industrial en Inglaterra

Introducción

La expresión o termino Revolución Industrial fue difundida para designar al conjunto de transformaciones técnicas y económicas que caracterizaban a la sustitución de la energía física por la energía mecánica de la maquinas, el cambio a la producción manufacturera por la fabril en el proceso de producción capitalista.

Entre 1780 y 1790 en algunas regiones de Inglaterra comenzó a registrarse un aceleramiento del crecimiento económico, ya que una previa revolución agraria que se caracterizó por un descenso en los precios de los alimentos, lo cual hizo que se gastase más y que a su vez fomentó la creación de nuevas industrias para abastecer la creciente demanda, y el crecimiento de la actividad comercial, lo cual en consecuencia incrementó la prosperidad y trajo, pues, consigo enormes cambios sociales y políticos, ya que Inglaterra era un gran imperio colonial, que compraba barato y vendía caro.

Dado todo este contexto, Inglaterra se encontraba en situaciones que mostraban que la capacidad productiva superaba límites y obstáculos, y parecía capaz de una ilimitada multiplicación de hombres, bienes y servicios; es decir esto implicaba cambios cualitativos donde las transformaciones se producían en y a través de una economía capitalista.

Consideremos el capitalismo como un sistema de producción pero también de relaciones sociales, donde la principal característica es el trabajo proletario, es decir, de quienes venden su fuerza de trabajo a cambio de un salario; además existe una separación entre los productores directos, la fuerza de trabajo, y la concentración de los medios de producción en manos de otra clase social, la burguesía.

Desarrollo explicativo de los orígenes de la Revolución Industrial en Inglaterra

En Inglaterra a partir del desarrollo de una agricultura comercial la economía agraria se encontraba profundamente transformada, ya que los terratenientes con mentalidad mercantil prácticamente monopolizaron las tierras, en síntesis, el área capitalista de la agricultura inglesa se encontraba extendida y en vías de una posterior ampliación; para modernizar la agricultura y destruir las antiguas formas de producción campesina.

De tal modo, el proceso de industrialización requirió en primera instancia de eficaces políticas gubernamentales (Leyes de Cercamientos), acompañadas por métodos de labranza más eficientes, abono sistemático de la tierra, perfeccionamientos técnicos e introducción de nuevos cultivos que configuraban una “Revolución Agrícola”, donde los productos del campo, tanto los agrícolas como las manufacturas, dominaban los mercados, aumentando la productividad, permitiendo alimentar a mas gente que ya no trabajaba la tierra, de esta manera surge la población no agraria; denominada Sociedad Industrial.

La Revolución Agrícola acabo con la subsistencia de muchos campesinos que debieron trabajar como arrendarios o más frecuentemente como jornaleros, además de que muchos debieron emigrar a ciudades en busca de mejor suerte: creándose así un cupo de potenciales reclutas para el trabajo industrial.

Además, al destruir las formas de autoabastecimiento de la antigua economía campesina, se crearon consumidores, porque había gran parte de gente que recibía ingresos monetarios; los cuales por mas pobres que fuesen debían vestirse y alimentarse; por lo cual se dirigían al mercado para satisfacer sus necesidades básicas. De allí, la constitución de un mercado interno estable y extenso; donde se estimuló a las industrias textiles, de alimentos, y la producción de carbón, como principal combustible, incluso además hubo demanda de producción de hierro por la adquisición de enseres domésticos como cacerolas y estufas.

Pero también Inglaterra contaba con un mercado exterior, donde las plantaciones de las Indias Occidentales proporcionaban cantidad suficiente de algodón para proveer a la industria británica; además de las colonias formales e informales que ofrecían también un mercado en constante crecimiento y aparentemente ilimitado, para los textiles ingleses, sostenidos por la política exterior del gobiernos británico, el cual estaba dispuesto a destruir toda competencia y monopolizar el comercio de los textiles.

Desarrollo de las industrias que principalmente se Revolucionaron.

La primer Industria en Revolución fue la Industria de los Textiles de Algodón, donde la constante ampliación de la demanda de textiles ingleses fue el impulso que llevó a los empresarios a mecanizar la producción: para responder a esa creciente demanda era necesario introducir una tecnología que permitiera ampliar esa producción.

Se introdujeron nuevas innovaciones tecnológicas que aceleraron el proceso de hilado y que, desde 1780, exigieron la producción en fábricas. De este modo, las primeras Fábricas de la Revolución Industrial, fueron establecimientos donde se cardaba el algodón para hilarlo y, fundamentalmente, hilanderías.

En síntesis, las máquinas de hilar, los husos y, posteriormente, los telares mecánicos eran innovaciones tecnológicas sencillas y, fundamentalmente, baratas. Estaban al alcance de pequeños empresarios y rápidamente compensaban los bajos gastos de inversión. De este modo, la Industria Algodonera por su tipo de mecanización y el uso masivo de mano de obra barata permitió una rápida transferencia de ingresos del trabajo al capital y contribuyó al proceso de acumulación.

Sin embargo, con la tecnificación la producción se había multiplicado, pero los mercados no crecían con la rapidez necesaria; de este modo los precios cayeron pero los costos de producción no se reducían en la misma proporción, provocando así un descontento social.

Por otro lado, el crecimiento de las ciudades generaba un constante aumento de la demanda de carbón, principal combustible domestico, extendiéndose así la explotación de las minas de carbón, que empleaban las más antiguas máquinas de vapor para sondeos y extracciones. Tras ello, las minas necesitaban un eficiente medio de transporte para trasladar el carbón desde la galería a la bocamina y fundamentalmente desde ésta hasta el punto de embarque; dándose así los estímulos necesarios para el invento que transformo radicalmente la industria: El Ferrocarril.

La construcción

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