Rudolf Virchow

Rudolf Ludwing-Karl Virchow (1821-1902).

Patólogo, arqueólogo, antropólogo y político alemán.

Nació el 13 de octubre de 1821, fue hijo de un hotelero.

La teoría humoral con sus dos mil años de existencia fue contradicha por Rudolf Ludwing-Karl Virchow (1821-1902) en su obra patología celular (1858) describió el cuerpo como una comunidad de células “democracia celular” opuesta al “imperio absolutista de los humores “ y definió la “enfermedad” como la vida modificada por la reacción celular contra estímulos externos.

Rudolf Virchow alcanzo, tras su licenciatura en medicina, el puesto de profesor, en 1847, en el hospital de la “Charité”, de Berlín. Pronto se manifestó enemigo del régimen absolutista y, en 1847, tomó parte activa en las barricadas en la capital alemana.

Cuando presento acerbas críticas contra la burocracia del Reino, fue cesado en el cargo que desempeñaba, teniendo que trasladarse a wurzburgo, donde ejerció la cátedra de anatomía patológica; en 1856 volvió a Berlín para ocupar el mismo puesto. A través de la teoría la “patología celular” desarrollada por él, estableció las bases para la patología moderna, que posteriormente se transformaría en intracelular.

Al propio tiempo enriqueció la antropología, transformándola en una ciencia con derroteros propios, su creciente celebridad e influencia le permitieron colaborar eficazmente en notables reformas de la higiene y de las asistencias sociales en Alemania.

En su publicación “solo colegas Médicos” demostró que se puede ser un medico a la par que científico y clínico de primer orden, y político. Fue miembro de la Asamblea de Diputados Berlinesa, siendo en 1861 cofundador del Partido Progresista Alemán.

En el parlamento Prusiano fue el portador del conflicto constitucional, y al mismo tiempo, el más duro crítico de Bismarck. Llegado la enemistad entre el Canciller de Hierro y Virchow, a tal extremo, que el primero reto a duelo al segundo, pero el médico declino al combate.

En 1880 Rudolf Virchow obtuvo un ´puesto en la dieta del imperio, conservándola durante 13 años. A la avanzada edad de 80 años, ejercía aún activamente su profesión, desempeñando al propio tiempo su cátedra en la universidad, y no suspendió tampoco sus demás ocupaciones científicas y políticas. Falleció en 1902 a consecuencia de un accidente, pleno aún, de lozanía espiritual.

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