SECRETO DE 1910
Enviado por shine_m • 11 de Agosto de 2013 • 2.127 Palabras (9 Páginas) • 741 Visitas
Introducción
Simón Barrón, personaje principal del libro Secreto 1910, se distingue por su ingenuidad, inexperiencia, es un joven soldado del Primer Regimiento de Infantería a las órdenes del general Bernardo Reyes. Sin embargo desarrolla habilidades que lo vuelve un líder y una potencia de sí mismo quien ayuda a que nosotros como lectores sepamos cual fue el verdadero motor que provoco la revolución mexicana.
Brevemente en la obra Secreto 1910 de Leopoldo Menívil López habla del verdadero motor que provoco la revolución mexicana, el soldado Simón Barrón acompañó al ex gobernador de Nuevo León y ex secretario de Guerra y Marina Bernardo Reyes en la celda donde el General estaba preso, afuera de la cárcel militar, habían soldados del ejército. Estos hombres estaban preparados para apoyar al general Reyes para dar golpe de estado contra el joven Francisco Madero e instaurar un nuevo gobierno de orden y paz que terminaría con el estado de caos, ingobernabilidad e inminente guerra civil en que se encontraba la Nación.
Como parte de su estrategia, Reyes entregó al embajador de Alemania el Plan de México, en el que está formulada su visión para que el país sea una potencia mundial y cómo lograrlo.
Sin embargo, el movimiento tuvo complicaciones y el general Bernardo Reyes estaba muerto. Simón Barrón sobrevivió al combate pero era perseguido por el estado mexicano para ser fusilado bajo el cargo de traición.
Fue en busca de su familia pero en el camino hacia la casa donde tenía resguardados a su esposa, a su madre y a su pequeño hijo, Simón fue capturado por hombres que estaban al servicio del diplomático alemán, trasladaron a la embajada de uno de los mayores imperios de Europa.
Ahí el embajador ofreció a Simón ser su espía en la rival embajada de los Estados Unidos para averiguar los detalles del embajador americano Henry Lane Wilson y de la élite bancaria internacional para desestabilizar a México, asesinar a Madero y sumir al país en una guerra civil. Un plan del que el general Bernardo Reyes había estado perfectamente enterado.
A cambio de ese servicio, el embajador protegería a su familia y les ofrecería seguridades diplomáticas. Sin embargo Simón no contaba con el entrenamiento para dicha misión, pero dadas las circunstancias acepto.
Cuando Simón entró por primera vez a la embajada de los Estados Unidos para cumplir con su encomienda conoció a Jessica Glasgow, la secretaria del embajador Wilson, quien a partir de ese instante inició un proceso en el que terminaría traicionando a su propio país para salvar a un pueblo. Ambos tenían ahora una nueva misión: evitar el asesinato del Presidente y el desencadenamiento de la guerra civil. Para ello debían primero descubrir quién era el hombre de la alta cúpula financiera mundial que había ordenado el estallido de la Revolución Mexicana.
Simón y Jessica, junto con otro soldado Tino Costa y con una señorita de la vida galante, fueron ayudados clandestinamente por integrantes de la hermandad masónica templaría, por embajadores de otras naciones y por enviados secretos del partido demócrata de los Estados Unidos.
Mientras tanto, en los corredores de la residencia presidencial del Castillo de Chapultepec, la esposa y el hermano del presidente comenzaron a sospechar del complot que había en contra del mismo.
En presidente Francisco Madero comenzó a notar cómo, uno a uno, los hombres de su total confianza lo empezaron a traicionar debido a que eran alcanzados por las manipulaciones estratégicas de la embajada de los Estados Unidos a través de los agentes encubiertos del embajador y del Gran Patriarca.
Simón Barrón una vez que descubrió la existencia de un agente norteamericano que se dedicaba a desestabilizar países, formando guerrillas, para que el ejército estadounidense interviniera imponiendo gobernantes títeres como el caso de Madero, hizo contacto con el Presidente para ayudarlo y salvarlo de la muerte, pero Madero no acepto por honor a el mismo.
Simón descubrió que la revolución Mexicana no fue idea del mexicano y presidente Francisco Madero, al contrario fue un plan perfectamente diseñado por las potencias en donde el único interés son los recursos de los países ricos en petróleo, lo que ocasionaría el imperio para esas potencias.
Con esto se comprueba que hemos sido engañados toda la vida, que hemos sido unos títeres de las grandes potencias y no solo en el gobierno de Francisco Madero también en el de Porfirio Díaz y de muchos más.
Hablando de un poco de historia, recordamos que Francia se apodero del territorio Mexicano y coloco al príncipe Austrohúngaro como emperador: Maximiliano de Habsburgo, en consecuencia Estados Unidos apoyo al nacionalista Benito Juárez para expulsar a Maximiliano de México y así asumir el poder. A cambio de ello Benito Juárez debía otorgarles el control ferroviario del norte de México y del istmo de Tehuantepec.
Tras su muerte Sebastián Lerdo de Tejada asumió el poder y al igual que Juárez intento reelegirse y eso provoco la rebelión armada, es decir el golpe militar que coloco a Porfirio Díaz en la presidencia de la republica.
Al asumir la presidencia de México, Porfirio Díaz se enfrentó con tremendas presiones por parte de las potencias del mundo, sin embargo, Estados Unidos secretamente financio a grupos subversivos que pudieran derrocarlo.
Para detener estos proyectos de desestabilización, Díaz otorgó grandes concesiones a los consorcios industriales de los Estados Unidos y de la Gran Bretaña para explotar la riqueza de México específicamente los minerales, las vías ferroviarias y una nueva fuente de energía que cambiaría el futuro del mundo, el petróleo.
A finales del gobierno de Porfirio Díaz, Inglaterra era potencia económica y financiera de toda Europa pero inesperadamente creció Alemania y desbanco a Inglaterra que termino detonando la primera guerra mundial. Inglaterra se dio cuenta que Alemania contaba con alta tecnología es decir sus submarinos y su flota operaban con turbinas de petróleo.
Inglaterra pensó que lo más importante que tenía que hacer era encontrar petróleo, ya que ellos no tenían, a causa de eso empezó a investigar en donde había petróleo y finalmente llego a nosotros.
A partir de 1902, el descubrimiento de grandes yacimientos petrolíferos en México despertó la codicia de las potencias y rompió el delicado equilibrio que había prevalecido por tres décadas de relativa paz.
En octubre de 1909, el presiente de los Estados Unidos William Howard Taft convocó a Porfirio Díaz a una entrevista confidencial en El Paso, Texas, cuyo contenido ha sido un misterio absoluto hasta el día de hoy. Un año después de esa entrevista, en noviembre de 1910,
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