Santa Inquisicion
Enviado por martita_maciel • 11 de Marzo de 2012 • 10.565 Palabras (43 Páginas) • 1.381 Visitas
La “Santa Inquisición”: Métodos de tortura
Desde 1184 hasta 1965 la Iglesia Católica se dedicó a culpar, detener, juzgar y condenar a muerte a millones de personas (nombradas como “paganos” y “herejes” por los benévolos y moralmente superiores cristianos que les enjuiciaban) tan solo por no seguir las normas morales que ellos mismos dictaminaban como correctas.
En su infinita misericordia y siguiendo el ejemplo divino dado en las escrituras, el tribunal inquisitorial de la Iglesia Católica utilizó una serie de invenciones propias del más retorcido de los sádicos criminales.
AUTOS DE FE
-Autos de fe generales: se pronunciaban sentencias de relajación al brazo secular para que éste dictase sentencia de muerte por fuego. Se celebraban en la plaza pública, con las autoridades y corporaciones de la localidad presente (además de la muchedumbre que acudía a ellos como auténticas fiestas). El juez ordinario debía pronunciar las sentencias de muerte. En ocasiones eran convocados con un mes de anticipación, se celebraban en días festivos y constituían todo un acto de solemnidad, pretendiendo ser demostración de la fe y la unidad doctrinal de un pueblo.
-Autos de fe particulares: se celebraban sin aparato ni solemnidad, en una iglesia y sin asistencia de autoridades ni corporaciones. Podían dictarse relajaciones del brazo secular.
-Autos de fe singulares: destinados a un solo reo. Se celebraban en salas del tribunal, y recibían el nombre de “autillos”.
Su origen se remonta a la Inquisición medieval y su momento de auge se sitúa en los siglos XVI y XVII en Roma, España y los países de denominación castellana.
La noche anterior a su celebración se comunicaba la sentencia los condenados a muerte, y una procesión recorría las calles de la ciudad para poner una cruz verde como signo de la Inquisición, en la plaza destinada al acto. Al día siguiente, después de la comida, se iniciaba una procesión en la que los condenados iban vestidos con sus correspondientes “Sambenitos” y tocados con corazas. Se colocaban en el lugar donde iban a ser quemados y se procedía a la lectura de las sentencias, un sermón y el juramento de la Inquisición.
Las torturas inquisitoriales
Ataduras e instrumentos usados como tortura
Estos instrumentos se usaban para inmovilizar al reo causándole graves heridas e infligiéndole gran dolor. Servían como soporte a otras torturas y eran los más comunes.
• Los grilletes han sido utilizados desde época antigua. Según diversas fuentes, ya los egipcios conocían las cadenas y las utilizaban para engrilletar a los esclavos y a los reos de delitos de cualquier índole. En las mazmorras medievales era muy habitual tener colgados de brazos o muñecas a los presos, por medio de unas cadenas adosadas al muro, finalizadas en argollas. Las víctimas podían permanecer de esta manera durante tiempo indefinido, provocando a corto plazo, inmensos dolores, calambres y luxaciones; y a largo plazo, la invalidez total de las extremidades superiores e inferiores.
• Collar penal y “la cometa del obispo”: Hay muchos tipos de ataduras que ligan a personas a pesos inhumanos: tobilleras, muñequeras, cinturones, collares…El condenado debía llevar consigo éstas cargas durante largo tiempo: semanas, meses, años o incluso toda la vida. El bloque de la fotografía lleva una cadena con una anilla para el cuello en el extremo. La piedra, de doce kilos, se sujetaba con las manos, en cualquier momento y lugar. La víctima sufría un mortal esfuerzo, y la abrasión del cuello y los hombros, con la consiguiente infección y gangrena, que no solían ser mortales en los primeros meses.
La cometa del obispo: No se sabe la etimología de cm denominación, la cual aparece en algunos documentos toscanos de 1600.
El instrumento que aquí describimos es un aparato de sujeción, similar a otros que se conocen en todo el mundo. Una especie de bola que generalmente iba sujeta a unas cadenas, las cuales se ceñían a la pierna del prisionero quedándole la otra libre lo que le permitía moverse, sujeto a esta tortura en ocasiones lo dejaban morir.
Es probable que este Instrumento lo utilizasen para el castigo de prisioneros condenados a trabajos forzados, o empleados en el mantenimiento de carreteras y edificios militares Toscanos. La utilización de este instrumento se remonta al 1500.
• La mordaza o barbero de hierro: Este artilugio sofocaba los gritos de los condenados para que no estorbaran la conversación de los verdugos. La “caja” de hierro del interior del aro es embutida en la boca de la víctima, y el collar asegurado a la nuca. Un agujero permite el paso del aire, pero el verdugo lo puede tapar con la punta del dedo y provocar la asfixia.
A menudo los condenados a la hoguera eran amordazados de ésta manera, sobre todo durante los autos de fe, porque sino los gritos interferirían con la música sacra.
Giordani Bruno, culpable de ser una de las inteligencias más luminosas de su tiempo, fue quemado en la plaza del Campo dei Fiori en Roma en 1600 con la mordaza de hierro provista de dos largas púas, una de las cuales perforaba la lengua y salía por debajo de la barbilla, mientras que la otra perforaba el paladar.
• Las armas o instrumentos del carcelero: Las armas para carceleros se distinguen de las armas militares porque no son adecuadas para la guerra, ya que los enemigos van provistos de corazas y armados, pero son muy útiles para controlar la turba de prisioneros semidesnudos, evidentemente desarmados.
En el “agarracuellos” (a la izquierda) se puede observar el aro con la abertura en forma de trampa a un extremo de un asta de dos metros de longitud. Un preso, o cualquier fugitivo que intentara escapar de un alguacil escondiéndose entre la multitud, es fácilmente capturado: una vez que el cuello es aferrado por la trampa, no hay otra posibilidad que seguir al captor.
• Pinzas, tenazas y cizallas se utilizaban al “rojo vivo”, aunque también frías para lacerar o arrancar cualquier miembro del cuerpo humano, y eran otro elemento básico más entre las herramientas de todo verdugo.
-Las tenazas se utilizaban preferentemente ardiendo para las narices, dedos de las manos y pies y pezones.
-Las pinzas alargadas, servían para desgarrar o abrasar el pene. Como queda explicado en la parte de la pera oral, rectal y vaginal, los genitales masculinos siempre han gozado de una especie de inmunidad. Sin embargo, en toda la larga serie de torturas, también se dan raros casos de castración, extirpación del pene e incluso amputación
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