Ser Historiador
Enviado por solotu • 8 de Junio de 2013 • 525 Palabras (3 Páginas) • 312 Visitas
El año de 1891 que ve la airada protesta del viejo liberal. Guillermo Prieto contra el sosegado pedagogo suizo mexicano Enrique C. Rébsamen pertenece a la, etapa correspondiente a la segunda reelección del Presidente Porfirio Díaz (1888 – 1892) lo que viene a ser lo mismo, a la etapa de definitiva consolidación política del porfirismo. La Constitución será reformada para permitir la reelección por tiempo indefinido; es decir, para facilitar la continuidad del cesarismo porfirista empeñado en asegurar el progreso económico de la nación a costa del estancamiento democrático del país. Por supuesto no se negaron todas las libertades; pero el absoluto dueño del poder ejecutivo procuró que éstas no entorpecieran el ejercicio omnímodo de su autoridad. Lo que si resulta algo más que curioso, si no es que trágico, es que don Porfirio logró ganar adhesiones y sumar voluntades liberales de antigua prosapia. Uno no puede menos que extrañarse al ver que hombres como Altamirano, Payno y Prieto adecuaron su voluntad al nuevo estado de cosas y olvidando sus rancios y legítimos laureles se pusieron finalmente al servicio de un gobierno empeñado precisamente en escenificar a las mil maravillas la comedia política, de enredos, que nadie como el presidente fue más hábil en dirigir y representar siempre para su, exclusivo provecho. ¡Pero qué más, si hasta el antirreformista obispo la bastida apareció en la escena, recitando a derechas el papel que parecía se le había confiado!
En ese año de 1891, para beneficio asimismo del dictador, desaparecen de este mundo y hacen mutis político forzado dos ilusos aspirantes a la presidencia: don Carlos Pacheco y don Manuel Dublán. Un tercer aspirante, don Manuel Romero Rubio, secretario de Gobernación y suegro de don Porfirio, ve despejado el camino hacia la presidencia y ve también aumentadas sus ilusiones, sin percibir los obstáculos que se le levantarán en el camino y sin poder tampoco sortearlos por obra y gracia de su maquiavélico yerno.
La polémica Prieto - Rébsamen
Don Guillermo Prieto, que era apreciado como una venerable gloria o reliquia nacional (había nacido en 1818) y que era considerado desde el punto de vista político como un liberal químicamente puro, entre las cosas notorias que hizo durante su vida, la de escribir las lecciones de historia patria, cuando ya frisaba en los 70 años, fue sin duda una de las más meritorias y de las más conceptuales y
dramáticamente afirmativas. En su "Advertencia final para esta 3ª edición" de su ―Compendio", nos declara el autor que está persuadido de que la enseñanza de la Historia en niños y jóvenes, "debe ser internacional; es decir, conducir al educando por el camino del bien, conforme con la libertad y las instituciones del país". Se trata de establecer una escuela de verdad, de razón y de virtud", escribe siguiendo a Guizot. Termina el autor su advertencia
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