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Sexenio Democrático 1/2


Enviado por   •  2 de Febrero de 2013  •  2.549 Palabras (11 Páginas)  •  389 Visitas

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El sexenio democrático.

1-Las causas de la revolución

1.1La crisis económica

Gran parte del último período del reinado de Isabel II (1843-1868) estuvo caracterizado por una fase de expansión económica que afectó a toda Europa. Pero a mediados dela década de 1860, la situación empezó a cambiar, y en 1866 se hizo patente el inicio de una importante crisis económica. La recesión se manifestó a un niver financiero e industrial, y constituyó la primera gran crisis del sistema capitalista a niver internacional, pero también coincidió con una crisis de subsistencias, que tuvo importantes consecuencias en las condiciones de vida de las clases populares.

La crisis financiera, provocada por la bajada del valor de las acciones en Bolsa, se originó a raíz de la crisis de los ferrocarriles. La construcción de la red ferroviaria implicó una gran inversión de capitales en Bolsa, pero al comenzar la explotación de la líneas, su rendimiento económico fue menor del esperado. El escaso desarrollo industrial español no fue suficiente para que el transporte de mercancías y viajeros tuviese una gran demanda, y el valor de las acciones se desplomó. Los inversores exigieron subvenciones al gobierno, pero éste carecía de fondos y le era imposible recurrir al préstamo, ya que las cotizaciones de la deuda pública también se habían desplomado: los bonos de 100 reales valían en el mercado sólo 35 reales en 1866 y 33 en 1868. La situación provocó la crisis de muchas entidades financieras, que cancelaros sus créditos y extendieron la alarma hacia particulares y empresas.

La crisis financiera coincidió con una crisis industrial, sobre todo en Cataluña. La industria textil se abastecía en gran parte con algodón importado de EEUU, pero la Guerra de Secesión americana (1861-1865) encareció la importación de esta materia prima y provocó un período de “hambre de algodón”. Muchas pequeñas industrias del sector algodonero no pudieron afrontar el alza de precios en un momento en el que descendía la demanda de productos textiles debido a la crisis económica general y al fuerte aumento de los precios de los alimentos provocado porla crisis de subsistencias.

La crisis de subsistencias se inició en 1866 y la causó una serie de malas cosechas que dieron como resultado una escasez de trigo, alimento básico de la población española. Inmediatamente, los precios empezaron a subir: en tan sólo dos años, de 1865 a 1867, el del trigo aumentó en un 65%, y en 1868 este cereal a había doblado su precio respecto a 1865. El coste del pan sufrió el consiguiente aumento, y lo mismo ocurrió con otros productos básicos para la alimentación (arroz, bacalao, etc.). la combinación de ambas crisis, la agrícola y la industrial, agravó la situación. En el campo, el hambre condujo a un clima de fuerte violencia social. En las ciudades, la consecuencia fue una oleada de paro que provocó un descenso del nivel de vida de las clases trabajadoras.

1.2El deterioro político

A mediados de la década de 1860, gran parte de la población española tenía motivos de descontento contra el sistema isabelino. Los grandes negociantes reclamaban un gobierno que tomase medidas para salvar sus inversiones en Bolsa, los industriales exigían proteccionismo, y los obreros y campesinos denunciaban su miseria. En 1866, después de la revuelta de sargentos del cuartel de San Gil y de su dura represión, O'Donell fue apartado del gobierno por la reina, pero los siguientes gabinetes del partido Moderado (Narváez y Gonzales Bravo) continuaron gobernando por decreto, cerraron las cortes e hicieron oídos sordos a los problemas del país.

Ante la imposibilidad de acceder al poder por los mecanismos constitucionales, el partido Progresista, dirigido por Prim, Practicó una política de retraimiento: se negó a participar en las elecciones y defendió la conspiración como único medio para poder gobernanr, En la misma posición se situaba el partido Demócrata, de modo que ambos partidos firmaron el pacto de Ostende en 1866 en esta ciudad belga, con la voluntad de unificar sus actuaciones para acabar con el moderantismo en el poder, El compromiso proponía en fin de la monarquía isabelina y dejaba la decisión sobre la nueva forma de gobierno -monarquía o república- en manos de unas Cortes constituyentes, que sería elegidas por sufragio universal tras el triunfo del movimiento insurreccional.

A dicho pacto se adhirieron los unionistas en noviembre de 1867, tras la muerte de O'Donell. Esta adhesión fue fundamental para el triunfo de la revolución y para definir su carácter. Por un lado, los unionistas (serrano) aportaron una buena parte de la cúspide del ejército, dado que contaban con muchos de sus altos mandos. Pero, por otro lado, el carácter conservador y opuesto a todo cambio social de los unionistas contrarrestó el peso de los demócratas y redujo el levantamiento de 1868 a un simple pronunciamiento militar, por mucho que las proclamas y los manifiestos hablaran de revolución y utilizaran las reivindicaciones de libertad y justicia social.

2-La revolución de septiembre de 1868

2.1 la revolución del 68 y el gobierno provisional.

El 19 de septiembre de 1868, la escuadra concentrada en la bahía de Cádiz, al mando del brigadier Juan Bautista Topete, protagonizó un alzamiento militar contra el gobierno de Isabel II. Prim, exiliado en Londres, Serrano, desterrado en Canarias, se reunieron con los sublevados y rápidamente consiguieron el apoyo de la población gaditana, tras la publicación de un manifiesto en el que se pedía a los ciudadanos que acudieses a las armas para defender la libertad, el orden y la honradez, y que terminaba con el lema “¡Viva España con honra!”. En los días sigueintes, con tres fragatas, Prim fue sublevado sucesivamente a Málaga, Almería y Cartagena.

El gobierno de la reina Isable II se aprestó a defender el trono con las armas. Envió desde Madrid un ejército para enfrentarse con los sublevados, que se reagrupaban en Andalucía al mando del general Serrano. Ambas fuerzas se encontraron en Puente de Alcolea, cerca de Córdoba, donde el dia 28 de septiembre se libró una batalla que dio la victoria a las fuerzas afines a la revolución. El gobierno no vio más salida que dimitir y la reina no tuvo más remedio que exiliarse. Salió de San Sebastián con dirección a Francia el 29 de septiembre de 1868, donde fue acogida por el emperador Napoleón III.

Además del pronunciamiento militar y de los hechos bélicos, en la revolución tuvieron un gran protagonismo las fuerzas populares, sobre todo las urbanas, dirigidas por un sector de los progresistas, los demócratas y los republicanos, en muchas ciudades españolas se constituyeron

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