SEXENIO DEMOCRÁTICO

EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874) La Gloriosa

Intentos democratizadores

En 1868 se produjo una revolución de carácter democrático que alejo del trono de España durante seis años a los Borbones, tras haber perdido la reina Isabel II sus mayores valedores, por fallecimiento, Narváez y O’ Donnell. Fue una revolución que unió a todos los opositores al régimen, algunos miembros de la Unión Liberal, liberales progresistas, demócratas y clases populares, sobre todo urbanas. Los mismos que la dirigieron, tras el fracaso de una nueva monarquía parlamentaria y una república, promovieron la Restauración. Intentaron, pues, cambiar el sistema sin cambiar el bloque oligárquico que había detentado el poder durante la mayor parte del siglo XIX.

Causas profundas

El sexenio revolucionario vino motivado por un cambio en la tendencia de la economía europea, que experimentó unas de las primeras crisis cíclicas de producción del capitalismo industrial. Afectó fundamentalmente al FF.CC y al sistema crediticio. La banca extranjera retiró sus capitales de España y los liberales progresistas, inversores mayoritarios en estos sectores industriales se quedaron sn financiación suficiente para obtener beneficios.

La guerra de Secesión americana (1861-865) contrajo las exportaciones de algodón y subió los precios de esta materia prima que afectó negativamente a la industria textil catalana,

En 1866 se había producido una crisis tradicional de subsistencia que había perjudicado gravemente a los jornaleros y campesinos españoles. Esto provocó, hambre, alza de precios de cereales y productos básicos, y especulación.

Los intelectuales Krausistas, seguidores del filósofo alemán Krause y de Julián Sanz del Río, Emilio Castelar, Nicolás Salmerón, Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo Azcárte participaban del ideal democrático y desde sus cátedras de la Universidad de Madrid, el Ateneo y la prensa promovían la defensa del sufragio Universal masculino, el librecambio económico, las libertades y derechos individuales y las ideas anticlericales, federalistas y krausistas. El Ministro de Gobernación cesó en su cátedra a Castelar y se produjo una dimisión en cadena que fue apoyada en las calles por manifestaciones estudiantiles, reprimidas muy duramente durante la noche de San Daniel en 1865, muriendo numerosos estudiantes.

Detonantes

El Gobierno de González Bravo había subido un 10% el impuesto sobre l tierra, y abandonó el proyecto de construcción de una nueva flota de guerra. Esto perjudicó a terratenientes, a militares y la industria pesada.

El levantamiento de los Sargentos del cuartel de San Gil en 1866, tras varios complots fallidos de Prim, la subsiguiente condena a muerte de los insurrectos provocó un rechazo profundo al gobierno y a la reina en todas las capas de la población. A ello hay que añadir el comportamiento frívolo de la Reina y la actuación y corruptela de su camarilla.

Todos estos factores habían abierto el camino para el pacto de Ostende en 1866 bajo el impulso de Juan Prim. En Bélgica se reunieron progresistas, demócratas e incluso algunos unionistas y acordaron actuar bajo la bandera de la democracia contra la reina y su gobierno. El hombre fuerte es el progresista Juan Prim, con la colaboración del Unionista Serrano, el Almirante Topete, Ros de Olano, el General Dulce, y Caballero de Rodas.

La Revolución

Entre el 18 y 19 de septiembre de 1869 se sublevó la armada en Cádiz. El Almirante Topete dirigió un Manifiesto a la Nación, que finalizaba con un Viva España con honra, que proponía frenar el sistema de gobierno existente basado en la corrupción, favoritismo y el orden social injusto y la especulación de la economía. Proponía una regeneración de la vida política mediante la unión de todos los partidos liberales, la descentralización de la vida municipal, el ejercicio del sufragio Universal Masculino, el reconocimiento de los derechos y libertades individuales y la justicia social, para mantener el orden y salvaguardar la propiedad.

En los días siguientes se sucedió la formación de juntas revolucionarias locales y provinciales, que realizaron similares proclamas como la de Valencia, uniendo a lo anterior peticiones del fin de la quintas y de los impuestos sobre los consumos. El 28 de septiembre las tropas de Serrano derrotaban al ejército real dirigido por Novaliches en Alcolea, córdoba y la reina salía para el exilio desde Guipúzcoa.

Se formó un gobierno provisional dirigido por Serrano y con ministros como Laureano Figuerola, Prim, Sagasta o Ruíz Zorrilla. Las untas fueron disueltas y sus componentes integrados en las diputaciones provinciales.

El Gobierno desde un principio se enfrentó a problemas que contravenían sus puntos programáticos, sobre todos aquellos que afectaban a las quintas y a los impuestos sobre los consumos, porque había estallado la Guerra de los diez años en Cuba (1868-1878) con el grito de Yara

Inmediatamente decretaron una convocatoria de Cortes Constituyentes mediante el sufragio universal masculino, impuso el principio de libertad de cultos, suprimió la Compañía de Jesús y confiscó sus bienes, obligó a disminuir el número de órdenes monásticas y eliminó el fuero eclesiástico, enfrentándose a la Santa Sede. Aprobó el reconocimiento pleno de las libertades individuales, promulgó medidas librecambistas, pese a la oposición de la industria catalana, eliminó aranceles y derechos de puertas y consumos, la Ley de bases sobre las Minas que permitía la explotación del subsuelo por parte de compañías extranjeras. En 1868, el Ministro de Hacienda, Laureano Figuerola creó la peseta y cedió el privilegio de acuñar moneda solo al Banco de España en 1874.

Las elecciones a cortes se realizaron de manera democrática, incluso permitió la presencia en las cortes de un representante carlista. La elaboración de la Constitución que se aprobó en 1869 fue impulsada por los principios de la Junta Central Revolucionaria, que establecía claramente y por primera vez el principio de soberanía Nacional, la libertad de culto, las libertades individuales, de enseñanza, reunión y asociación, la descentralización administrativa y municipal, el juicio por jurados, la abolición de la pena de muerte, y la inviolabilidad de domicilio. Se restableció la Milicia Nacional. Entre los diputados elegidos había una mayoría de monárquicos que se inclinaron sobre esta forma de Estado, disgustando a una minoría importante republicana. Esta división marcó desde el principio la trayectoria política del sexenio..

Las cortes estaban formadas por dos cuerpos: El senado, formado por mayores de 40 años que hubieran sido altos cargos de la administración, religiosas, militares, y Rectores de Universidades, elegidos

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