Sobre el Nunca Mas y La Teoria de los Dos Demonios
Enviado por waspj • 8 de Septiembre de 2015 • Documentos de Investigación • 1.858 Palabras (8 Páginas) • 169 Visitas
Sobre el Nunca Mas y La Teoría De Los Dos Demonios
Ertola Avril
El objetivo del presente informe propone analizar la teoría de los dos demonios y su repercusión, tomando en cuenta la opinión de diferentes autores y el contexto histórico en el cual surge.
Durante la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional que gobernó en la Argentina entre comienzos de los años 70 y la restauración de la democracia en 1983, tuvo lugar un régimen de represión ilegal, violencia indiscriminada, persecuciones, tortura sistematizada, desaparición forzada de personas, manipulación de la información y demás métodos de terrorismo de Estado. Se estima que mientras el gobierno de facto estaba en el poder, las fuerzas represoras fueron responsables de hacer desaparecer un total de 30.000 personas (aunque la lista oficial cuente con únicamente 13.000 desaparecidos registrados).
El 24 de Marzo de 1976 Maria Estela Martínez de Perón fue detenida, y una Junta de Comandantes[1] (de las tres fuerzas armadas integrada por el general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier general Orlando Ramón Agosti), asumió el poder. Y se designa así al teniente Gral. Videla como presidente, quien dispuso que el gobierno estuviera comprendido por la participación en conjunto de la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea Nacional.
Durante este periodo, la deuda empresaria y las deudas externas tanto publicas como privadas se ven duplicadas. La deuda privada pronto se estatizo, cercenando aun más la capacidad de regulación estatal.
Ante este clima económico, la Junta Militar impuso el terrorismo de Estado que, fuera de enfrentar las acciones guerrilleras, desarrollo un proyecto planificado, dirigido a destruir toda forma de participación popular. Se puso en marcha así, una represión implacable sobre todas las fuerzas democráticas, con el objetivo de someter a la población mediante el miedo para instaurar terror en la sociedad e implantar “orden”, sin ninguna voz disidente. Se inauguró el proceso autoritario más sangriento que registra la historia de nuestro país. Estudiantes, sindicalistas, intelectuales, profesionales y otros fueron secuestrados, brutalmente asesinados y finalmente desaparecidos[2]. Entretanto, mucha gente se exilio.
El Nunca Más, o trabajo final de la Comisión Sobre la Desaparición de Personas, es un libro que recoge y adapta el formato del informe emitido por la CONADEP[3] respecto a las desapariciones ocurridas en el país en ese contexto. Es conocido también con el nombre de Informe Sabato, puesto que fue Ernesto Sabato[4] quien presidio la comisión que lo entrego el 20 de Septiembre de 1984 al entonces presidente Raúl Alfonsin.
”...El informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas revelaba en su titulo, Nunca Más, el carácter de un compromiso entre el informe de los hechos y la toma de posición moral hacia el futuro. Frente a la sociedad y desde un Estado que se proyectaba como un aparato recuperado, en verdad refundado en contra de la barbarie del terrorismo estatal, la cuestión de las desapariciones y los asesinos quedaba instaurada como un tópico fundamental en el nuevo ciclo. Por otra parte, la intervención del libro sobre la memoria social no dejaba de actuar en un campo de luchas por el sentido de lo sucedido; no puede desconocerse que hubo actores, como las Fuerzas Armadas, que pugnaron por escribirla de otro modo...”[5]
Debido a la enorme documentación recogida por la CONADEP, el informe sostiene que los derechos humanos fueron violados en forma sistemática y orgánica por la represión estatal, con similares secuestros e idénticos tormentos, utilizando una metodología del terror planificada cuidadosamente por los altos mandos de las Fuerzas Armadas, rechazando así la posibilidad de que se hubiera tratado de “excesos” por parte de algunos individuos.
El informe explica que la comisión repudia el terrorismo en general pero que su misión no es la de investigar sus crímenes sino estrictamente la suerte de los desaparecidos, llegando a la conclusión de que la desaparición de personas existió, que no fueron casos aislados, y que por lo menos hubo 8961 victimas.
“...Nuestra Comisión no fue instituida para juzgar, pues para eso están los jueces constitucionales, sino para indagar la suerte de los desaparecidos en el curso de estos años aciagos de la vida nacional. Pero, después de haber recibido varios miles de declaraciones y testimonios, de haber verificado o determinado la existencia de cientos de lugares clandestinos de detención y de acumular mas de cincuenta mil paginas documentales, tenemos la certidumbre de que la dictadura militar produjo la mas grande tragedia de nuestra historia, y la mas salvaje...”[6]
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