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Tahuantinsuyo


Enviado por   •  27 de Abril de 2015  •  2.151 Palabras (9 Páginas)  •  304 Visitas

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El Tahuantinsuyo

El Imperio incaico fue un estado sudamericano con el dominio más extenso en la historia de la América precolombina. Al territorio del mismo se lo denominó Tahuantinsuyo (del quechua tawantin suyu, «las cuatro regiones o divisiones») o Consejo Imperial, era el máximo organismo político del Imperio incaico, cuya función era asesorar al Inca o soberano. Floreció en la zona andina del subcontinente entre los siglos XV y XVI, como consecuencia del apogeo de la civilización incaica. Abarcó cerca de 2 millones de kilómetros cuadrados entre el océano Pacífico y la selva amazónica, desde las cercanías de San Juan de Pasto en el norte hasta el río Maule en el sur.

El Imperio incaico abarcó los actuales territorios correspondientes al sur de Colombia, pasando por Ecuador, principalmente por Perú y Bolivia, la mitad norte de Chile y el noroeste de Argentina. El imperio estuvo subdividido en cuatro suyos:

• Al norte, el Chinchaysuyo.

• Al este, el Antisuyo.

• Al sur, el Collasuyo.

• Al oeste, el Contisuyo.

Capital: Cuzco

La capital del imperio fue la ciudad de Cuzco, en el actual Perú.

Como otras grandes empresas imperiales, los incas desarrollaron un conjunto de saberes adquiridos por las culturas precedentes, como las de Chavín, Tiahuanaco-Huari, Nazca, Moche y Chimú, a la vez que se destacaron por su eficiencia política y militar, así como en la planificación económica y el control social.

Cuzco, la capital del imperio, tenía en 1532 una población estimada en unos 200 mil habitantes. En ese momento, en el ámbito europeo apenas le superaban Londres y Nápoles.

Enclavada en un valle andino privilegiado por la fertilidad de la tierra y la belleza del paisaje, Cuzco fue planificada y construida especialmente para ser la capital.

Con una superficie de aproximadamente 6 kilómetros cuadrados, su trazado reproducía la figura de un puma, animal sagrado para los incas.

La estratificación social

La estructura social se correspondía con un molde piramidal y pluriclasista, de carácter estamental y rígido, ya que la movilidad de una capa a otra era excepcional y la ubicación individual, prefijada.

Existían tres clases sociales superpuestas y cerradas.

Clases sociales del imperio incaico

Clases sociales Representantes

Realeza • Inca

• La Coya: Esposa del Inca

• El Auqui: Hijo del Inca y heredero

Nobleza • Nobleza de Sangre: Restantes miembros de las Panacas (parientes del anterior inca).

• Nobleza de Privilegio: Personas que destacaron por sus servicios; Sacerdotes, Acllas y Altos jefes.

Ayllu • Hatun Runa: tributarios (campesino).

• Mitmaqkuna: Grupos trasladados para colonizar nuevas regiones enseñando a los pueblos nuevas costumbres.

• Yanas: Servidores del Inca y del imperio.

• Pinas: Prisioneros de guerra dependientes del Inca que no eran escogidos como Yanaconas.

El monarca no era un simple autócrata, sino una especie de sumo sacerdote y padre, guía de la nación, que debía sujetar su conducta a prescripciones fijadas por la tradición.

Existían nueve clases de delitos: de status, de lesa majestad, contra la religión, contra la administración y los deberes de función, contra el tributo y la propiedad, contra la vida y la salud, sintetizados en tres máximas: Ama suwa, Ama qella y Ama llulla (no seas ladrón, ni mentiroso, ni perezoso).

En todas partes el imperio mostraba una rigurosa organización. La población se hallaba ordenada en comunidades (ayllus) de conformidad al sistema decimal, que abarcaba desde unidades pequeñas a más amplias.

A lo anterior se agregaba la división del trabajo, con categorías por edad, desde la infancia a la senectud, más una adicional para los impedidos.

Una obra propia americana

Se produjo acumulación de capital, principalmente en la forma de productos agropecuarios y derivados, cuya concentración permitió su aprovechamiento para fines sociales. El sistema reposaba en los excedentes de la producción comunal.

La organización estatal y religiosa se sostuvo gracias a los excedentes de las cosechas. La planificación se aplicó en forma cuidadosa y eficiente a los más diversos aspectos.

La propiedad de la tierra cultivable era tripartita: un tercio se destinaba al patrimonio de la religión, otro al monarca y el restante a la comunidad. Sólo con derecho de usufructo, la tierra se distribuía anualmente entre los miembros del ayllu.

La producción artesanal desempeñó también papel significativo. Los rubros de mayor importancia fueron los trabajos en telar, la metalurgia, la alfarería y la talla en madera. La propiedad estatal, comunal y privada coexistieron en una forma propia.

Los cronistas occidentales han clasificado al Tahuantinsuyo de diversas maneras: comunista primitivo, socialista, totalitario, colectivista, paternalista, forma blanda de despotismo oriental, mezcla de teocracia, monarquía y socialismo, etcétera.

A pesar de su corta vida y de los esfuerzos por desvalorizarlo, el Tahuantinsuyo constituyó una vasta, original y multifacética obra de los pueblos sudamericanos, que la colocan al nivel de las mayores culturas desarrolladas por la Humanidad.

Cultura material e inmaterial

• Arquitectura: La arquitectura incaica se caracteriza por la sencillez de sus formas, su solidez, su simetría y por buscar que sus construcciones armonicen el paisaje. A diferencia de sociedades costeñas como la chimú, los incas utilizaron una decoración bastante sobria. El principal material utilizado fue la piedra. En las construcciones más simples era colocada sin tallar, no así en las más complejas e importantes. Los constructores incaicos desarrollaron técnicas para levantar muros enormes, verdaderos mosaicos formados por bloques de piedra tallada que encajaban perfectamente, sin que entre ellos pudiera pasar ni un alfiler.

• Cerámica: El estilo inca se caracteriza por su producción en masa, habiéndose encontrado evidencias del empleo de una gran cantidad de moldes que permitieron difundir una producción sumamente estandarizada. Sus colores se caracterizan por el uso intensivo de diferentes tonos de marrón y sepia, además del rojo, negro, blanco, anaranjado y morado, que producían una gama relativamente variada de combinaciones. Se aprecia en la alfarería incaica la predilección por los diseños geométricos, predominando los rombos, barras, círculos, bandas y triángulos.

• Textilería: Los incas destacaron por sus tapices y sus estupendos mantos de plumas, también de diseños

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