Tengo un sueño

¡Tengo un sueño!

Palabras que ahondan en lo más profundo del ser y se exteriorizan en una frase que tiene consonancia con nuestro sentir propio, con anhelo que inicia desde un interés o una necesidad y se ve materializado en un sueño, sueño que es la manifestación de ese sentir que nos mueve y nos genera esa inquietud de poder proclamar nuestro deseo más ferviente.

Tengo un sueño… Frase proclamada por Martin Luther King, hombre de Atlanta en el año de 1963, congregando una gran marcha en Washington lugar en el cual tomo la vocería de los hombres y mujeres de raza negra describiendo y demandando un país justo y equitativo en el cual la injusticia dejaba caer su brazo sobre la raza negra.

Un sueño de Martin Luther King que nos lleva a reflexionar y a dibujar un líder que con gran aínco es la voz del pueblo, y se convierte en la figura que al igual que Gandhi clama equidad e igualdad social.

Observando una comunidad estadounidense en la actualidad podemos ver que este sueño se ha materializado y se ha ido construyendo con la democracia, la equidad y la justicia en un pueblo de inmensas oportunidades de desarrollo.

Aunque existen algunos casos aislados de racismo, no se cataloga al pueblo norteamericano como un pueblo de blancos, y un pueblo de negros,  sino con el orgullo de un pueblo que se encuentra en constante crecimiento y que ha aprendido a adoptar las características de su gente, sacando ventaja de su herencia genética, tradición y legado.

Michael Jordan, Barack Obama, Michael Jackson, y Rihanna entre otros tantos hombres y mujeres norteamericanos son muestra que en medios deportivos, artísticos, políticos y otros miles de espacios, las personas que obtienen la oportunidad pueden dar todo su potencial siendo valorados no por su color de piel, sino por la misma esencia  que los caracteriza, esto es equidad e inclusión, logros obtenidos a raíz de un clamor que demandaba un cambio transparente y honesto en la sociedad.

Los niveles de racismo, exclusión y maltrato hoy por hoy se pueden ver latentes entre los norteamericanos hacia los latinos, y algunos grupos de características que no involucran la raza, sino una diferencia en el pensamiento, quienes persiguen el sueño de mejorar su condición de vida en el exterior, y obtener una mejor oportunidad de vida.

Esto nos invita a reflexionar ¿si siempre seremos los villanos de las películas? ¿acaso nos hace falta liderazgo en hacer escuchar nuestra voz? ¿Dónde queda nuestro sentido de pertinencia?

A lo largo de la historia hemos visto, y aun en nuestros días vemos la tendencia de generar patrones de injusticia social en varios niveles, y es justo aquí donde observando el pueblo de raza negra que se levantó, dice presente y logra grandes cambios de justicia en la sociedad, nos emite un eco y nos recuerda nuestros derechos para poder decir como aquel gran hombre sabio: ¡Tengo un sueño!

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