Teoria Del Estado

Estado teocrático-despótico egipcio

La civilización egipcia es de las primeras sedentarias, su desarrollo es posible gracias al rio Nilo. Es muy difícil precisar el surgimiento del Estado en cualquier pueblo, y en el caso de Egipto es mucho más complejo, pero tomando como referencia la tradición más arriesgada – es Papiro de Turín – podemos afirmar que el Estado Egipcio, se remonta al reinado del Faraón Menés de la I dinastía quien logro la unificación del Alto y Bajo Egipto aproximadamente en el año 3,315 a.C., después del reinado de los llamados sucesores de Horus, a partir del conocido Reino Antiguo. Y se extingue entre los años 1,090-945 a.C., aproximadamente, cuando el sacerdote Her-Hor de la dinastía XXI, usurpa el poder. De ahí, el Egipto sale de su historia y entra en la de los pueblos vecinos.

Intentaremos dar una idea de la génesis del Estado Egipcio centrada en el Reino Antiguo. La simplificaremos enunciando sus principales características:

A) La base sólida de todo el sistema egipcio radica en la encarnación del Poder del Faraón, que era un gobernante divino, Hijo del Dios Ra, quien impone la categoría de Estado personalizado. En sus funciones de mando político se inviste de extraordinaria majestuosidad emite sus direcciones jurídicas complejas formulas hieráticas. Concede audiencias públicas donde ordena y juzga. Al mandar ejerce <Uz-mench>, es decir, discreta, dispone, ordena jurídicamente, pronuncia el derecho conforme a la justicia y al emitirlo encarna a Tot, dios de la Justicia. El profesor cubano Julio Fernández Bulte, explica que el mismo concepto de justicia <Ma At>, es la medida del orden moral, y natural de cada cosa; pero es el Faraón el único que detenta ese requisito, ese poder, por cuanto lo justo es connatural a su espíritu y, en consecuencia solo él conoce y engendra lo justo. <Ma’At> es un concepto que abarca además: “verdad”, “rectitud”, “orden”. Es también la manera en que se representaba un buen gobierno, o una excelente administración. Lo contrario es: “fraude”, “falsedad”, “engaño”.

B) Los egipcios no cuentan con ninguna constitución política que les regule, ni es necesario, pues el Derecho es fundamental y esencialmente oral, sagrado, consuetudinario, sobrio, ceremonioso, simbólico; está en la palabra del Faraón, el solo es su depositario, esencia y sustancia de <Ma ‘At> y por ello mismo, <Ma ‘At> está dentro de él y no procede separarlo de su alma y de su cuerpo. En la actividad jurídica del Faraón dicta constante y dinámicamente el orden observable por cuanto está dentro de él. Attilio Levy afirma que, <el Faraón no está sometido a ninguna regla que no sea divina, y que de él no amena ninguna ley que no sea sagrada>. Por tanto, escribir el Derecho seria conceder que el mismo se separa de su cuerpo y que la norma legal tuviera vida y existencia con independencia de su voluntad divina. No es posible escribirlo, pues eso sería transgredir su naturaleza y unión sagradas.

C) La sociedad egipcia aparece estratificada en siete clases: los campesinos; los obreros, los escultores, los pintores, ebanistas, curtidores; los escribas (funcionarios públicos); los nobles; los sacerdotes; los militares o guerreros; y, los esclavos.

D) La propiedad comunal impera sobre la propiedad individual. Los tributos al estado se pagan en especie. El historiador costarricense Jorge Guier, explica que el estado conserva inmensos almacenes donde acumula toda la riqueza que recibe de sus súbditos. Los derechos sobre la tierra y los derechos sobre las aguas, están en manos de algunas pocas familias poderosas, que los traspasan a sus descendientes, pero también una buena parte se las traspasan a manos de los sacerdotes, quienes son intermediarios de los dioses, pues sus dueños por temor a las sequias y a las inundaciones, o a las invasiones internar, las ceden a los dioses, conservando únicamente para ellos y para sus herederos el derecho de un usufructo restringido.

E) El estado teocrático-despótico del Antiguo Egipto bajo un solo poder supremo, controla y dirige el pueblo que está bajo su mando. El monopolio de la fuerza física de que goza el faraón, al afianzar la dinastía, es absoluto. En uso de sus atribuciones de poder puede prohibir, matar, esclavizar y multar. Sin embargo el estado se apoya fundamentalmente en las fuerzas integradoras de la sociedad como son: amor, lealtad. Dependencia recíproca, fe religiosa, tradición y costumbres (Fin supremo).

F) El territorio del Estado es extenso conserva a todas las provincias y localidades dentro de una sola estructura política con la integración de todas las clases sociales; alcanza a sí mismo la consolidación de instituciones cada vez más grandes en los planos económico, político, religioso y social.

Ciudad Estado Griega: POLIS.

La península helénica se encuentra situada en el sur de los balkanes. Ahí se desarrolla una de las más connotadas civilizaciones; la griega, con sus dos estados representativos en tendencias de gobierno y organización interna: Atenas: cuna de la democracia, donde el gobierno es ejercido por el pueblo; y, Esparta: aristocracia militar, donde la presencia del factor fuerza organizada es la fórmula integradora del estado.

El pensamiento político en la antigua Grecia aparece en los siglos VII Y VI a.C. Atenas crece en prestigio después de la codificación legal de solón. Clístenes hace aprobar una constitución que sancionaba la igualdad social. Las ciudades alcanzan equilibrio y forman una liga para enfrentarse a Persia. Durante el siglo V a.C. Atenas domina el mundo griego con Pericles, quien ostento el cargo de estratega. Esta es la época de esplendor para la plena democracia. Pero en el año 404 a.C., el mundo griego entra en crisis y sucumbe ante Esparta. La diversidad de invasores y su mezcla con la población autóctona no permite construir un estado unitario, sino pequeñas ciudades autónomas llamadas: POLIS, situadas en superficies montañosas y principalmente en las costas del mediterráneo y del mal negro, desde donde dominan el espacio circundante que ejerce control sobre las poblaciones agrícolas y pastoriles.

Las Polis son producto de la guerra. Surgen de la lucha encarnizada que las masas pobres juntamente con los círculos urbanos de la clase esclavista, libran en el siglo VII a.C. contra de la vieja nobleza gentilicia, la aristocracia despótica de los eupatridas, lucha que termino con la victoria del demos la evolución de las polis esclavistas llega a su más alto grado en el siglo de Pericles, aunque no todas ellas alcanzan un desarrollo semejante, ni sincrónico. Su número llega a más de 1500. Aristóteles describe ciento cincuenta en su obra “la política”.

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