Tradiciones De Mexico
Enviado por yamildl • 25 de Septiembre de 2014 • 4.278 Palabras (18 Páginas) • 219 Visitas
TRADICIONES DE MEXICO
Los Reyes Magos
El pasaje del Evangelio que llegó a la Nueva España a través de los frailes españoles para la evangelización en la primera mitad del siglo XVI, que habla de que los Santos Reyes llegaron de Oriente siguiendo la estrella y como estudiosos de la ciencia llegan a Belén, donde encuentran al Niño Dios a quien le ofrecen sus regalos:
Incienso al Dios
Oro al Rey
Mirra al Hombre
En México este acontecer se ha tomado para halagar a sus niños
Con maravillosa ilusión los chicos escriben su carta, en una hoja robada al cuaderno de tareas y con la plena convicción de que será leída. Al dejarla dentro de su zapato, la noche del 5 de enero, queda en ella toda la inocencia y esperanza de que son capaces. Esta fiesta tiene varios matices, es celebrada en todo el país y es una tradición que se resiste a desaparecer. El despertar de los niños del día 6 acontece más temprano que de costumbre, para encontrarse con esos juguetes creados para esta ocasión.
Esta tradición se va perdiendo en las ciudades, pero en la provincia y en los pueblos se conserva con ese espíritu de alegría y cariño por lo nuestro, y que no deberíamos dejar perder. A través de este día la fiesta tiene diferentes celebraciones, misas, peregrinaciones, danzas, etcétera; pero lo que es común a todos es la tradicional “rosca” que une a grandes y chicos con una ilusión más antes de terminar este día de sorpresas.
Comprar, hacer y comer “rosca” es costumbre privativa del Día de Reyes; este biscocho adornado con frutas cubiertas naranjas, acitrón, xoconoxtles, higos, puede variar el tamaño según el número de comensales; pero lo más característico de este sabroso pan, es que, en su interior se esconde uno y varios muñequitos que representan al Niño Dios y que antaño fueron hechos de porcelana, pero que en la actualidad han sido sustituidos por otros de plástico.
En fin, cada persona con cierta precaución parte su pedazo que suele saborearse con una tasa de chocolate; si el comensal se encuentra el muñequito, se compromete a ser el padrino y anfitrión en la fiesta de la Candelaria.
La Candelaria
La fiesta de la Candelaria se celebra el 2 de febrero; aún queda el olor a ramas de pino ya seco. La fiesta arranca de la antigua tradición hebrea de la purificación de toda mujer después de un parto que habla de que cuarenta días después del nacimiento de un hijo, la madre iba al templo, llevando un cordero o una paloma para sacrificarlos. Una vez consumado el sacrificio, la mujer quedaba limpia de su “impureza legal”, María, como era pobre llevó dos tórtolas.
En oriente y al principio también en occidente, la conmemoración más importante era la del encuentro de Jesús con Simeón y ya desde el siglo V se tienen noticias de la celebración en Palestina de este acontecimiento por medio de una procesión con velas o candelas.
En la Nueva España se continuó la tradición y costumbres religiosas. Los misioneros del siglo XVI transplantaron las conmemoraciones, inesperados en el texto de Simeón en ese llevan la “luz para iluminar a los gentiles”.
La tradición pasó de generación en generación, y de uno a otro país; al nuestro, también, y arraigó. Se buscan padrinos que acompañen el acto de la bendición del Niño. Queda así establecido el compadrazgo, un vínculo muy respetado durante los tres años de su duración. El primer año se lleva la imagen del Niño acostado, como lógicamente debió estar en su cuna. El segundo año los dueños de la imagen llevan a un Niño sentado. Y el tercer año el Niño en el que acuden a la iglesia, está paradito, puesto que se supone que ya puede caminar e incluso correr.
Cuando en esta fiesta se concurre a la iglesia con el Niño Jesús, se llevan velas o candelas que quedan encendidas en representación de la luz de la fe, en el lugar del donante, que, aunque ausente, desea significarse en aquellas luces.
Más no acaba allí la obligación de los padrinos. El siguiente paso es “vestir al Niño”. Por estas épocas es usual encontrar en mercados, tiendecillas y en algunos establecimientos donde venden artículos religiosos singulares letreros que rezan: “Se visten Niños Dios”. Porque no cualquiera puede ataviar estas imágenes, muchas veces diminutas. Manos hábiles en la aguja y el correr del hilo, cosen y bordan primorosamente estas prendas muchas veces la especialización recae en señoritas, ya mayores, por lo que ha surgido el dicho: “ya te quedaste para vestir santos”, mismo al que la ingeniosa réplica popular contesta con otro, el también muy conocido: “es mejor vestir santos que desvestir borrachos...”
En la creencia popular lo importante de esta fiesta, es haber nombrado como padrino o madrina a la persona que el día de Reyes, dentro de su pedazo de rosca encontró el muñequito; esto además de lo ya mencionado lo compromete a dar en esta fecha la merienda que consiste por lo general en tamales de dulce y chile, acompañados de champurrado. Y para apagar la sed una rica agua fresca hecha con naranjas, ciruelas pasas, cacahuates, betabel y jícama y para adornarla un poco de lechuga picada.
Con esta celebración terminan las fiestas de la Epifanía.
Semana Santa
Semana Santa o “Semana mayor” como se acostumbra nombrar, era tiempo y aún lo es para gran número de creyentes en que se descartaban paseos y fiestas, en que latía un espíritu de recogimiento, en el que no podían faltar los ejercicios espirituales o días de retiro; costumbres y prácticas que con el tiempo se han ido olvidando.
La Semana Mayor empieza el Domingo de Ramos, que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Es una constante curiosa entremezclar lo cristiano con algunas reminiscencias de sabor pagano por ejemplo colocar palmas, una vez benditas, en puertas y cabeceras de cama, para su protección. En algunos lugares se acostumbra intercalar ramos de romero, que, según se dice, alejan las tempestades.
El jueves Santo, día que se celebra la institución de la Sagrada Eucaristía durante el acto conocido como la “Ultima Cena”.
Viernes Santo, día de luto. Durante todo el día en los templos, los fieles rezan y todas las imágenes se han retirado del altar o han sido cubiertas, quedando exclusivamente la “Virgen”, a la
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