Un sueño engañoso.
Enviado por Patricia Figueroa Pinochet • 23 de Septiembre de 2016 • Tarea • 877 Palabras (4 Páginas) • 204 Visitas
“Un sueño engañoso”
Era tan aburrido… la voz del profesor me provocaba sueño, al parecer no era la única a la que le ocurría eso. Era una tarde tranquila, hasta que, de pronto, el profesor dijo una calamidad:
-deben hacer una disertación.
Con mis compañeros cruzamos miradas con un poco de angustia.
El profesor ablandó el dolor de estómago que teníamos con la siguiente frase:
-se realizará en grupos de 3 personas.
Ahora el trabajo no se veía tan complejo, sin embargo, aún debía decidir qué compañeros integrarían mi grupo. Hubo algunos cambios, pero al final mi equipo estaba compuesto por: Ema Tapia, Ana Pérez y quien escribe.
Entonces, el profesor de historia dijo:
-cada grupo decide de qué personaje de la historia de Chile disertará.
Luego, se acercó a nosotras y preguntó:
-¿qué personaje investigarán?
-Bernardo O’Higgins- dije, yo…
-está bien- dijo como siempre, con su voz tan seria.
El profesor continuó preguntando puesto por puesto, nosotras mientras tanto, nos organizábamos para hacer la disertación.
El trabajo lo realizaríamos en la casa de Ana, el día miércoles siguiente.
Así fue, el día acordado estábamos las tres integrantes en la casa de Ana. No tardamos en hacer el trabajo. De hecho nos sobró tiempo. Pensamos en lanzarnos bombitas de agua, pero el día estaba nublado.
Estuvimos un largo rato aburridas, hasta que, de pronto, Ema dijo:
-¡Vengan a ver esto!.. ¡Rápido!
Ana y yo salimos de la casa y contemplamos un paisaje increíble: los pájaros cantaban, el sol alumbraba alegremente, las mariposas revoloteaban y un arcoíris rodeaba la casa.
-¡Vaya sorpresa!, ¿cómo sucedió esto?, pensé.
Hacía un rato estaba completamente nublado, las nubes estaban tristes, casi lloraban.
Nadie dijo ni una palabra, pero todas pensamos lo mismo: entramos corriendo a la casa, llenamos las bombitas de agua y salimos nuevamente al patio.
[pic 1]
La primera en lanzar su bombita de agua fui yo, la lancé junto a Ana, esperando que la dejara empapada. Para mi sorpresa no fue así, el agua que estaba dentro de ésta era sólida y tenía un color naranjo. Nos acercamos, Ana la tomó y dijo:
-¿qué es esto?
-parece un dulce- dijo Ema.
-comprobémoslo- dije yo.
Lo mordí, no era tan duro, más bien era como un masticable, con sabor a naranja.
Ana y Ema también lo probaron y dijeron simultáneamente:
-¡qué rico!, ¡sabe a naranja!
Esta vez Ana tiró su bombita de agua, pero de ésta salió un líquido rosa. Pensamos que era jugo, y no nos equivocamos, era jugo de frambuesa.
Ema repitió el mismo movimiento que Ana. Esta vez, al lanzar su bombita, salió gelatina. Lo descubrimos enseguida por la textura que tenía.
Pasamos el resto de la tarde así, jugando, hasta que oscureció y las aves dejaron de cantar sus melodías, por lo que decidimos entrar a la casa.
Cuando cerré la puerta comenzó a llover copiosamente. Yo pensé –“el clima de hoy ha sido muy extraño”.
Para entretenernos y pasar el resto de tiempo que nos quedaba, jugamos a la guerra de peluches, la que consistía en lanzarnos peluches en una de las habitaciones. Para hacer el juego más entretenido pusimos una cama entre nosotras como separación.
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