Urbanismo
Enviado por marielena_ • 12 de Junio de 2014 • 3.317 Palabras (14 Páginas) • 191 Visitas
MEDIO AMBIENTE EN LA CIUDAD
Una ciudad es un lugar construido por el ser humano para su comodidad, y en el que tiene todas las ventajas. La vida natural está, en buena medida, ausente. Sólo los parques, las riberas de los ríos, los animales de compañía, algunas aves, roedores, insectos, y arácnidos nos recuerdan el mundo salvaje. Pero la ciudad no sólo es un entorno artificial sino que es, también, un espacio concentrado, en el que los residuos se liberan al ambiente de manera masiva. La ciudad tiene su impacto en todos los órdenes del entorno. Provoca contaminación lumínica, permitiéndonos ver durante la noche, y ocultando el cielo nocturno. Presenta contaminación del aire, por culpa de la combustión de gasóleos y gasolinas, procedentes, sobre todo, del transporte. La contaminación atmosférica produce un aumento de CO2 y SO2, que provoca lluvia ácida en el entorno. La actividad humana genera gran cantidad de residuos biológicos, sólidos y químicos: basuras. La eliminación de basura es uno de los problemas más acuciantes de las ciudades. Entre todos los elementos que contaminan en la ciudad, el automóvil privado es el objeto individual que más impacto produce. Contamina el aire con la combustión, produce excesos de ruido, y ocupa gran cantidad de espacio, provocando atascos y dificultades de movilidad a los peatones. Además, necesita de una infraestructura para circular, que también es, de por sí, contaminante: las calles asfaltadas. Debido a los altos niveles de contaminación las ciudades tienen un clima diferente al del entorno. Normalmente, la temperatura en la ciudad es mayor que en las afueras. En situaciones atmosféricas en las que predomina un anticiclón térmico la diferencia se hace muy evidente, y aparece una isla de calor. La isla de calor consiste en el rápido aumento de la temperatura desde las afueras hacia el centro urbano. Allí los edificios y el asfalto desprenden el calor acumulado, y se eleva la temperatura. Esta diferencia de temperaturas provoca vientos locales desde el exterior hacia el interior. Las precipitaciones en las ciudades son las mismas que en el resto del entorno, pero la escorrentía es mucho más violenta, ya que el asfalto y la piedra convierten a las calles y alcantarillas en canales de aguas rápidas. Estas aguas arrastran las basuras acumuladas durante las épocas secas, lo que provoca un aumento repentino de contaminantes en los ríos. Pero la ciudad no sólo se limita a contaminar el entorno. Necesita, para mantenerse, materias primas y recursos naturales que ella misma no puede generar: agua, maderas, pierdas, energía, alimentos, etc. Todo lo ha de conseguir en la naturaleza, la que tiene cerca o la que está más lejos. Productos, todos ellos, que llegan a través de una red de carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. Redes que se extienden por el espacio entre ciudades. Del otro lado, los urbanitas vemos en la naturaleza un espacio de esparcimiento, y ocio. Vivimos en una cultura urbana, y todas nuestras actividades, la economía y las relaciones Sociales dependen de las buenas relaciones entre la ciudad y un entorno lo más sano posible.
Un modelo urbano en crisis: la ciudad difusa
Nuestras ciudades se van pareciendo cada vez más a lo que en términos técnicos se conoce como conurbación. Este concepto hace referencia a la urbanización sin freno que se difunde por el territorio de forma errática e incontrolada perdiéndose la noción de centro y de unidad en el trazado propia de las ciudades antiguas; es lo que se denomina gigantismo sin forma. Tal modelo de ocupación del territorio se apoya en el establecimiento de redes que facilitan el transporte horizontal de abastecimiento y residuos desde y hacia áreas cada vez más alejadas del entorno local e incluso regional de los asentamientos concentrados de población: el sostenimiento del sistema local depende de la explotación de recursos foráneos y la contaminación de ecosistemas distantes. Esta gran dimensión de la ciudad exige solucionar problemas graves de salubridad, gestión de residuos, diseño de redes de transporte, etc. que hasta ahora se han ido enfocando desde puntos de vistas parciales a medida que fueron apareciendo y a corto plazo en un gestionismo de la crisis que se come toda posibilidad de planificación. La polución del espacio urbano, la inseguridad sobre la higiene de los alimentos que consumimos, etc. son consecuencias negativas que el estilo de vida occidental tiene sobre los propios occidentales. Aunque desde un punto de vista ético resulte deplorable, lo cierto es que ha habido que esperar hasta que la problemática ambiental ha comenzado a afectar radicalmente a los países ricos, para que se empiecen a tomar medidas. Sin embargo, tal circunstancia no es nada novedosa en la historia, pues el inicio de la planificación y el urbanismo de las ciudades capitalistas lo encontramos en la Inglaterra victoriana. La extensión de las epidemias, la falta de limpieza, y demás, que sufrían sobre todo a los barrios obreros de Londres, Manchester, etc. comenzó a extenderse también por los barrios ricos con el resultado de que muchos miembros de familias acaudaladas morían por esta causa. Así, poco a poco fueron legislando e introduciendo normas de salubridad y mejora de la calidad urbana. Es más, a medida que se profundizan los problemas surgen innumerables actividades económicas para hacerles frente, con lo que se generan gran cantidad de intereses que dependen de la continuidad de la crisis para sobrevivir. Por ejemplo, actualmente están muy bien estudiados los impactos negativos del automóvil sobre la calidad de vida de la ciudad y el entorno (contaminación acústica, producción de gases nocivos para la salud, necesidad continua de espacio para el coche en detrimento de zonas verdes, etc.), con lo que para solucionarlos se multiplican las empresas y empleos relacionados con:
1. Reparación y revisión de vehículos para garantizar un nivel de contaminación determinado de las emisiones producto de la combustión de gasolinas.
2. Contratación de cuerpos policiales y de control para evitar comportamientos de riesgo entre los conductores.
3. Diseño y planificación de infraestructuras por parte de equipos de ingenieros y otros técnicos.
4. Creación de nuevas industrias para el desarrollo de tecnologías para el tratamiento de agentes contaminantes, gestión de aguas residuales, etc.
5. Creación de nuevos puestos de trabajo para ingenieros con vistas a mejorar la seguridad de los automóviles.
CLIMA URBANO
Se entiende por clima urbano a las condiciones del clima que poseen las áreas urbanas, en contraste con las que pudieran darse en un área rural. La urbanización, además de otras causas, ejerce tremendas modificaciones irreversibles (al menos desde el punto de vista económico) en el paisaje rural previo,
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