Van Dulmen Cap 4

VAN DULMEN

4- El primitivo Estado moderno y la crisis del siglo XVII

A. EL PRIMITIVO ESTADO MODERNO

La formación del primitivo Estado moderno es altamente compleja.

Sus orígenes se remontan a la Edad Media, no sólo en Borgoña desde temprano se dieron signos de una centralización del poder feudal:

• estructuración legal de los derechos de soberanía

• dominio territorial con administración propia

• integración de la Iglesia

• reivindicación autonómica de los principados

• centralización de administración y finanzas

• soberania estatal por encima de los intereses de los principes, en sentido politico, social y cultural

El primitivo Estado moderno fue esencialmente una constelación de problemas sociales, producto de:

• crisis del feudalismo

• polarización social

• guerras

• supresion de poderes intermedios

• concentración de los tributos

Fue en su sistema administrativo una respuesta a:

• aumento de la poblacion

• revolucion de los precios

• luchas politicas, religiosas y culturales de campesinos, bueguesesy nobleza entre sí

• lucha contra el poder central

También fue respuesta al incremento de la complejidad social, su responsabilidad no solo recaía en el bienestar material, sino que se extendía a la moral del país.

No sólo estuvieron implicados los intereses de poder de los principes, sino tambien de la nobleza.

Los principes promovieron la construcción del primitivo Estado moderno sobre la base de un sistema administrativo y fiscal asi como la integración de los poderes intermedios, nobleza e iglesia, que a su parecer les aseguraban el mantenimiento del poder.

La élite social, que eran altos funcionarios, contribuyeron a aumentar la efectividad del Estado territorial, esta élite propuso por vez primera unos planteamientos racionales de ordenación, el Estado se independizaba tanto del dominio patriarcal de los principes como de la nobleza. Promovieron tanto la unificación y pacificación del país como la financiación del aparato de Estado y el funcionamiento de la administración local.

La expansion del poder de la corte feudal absolutista o el fortalecimiento del parlamento liberal como medio de integración (superación) de las estructuras feudal-estamentales, contribuyendo con ello a reforzar el desarrollo de los Estados centralizados y soberanos. La burocratización de la sociedad y el desarrollo de la corte centralizada se deben ver como dos procesos que van de la mano.

I. La ostentación cortesana. El ceremonial del poder.

La función política de la corte ha tardado mucho tiempo en ser reconocida. La corte con su pompa, su ceremonial y sus exigencias de poder sobre la nobleza y los súbditos, era un instrumento tan valioso para su formación como el sistema moderno de administración.

El primer desarrollo como institución con presencia en todos los países europeos lo conoció la corte por primera vez en los siglos XVI y XVIII. No existían todavía cortes absolutistas en el sentido de la de Luis XIV, pero sí centros cortesanos políticos que cumplían una función normativa encaminada a controlar a todos los poderes políticos del país. La corte no fue un producto específico de la sociedad francesa, sino una creación de toda Europa, relacionada con el nacimiento de los primitivos Estados modernos y la diferenciación y polarización entre la nobleza y los estamentos.

El abastecimiento diario de la corte suponía un enorme esfuerzo de mantenimiento que ocasionaba grandes gastos. Para la financiación de estos gastos los soberanos reclamaban, en considerable cantidad, tributos y contribuciones de los estamentos. Aun a pesar de qe ya en el siglo XVI los estamentos se quejaban del ostentoso lujo de las cortes, consideraban una cierta representatividad del soberano, tan lógica como la consideraban los funcionarios burgueses. Que la dinastía gobernante se manifestase por medio de la brillantez y la grandeza del Estado cortesano era algo aceptado por todos los estamentos sociales.

Su funcionamiento se hacía a través de órdenes escritas, que aparecen por primera vez en todos los paises europeos en el siglo XVI, perseguían de forma global 3 objetivos:

1. pretendían regular la economía cortesana eliminando la corrupción y confusión que surgían sobre todo el incremento de la corte.

2. Definir la relacion entre el soberano y la corte

3. las ordenes de la corte regulaban la forma de vida de todas las personas pertenecientes a ella.

La diferenciación de la vida cortesana llevó al refinamiento de las costumbres y del comportamiento.

Pero con el tiempo la sociedad cortesana y la corte se convirtieron por la presión de la práctica cotidiana del ceremonial y la noble educación en una “buena sociedad”. Cada miembro de la sociedad cortesana poseía una funcion determinada que debía ejercer noblemente para honor y dignidad del soberano.

Debía testimoniar tanto ante la nobleza y el pueblo como ante los representantes extranjeros, el rango la honra, la dignidad y la gloria del soberano y de su dinastía. No intentaban conseguir el prestigio del poder solamente, sino también el poder en sí, la suntuosidad cortesana era empleada no sólo como representación sino también como pretensión de poder. La vida representativa en la corte debía contribuir a conseguir nuevas y concretas relaciones en posición de igualdad de poder frente a otras casas reales.

Lo que perseguía el soberano era atraer a la nobleza a la corte, domesticandola mediante la participación en su brillantez y aumentándola para de este modo alejarla de sus influencias regionales y de sus contactos con el pueblo. El hecho de que este preoceso de acortesanamiento de la nobleza desde finales del siglo XVI fuese llevado con éxito, y no sólo en Francia, se debió por un lado al empobrecimiento originado por la crisis agraria y la explosión de los precios en el siglo XVI, o lo que es lo mismo, al empobrecimiento de la nobleza, que la obligó a buscar nuevas fuentes de ingresos, y por otro, al atractivo cada vez mayor de la corte, con el generoso reparto de cargos ministeriales a la alta nobleza bien remunerados y de gran prestigio. E noble ya no defendía su propio honor, sino el de la gran casa real. Este proceso de integración a la vida cortesana, con la consiguiente pérdida de sus posiciones autónomas, fue promovido por dos medios: títulos nobiliarios -que marcaban la posición dentro de la corte y con ello que distancia tenía del soberano-y el ceremonial- que tenía una liturgia eclesiástica, servia para ocupar y controlar a los nobles

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