Yo Soy Ignacio Allende
Enviado por claudiafo • 24 de Noviembre de 2014 • 520 Palabras (3 Páginas) • 656 Visitas
Yo soy Ignacio Allende, nací el 21 de enero de 1769, en San Miguel de Allende, soy un criollo, hijo de españoles. Mis papás fueron: Domingo Narciso de Allende Y Ayerdy, un acaudalado hacendado y comerciante, y mi mamá fue María Ana de Unzaga.
Me gusta andar a caballo, el campo, la charrería y soy de carácter fuerte, entre al ejército Virreinal y luego de dos años ya era capitán.
Conocí a otros criollos liberales que estaban descontentos con el gobierno de España. También participe en una de las reuniones para planear la lucha de la independencia de México celebrada en Valladolid (hoy Morelia), fui descubierto y denunciado por Joaquín Arías y avise al corregidor de Querétaro Miguel Domínguez, su esposa Dña. Josefa Ortiz de Domínguez y al cura Dn. Miguel Hidalgo y Costilla.
El cura Dn. Miguel Hidalgo adelantó la rebelión porque ya nos habían descubierto y nos levantamos en armas la noche del 15 de septiembre de 1810 en el pueblo de Dolores Hidalgo, con el apoyo de los criollos e indígenas y de mi regimiento militar de San Miguel de Allende con 800 soldads.
Tomamos la ciudad de Celaya, Guanajuato y después Morelia, donde ya éramos 80,000 soldados.
El Virrey ofreció una recompensa de 10,000 pesos a quien nos entregara vivos o muertos. nos persiguen las tropas del Virrey español, abandonamos Guanajuato y nos derrotan en Aculco y Puente de Calderón.
Como a Dn. Miguel Hidalgo le falta estrategia militar, me nombran cabeza del movimiento y en esa reunión dividimos nuestro ejército en dos. Ignacio López Rayón va a ir a Morelia a seguir la lucha, y yo junto con el cura Hidalgo y un pequeño ejército, vamos al norte hacia Estados Unidos a conseguir dinero, armas y tropas.
Al pasar por el desierto de Coahuila, nos falta agua y paramos en Acatita de Baján porque el oficial Ignacio Elizondo nos ofreció un lugar para descansar, dar agua a los caballos y llenar nuestros cantaros, pero nos traiciona, intercambiamos disparos y matan a mi hijo. Fuimos detenidos, nos llevaron a Chihuahua donde fui juzgado por insubordinación, fuí condenado y fusilado el 26 de junio de 1811.
Pintura que muestra la detención de Allende en el desierto de Coahuila.
A mi cadáver le quitaron la cabeza y la colgaron dentro de una jaula en una de las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas en la ciudad de Guanajuato como escarmiento a la población para que ya no se levantaran en armas.
La alhóndiga de Granaditas, era para almacenar maíz y harina.
Ahí colgaron mi cabeza.
Durante 10 años, estuvo mi cabeza en una esquina de ese edificio junto a la de Hidalgo, Aldama y Abasolo, hasta que en 1821 el nuevo presidente de México Anastasio Bustamante ordenó su descenso y entierro con honores militares, mis restos están en la columna de la Independencia de la ciudad de México.
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