1984 Tercera Parte

Resumen “parte 3”

Winston no sabía dónde estaba, quizá estuviera en el ministerio del amor, se encontaba en una celda donde se encontraban cuatro telepantallas observando y escuchando todo lo que había en la celda, sentía un dolor horrible en el vientre, también tenía bastante hambre. No sabía cuántas horas llevaba ahí. Se hallaba con más delincuentes en la misma celda, en ella escucho hablar de la celda 101, la cual no sabía que pudiera albergar. Mientras estaba en la celda solo pensaba en su hambre, ya no recordaba a Julia ni le preocupaba lo que le estuviera pasando. Sin embargo pensaba con más frecuencia en OʹBrien, pensaba en la cuchilla de afeitar que le proporcionarían, e intentaría suicidarse en cuanto la tuviera en sus manos o eso pesaba ya que el quería seguir con vida.

Poco tiempo después la puerta se abrió dejando ver a Ampleforth, el cual detuvieron por haber puesto en uno de sus versos la palabra dios ya que no encontró otra que quedara con el verso. Platicaron un rato más pero después a Ampleforth se lo llevaron a la celda 101.

Pasado un tiempo la puerta volvió a abrirse dejando ver a Parsons, Winston no cabía de la impresión, Parsons le conto que mientras dormía había dicho varias veces que odiaba al gran hermano, su hija de siete años la escucho por la cerradura y lo denuncio. Tiempo después se llevaron a Parsons, más reos iban y venia y más escuchaba sobre la puerta 101.

Mientras pensaba en sus cavilaciones OʹBrien entro a la celda, Winston pensó que a el lo habían atrapado, este le dijo que hace mucho tiempo que lo habían hecho, OʹBrien dejo pasar a un guardia que golpeo a Winston en el codo.

Winston yacía sobre una cama que lo sujetaba, OʹBrien estaba a su lado mientras que del otro lado se hallaba un hombre con chaqueta blanca. Su pesadilla comenzó con ese golpe en el codo, se dio cuenta después de que esa era una ligera introducción a un interrogatorio rutinario. Winston no podía recordar las veces que le habían pegado ni cuánto tiempo habían durado los castigos, durante ese lapso el dolor era insoportable haciéndolo confesar todo hasta crímenes que él ni siquiera había cometido. Las palizas se habían hecho menos frecuentes ahora los que lo interrogaban eran miembros de partido. Su finalidad era solo humillarlo y destruir en el la facultad de razonar, de encontrar argumentos. Sentía que O'brien estaba detrás de todos los interrogatorios, pensaba que era su atormentador, su protector, su inquisidor y su amigo. Una voz le había murmurado que lo había estado observando durante siete años, recordó la voz que le había dicho en un sueño que se encontrarían en el sitio donde no hay oscuridad. Esa voz era la de O'Brien.

No podía moverse estaba muy bien sujeto, se encontraba con O'Brien, el cuan tenía un artefacto para causar dolor en Winston. Se le hicieron una serie de preguntas las cuales tenía que

...