9 VECES EL ASOMBRO

EL BARCO

9 VECES EL ASOMBRO, Alberto Ruy Sánchez

“9 veces el asombro está escrito” entre narrativa y poesía, es algo nuevo, un estilo propio del autor. Es un texto que logra transportarte a lo más profundo y sensitivo que se encuentra en cada lector. Una obra de arte.

En éste libro, Ruy Sánchez narra cómo es que se lleva la vida y hechos dentro de Mogador, una ciudad que no se sabe exactamente en donde está localizada, quizá dentro de cada ser. Está dividido en “9 asombros”, cada asombro te narra una sensación mística, que es descrita con sutileza y seducción, que puede sentirse muy dentro, que logra volarte, que logra ser explícita y entrar para jamás salir de tu mente; sensaciones y experiencias que en vida real no logramos apreciar, solo ejecutar, que no logramos comprender su verdadera expresión y razón.

Al leer éste libro realmente pudimos sentirlo, no fue como leer cualquier otro, nos envolvió y recorrió cada parte de nuestra alma, de nuestro ser, fue algo catártico, místico, fascinante, realmente nos sedujo.

Algunas lecturas similares o que han logrado causar algo similar son “Lolita” de Vladimir Nabokov, “El amante” de Marguerite Duras. No queremos decir que se traten de lo mismo, pero la similitud que encontramos está únicamente en las sensaciones causadas hacia el lector, logran ser en cada caso así de intensas.

La única cita que dejaremos es del Vladimir, “Nos enamoramos simultáneamente, de una manera frenética, impúdica, agonizante”.

Queremos hablar de una canción que logra evocar las mismas sensaciones, pero para que hablar, es mejor escucharla, hablamos de “Dead can dance” del grupo Dvorzhum.

Asombro I:

En este texto el autor describe el poder que tienen las palabras, los verbos, las frases y los significados de las mismas para enamorar a alguien. De igual manera para aquellos ya enfrascados en las llamas de la pasión vocalizar es un arma que apuñala amorosamente a la otra persona y la deja rendida a tus pies con ritmos secretos en donde hasta el silencio atrapa y somete.

Citas:

• “A esa hora más que a ninguna, las palabras pueden ser bravos detonantes…”

• “Porque los amantes son frágiles como papel ante el roce ardiente de ciertas palabras.”

• “Los amantes se escuchan incluso a través de sus silencios.”

Asombro II:

Aquí se logra crear una especie de metamorfosis entre dos seres humanos tomando como punto de partida el azafrán. Es un baile afrodisiaco que tortura de placer a aquellos que se atreven a bailarlo unidos por un instrumento, un sentimiento y un fin común, idealmente, que en este caso es el azafrán.

Citas:

• “tomaron la palabra azafrán y la convirtieron en un instrumento más para acariciarse.”

• “Azafrán era y es el nombre de un tesoro. Pero también un conocido veneno si se le toma con exceso.”

• “Tu voz me hace sentirme azafranado”.

Asombro III:

Aceite se transforma en un elemento más de el acto amoroso. Un esclavo de la pasión humana que desmedida desemboca siempre en la búsqueda de algo más, algo diferente, algo ajeno a nuestros propios organismos imperfectos que nos complete y nos ayude a amar y a ser amados. Todos somos aceite, todos somos liquido inexistente que corre y se riega a la mar del tiempo pero en el amor aquel mismo aceite nos desplaza permitiéndonos encontrar, así sea por un ínfimo segundo, aquello que siempre nos hizo falta.

Citas:

• “De sus sílabas se desprendió un aroma que llenó el aire: envolvía sin ser dulce y atacaba a la lengua sin ser salado. Aceite.”

• “Los amantes piensan que así quieren crecer uno dentro del otro, con voracidad veinte veces desmedida. Con sed veloz en las venas más ocultas y vueltos aceite al final del día.”

• “Aceite hace que las manos naveguen como si llevaran viento.”

• “Aceite adormila y hunde. Provoca desde muy aden- tro. Aceite alborota el hambre más oscura de los cuerpos.”

Asombro IV:

De la luz mogadoriana.

“...la gente dice “me dio un aire” cuando ha tenido una idea brillante. Y cuando una mujer desea a alguien y ese deseo le pone los ojos brillantes se dice que “ella mira con aire”.

“Dicen que cuando la felicidad es muy intensa los amantes brillan desde adentro de sus cuerpos y dura varios días el resplandor que los delata…-...dicen que de esa manera la luz de Mogador transforma profundamente a los amantes dándoles más agudeza en todos los sentidos.”

“Que el deseo en los ojos de las mujeres es parecido al brillo de la luna: ilumina toda desnudez con mayor calma. Pero provoca también una decidida fuerza de gravedad que atrae tanto a los hombres como a las mujeres.”

Hablamos de una Luz radical que portan los habitantes de Mogador, que es con la cual enciende el deseo, así como la cual nos distingue en el acto sexual, importando poco la vista, sino más bien los sentidos. Y que la mujer es la “chispa” de los deseos, y cuando se está en el acto, la gravedad es irrelevante y se elevan, se pierden, como la atracción de una llama de una vela, en un cuarto oscuro.

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