ANÁLISIS DEL LIBRO “LAS MISERIAS DEL PROCESO PENAL” DE FRANCESCO CARNELUTTI, UNA PERSPECTIVA A PARTIR DEL IMPUTADO

ANÁLISIS DEL LIBRO “LAS MISERIAS DEL PROCESO PENAL” DE FRANCESCO CARNELUTTI, UNA PERSPECTIVA A PARTIR DEL IMPUTADO

El libro “Las Miserias del Proceso Penal” desarrolla la incógnita de cómo debería ser el derecho y de qué es verdaderamente, es un escrito que critica el procedimiento mismo, en este, a grandes rasgos, Carnelutti analiza el procedimiento penal desde tres perspectivas fundamentales: lo religioso, lo filosófico y lo jurídico. De tal forma que, la intención en los renglones siguientes, es relacionar las críticas realizadas por el jurista italiano, con la realidad que vive el sujeto imputado en el proceso.

Una de las partes más importantes que se puede encontrar dentro del proceso penal es el “hombre en jaula”, como lo llama Carnelutti, pero este hombre en jaula no es más que un hombre con una historia, y conocer esa historia implica conocer la sucesión de los hechos, el hilo que los vincula entre sí y conocer el espíritu de la persona; espíritu que no solo se forma debido a las situaciones que ha enfrentado durante su vida, sino que también a las situaciones que ha de vivir, es decir, situaciones futuras que nunca serán tenidas en cuenta en el proceso porque esto es imposible, pero que según el autor son realmente necesarias.

El preso, suele ser un hombre lleno de miedo y hambriento de amor, usualmente suele ser una persona con una necesidad de amistad, amistad que, para Carnelutti, es necesaria en la función histórica del juez, ya que si se tiene este lazo, el juez podría conocer estos hechos internos de forma sincera, de esta manera podría observar el alma del imputado para así el conocer la verdadera intención de su actuar, intención que se sabe, es importante para determinar la culpabilidad. Al respecto, el jurista italiano, hace una fuerte crítica, pues al no ser posible que el juez dedique todo el tiempo necesario para crear un lazo de amistad, la función de investigación que este cumple es “burdamente aproximada”.

Posteriormente el autor hace una nueva crítica, ello se debe a que aunque el juez y el imputado tuviesen esa amistad, el proceso requiere que estos hechos sean comprobados y no existe mecanismo social que permita corroborar de forma exacta lo que solo el alma sabe. Debido a la soledad que vive el imputado, este siente que todo el mundo está en su contra, y entre esa necesidad de amor y de amistad, se encuentra con una aún más grande, y es que alguien se ponga de su lado, que alguien se ubique en el último peldaño de la escala junto a él.

Hay una metáfora que trata de explicar un poco como funciona la psicología de la mente de un preso:

Unos cazadores capturaron a un león muy fiero y lo encerraron, dentro de una jaula, el león siempre fiero trata de escapar con todas sus fuerzas de su desdichada prisión, pero con el paso de los días y los años en los ojos del león ya no se notaba la misma fiereza que había tenido en pasado y solo quedaba un animal indefenso.

La anterior, traduce que aunque el reo haya sido el ser más despreciable, sus ganas de seguir se empiezan a apagar poco a poco. Y por eso, resulta importante analizar la sociedad, porque muchas veces la resocialización de una persona depende de lo fácil o lo difícil que esta última lo haga.

Cuando se hace un análisis del actuar de la sociedad se encuentra que, aun cuando el preso ya haya cumplido con su condena, la sociedad sigue poniéndole diferentes trabas para que éste desarrolle su vida, la ciudadanía lo ve como un preso, lo desprecia y lo humilla; es ahí donde surge la reflexión de cuál es el verdadero lugar donde cumple su condena, si en una prisión física, o en la prisión que establece la sociedad que lo mantiene prisionero de los estigmas sociales, limitado a juicios de valor que solo tiene en cuenta su actuar típico, y se queda corto en la búsqueda de esa alma que para el autor es tan importante.

El proceso, el cual es el camino que debe andar el imputado luego de contrariar el contrato social, allí es donde aparece el juez y los demás sujetos procesales. Los jueces se encuentran en el peldaño más alto del proceso, y a su disposición se encuentran abogados, imputados y el ministerio público. Para desarrollar su función correctamente, es importante que conozcan de los hombres, buenos y malos, para aprender así a distinguirlos. Esta habilidad se adquiere

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