Algo sobre la muerte

Para comenzar, quiero decir que, cada persona es diferente, y cada mente es un mundo, por lo tanto, no a todos nos causa el mismo impacto la lectura de este o cualquier otro poema, o texto.

En lo personal, fue necesario que leyera el poema más de una ocasión, la primera vez, no preste mucha atención y ni siquiera termine de leerlo, pues me pareció algo tedioso, la segunda, fue en el salón clase, y como me toco leer un fragmento, comencé a prestarle atención, y, me di cuenta, de que movió algo dentro de mí, pues describe a la perfección un momento que muchos hemos sentido o que, con toda seguridad, llegaremos a sentir: la muerte.  

El poema comienza hablando sobre la espera, ese incomodo momento en que sabemos que la muerte está cerca, pero, o nos negamos a aceptarlo, o aún tenemos la esperanza de que la situación de un giro y la suerte esté a nuestro favor.

Ese fu el primer momento en que me sentí identificada, pues, casualmente, dos de mis tías fueron diagnosticadas con cáncer el año pasado, por lo que me sentí completamente identificada.

Creo que cuando escuchamos la palabra “cáncer”, automáticamente la relacionamos con la muerte, nos volvemos pesimistas y pensamos que no hay cura, que el cáncer acabara con todo, y si, a mi también me paso,  y experimente

Hay una parte del poema que dice  “Esperar que murieras era morir despacio, estar goteando del tubo de la muerte, morir poco, a pedazos.”

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