Analisis literario de "Humo en la Neblina"
Enviado por José Alex Olaya Ravenna • 9 de Febrero de 2016 • Ensayo • 3.594 Palabras (15 Páginas) • 591 Visitas
UNIVERSIDAD DE LIMA[pic 1]
Programa de Estudios Generales
“Los Miserables de Lima la Horrible” un análisis y reseña de la obra “Humo en la Neblina” de Eduardo Adrianzen
APELLIDO Y NOMBRE DE INTEGRANTE:
OLAYA RAVENNA, José Alex Moisés
Sección 224
Análisis para la asignatura
Literatura
Lima, 2015-2
1. Argumento de la pieza
La obra teatral “Humo en la Neblina”, del dramaturgo Eduardo Adrianzen, narra los últimos días del ilustre escritor peruano Sebastian Salazar Bondy. En la pieza, dirigida por la aclamada realizadora Ruth Escudero, no solo se presenta el preámbulo de la muerte del escritor, pero también se presenta la corta y antagónica relación que este sostiene con Roberto. Este personaje, interpretado por Francisco Cabrera, es un limeño que después de radicar en Paris por más de una década decide volver a la ciudad de la que alguna vez escapó en su juventud. La obra comienza in media res con el arribo de Roberto a la redacción del periódico donde trabaja el personaje de Juan Carlos Pastor, Salazar Bondy. En un inicio pareciera que el personaje de Roberto solo busca un consejo de escritor, y que este admira de sobre manera al periodista al nivel de querer escribir sobre la misma temática que el periodista, Lima. Mientras transcurre el dialogo entre ambos personajes, una figura ambigua se mueve en el fondo del escenario, y este personaje le recuerda a Sebastian la opinión que tiene el público de su figura y lo que esta refleja “ateo, comunista, intelectual”. Este gallinazo funge la función de la conciencia de Salazar y del augurio de su muerte. Luego de reflexionar sobre la labor de un escritor y lo que significa Lima, la recomendación que le da Salazar Bondy a Roberto es que encuentre a un personaje que refleje todo aquello que Lima representa.
Culminada la escena, la iluminación del escenario cambia y enfoca al personaje de Flor de María, una secretaria de bajos recursos que se encontraba en una entrevista de trabajo. En esta escena, no solo se evidencian los prejuicios de la sociedad peruana del siglo XX, como el racismo, sino que se conectan ambas historias en la línea argumental de Roberto. Flor de María es enviada por una agencia de empleos a la residencia de Roberto, a quien encuentra en paños menores. Sostienen una corta conversación sobre lo que tendría que ser y representar un escritor, que poco a poco va revelando detalles de la vida de la secretaria en el Rimac. Las vivencias y la imagen de Flor de María tienen un efecto sobre Roberto quien decide ponerse zapatos como ella le pidió y decide utilizarla como foco de su novela.
Roberto acude nuevamente a la redacción de Salazar Bondy, a quien se le ve más decaído. Conversan un breve momento sobre la situación de la novela de Roberto y luego este último pide trabajo. Sebastian Salazar Bondy dice que él sabía que esa fue la intención de Roberto desde el inicio, pero que no podía ayudarlo. La discusión se acalora y Roberto revela que su situación económica es muy precaria, y que si no recibe ayuda por parte del periodista tendrá que “hacer cosas terribles”. Luego de esta amenaza, Roberto sale de escena y quedan los Gallinazos con Salazar Bondy.
De vuelta con Roberto, este empieza a enamorar a Flor de María con el fin de socavarle información sobre sus ahorros y convencerla de que los invierta en su novela. La secretaria cae rendida frente a la seducción de Roberto y se entrega por completo, no sin antes contarle el momento más duro de su vida, la relación que sostuvo con un comerciante de la sierra. Nuevamente, se evidencian las concepciones racistas y centralizadas de la Lima del silo pasado, y esto nos invita a reflexionar sobre la vigencia de estas percepciones e ideas marginadoras.
Los nuevos amantes empiezan su romance y la escena se traslada a un hospital donde yace enfermo del hígado Salazar Bondy. Roberto entra en escena y le revela su plan de utilizar a Flor de María como fuente de inversión y luego desecharla. Posteriormente procede a insultar a Salazar Bondy y se retira. El hasta entonces convaleciente periodista se levanta y dice que a veces pretende dormir para que no lo molesten. Salazar Bondy entonces sostiene un dialogo con los Gallinazos, su conciencia, que le revela que por más que intente escudarse en el trabajo no podrá escapar a la muerte, y que morirá como todos los intelectuales, sin haber podido concretar ninguno de sus pensamientos.
Acto seguido la escena se traslada a la residencia de Roberto donde Salazar Bondy trata de abrir los ojos de Flor de María, y le dice que Roberto es un vividor que no la merece. Ella se niega a creerlo y le dice que si está siendo engañada, no le importa en tanto sea feliz. Roberto entra a escena y comienza una altercado físico con el periodista. Luego de la pelea este le pide un último cigarro, y se retira sabiendo que intento por lo menos salvar a alguien que representa a la Lima que el tanto amaba. Se narra el desenlace de las vidas de los protagonistas. Salazar Bondy muere una mañana sin previo aviso. Roberto abandona a Flor de María y luego de reescribir su novela cinco veces decide no publicarla, tal y como predijo Salazar Bondy. Flor de María se convierte en amante del comerciante serrano y se condena a vivir como “la otra” por el resto de sus días.
La última escena muestra como Salazar Bondy habla con un cobrador de combi del siglo XXI muerto en un accidente de tránsito. Intercambian percepciones sobre Lima y las historias de su muerte. El periodista vuelve a ser jovial, ya que siendo un espíritu en limbo no lo aqueja la enfermedad. Mientras estos personajes conversan notan algo extraño en el horizonte, una bandada de Gallinazos. El cobrador se asusta con dicha aparción y cuestiona al periodista sobre la misma, a lo que este responde “somos nosotros” los habitantes de Lima que al igual que los gallinazos nunca abandonaran del todo a “Lima la horrible”.
2. Análisis de Personajes
2.1 Sebastian Salazar Bondy
El personaje interpretado por Pastor, Sebastian Salazar Bond, no solo es el reflejo del escritor sino que constituye una crítica a las frustraciones de los intelectuales del siglo XX, de entre las cuales resalta la de no poder concretar ninguna de sus recomendaciones. Estas frustraciones no se limitan solo a los intelectuales, se pueden relacionar a todo aquel limeño que vio sus sueños y aspiraciones truncas como Salazar, Roberto o Flor de María.
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