Andromeda
Enviado por zandroelrey • 12 de Mayo de 2014 • 8.253 Palabras (34 Páginas) • 248 Visitas
(Viena, 1844 - Decino, 1906) Físico austriaco cuyas aportaciones en el campo de la teoría cinética de gases marcaron el desarrollo posterior de diversos campos de la Física. Su novedosa aplicación de métodos probabilísticos a la mecánica permitió una fundamentación teórica de las leyes fenomenológicas de la termodinámica y marcó el camino para el desarrollo posterior de la termodinámica del no equilibrio.
Ludwig Boltzmann
Nació en el seno de una familia acomodada y heredó cuando aún era joven una pequeña fortuna de su abuelo materno, gracias a lo cual se pudo concentrar en sus estudios a pesar de perder a su padre cuando sólo tenía quince años. La enseñanza media la cursó en Linz, Austria septentrional, adonde su familia se había mudado, y ya en aquellos primeros años de estudiante se puso de manifiesto su curiosidad (estudiaba las plantas y coleccionaba lepidópteras) y su temperamento apasionado al revelarse como un estudiante impaciente y ambicioso.
Durante sus estudios universitarios tuvo como profesores a José Petzval, Anrease von Ettinghausen y Joseph Stefan, entre otros. Durante su ayudantía docente entre 1867 y 1869 colaboró con Joseph Stefan en las investigaciones que llevaba a cabo sobre las pérdidas de energía sufridas por los cuerpos muy calientes. Años después, en 1884, Boltzmann dedujo, a partir de los principios de la termodinámica, la ley empírica de Stefan, formulada en 1879, según la cual la pérdida de energía de un cuerpo radiante es proporcional a la cuarta potencia de su temperatura superficial, y demostró que ésta sólo se cumplía si el cuerpo radiante era un cuerpo negro.
Entre los años 1869 y 1873 enseñó Física Teórica en la Universidad de Graz y estudió en Heidelberg y Berlin con Bunsen, Kirchhoff y Helmholtz. Después de cuatro años en la Universidad de Graz, en 1873 aceptó la titularidad de una de las cátedras de matemáticas en la Universidad de Viena. Cuando tres años más tarde volvió a Graz, en 1876, como catedrático de Física Experimental, ya había publicado trabajos que le habían hecho bastante conocido tanto entre científicos consagrados como entre jóvenes talentos.
Entre estos últimos cabe mencionar Svante Arrhenius de Suecia y Walther Nernst de Alemania, quienes irían a estudiar con él a mediados de la década de 1880. Wilhem Ostwald, Premio Nobel de Química en 1909, a pesar de ser uno de los principales rivales intelectuales de Boltzmann y de defender ambos firmemente posturas radicalmente opuestas, también le visitaría en Graz. Compañeros años más tarde en la Universidad de Leipzig, durante 1900 y 1901, parece ser que las relaciones personales entre ambos se mantenían en unos términos socialmente aceptables. Las disputas científicas que mantenían, sin embargo, eran verbalmente violentas y tremendamente acaloradas, y el ánimo de Boltzmann se veía seriamente afectado por ello, hasta el punto de padecer problemas psíquicos graves e intentar suicidarse durante su estancia en Leipzig.
En 1902, después de haber dejado Ernst Mach la Universidad de Viena en 1901 debido a su mal estado de salud, Boltzmann volvió a esta universidad para ocupar la cátedra de Física teórica, cargo que ya había ocupado anteriormente desde 1894 hasta 1900 y que había abandonado debido precisamente a su aversión a Mach, su otro gran opositor científico, titular de la cátedra de Historia y Filosofía de la Ciencia desde 1895. Además de la cátedra de Física teórica, ocupó también la de Historia y Filosofía de la Ciencia que había quedado vacante tras la marcha de Mach.
En 1904, Boltzmann visitó la Feria del Mundo en St. Louis. Durante su estancia en Estados Unidos leyó una serie de conferencias sobre matemáticas aplicadas y visitó Berkeley y Stanford, pero desafortunadamente no se percató de que los nuevos descubrimientos concernientes a la radiación, de los que había tenido noticia durante esta visita, constituían una prueba más de que sus teorías eran correctas.
A pesar de haber gozado de cierto reconocimiento académico (desde 1900 fue miembro de la Academia de Ciencias de París y también fue doctor honoris causa por la Universidad de Oxford), sin sólidas pruebas experimentales que dieran validez a su trabajo, los ataques contra él fueron incesantes. Durante las vacaciones de 1906, mientras su mujer y su hija nadaban en la bahía de Decino, cerca de Trieste, Boltzmann se suicidó, poco tiempo antes de que empezaran a llegar dichas pruebas y fueran aceptadas sus ideas de forma generalizada, zanjándose definitivamente la disputa entre atomistas y sus opositores.
La causa del suicidio de Boltzmann se ha atribuido a la falta de aceptación de sus ideas. El compromiso de Boltzmann con la búsqueda de la verdad, y la escasa repercusión que tenía el resultado de esta búsqueda en una sociedad en la que pesaba más la tradición, afectó profundamente a Boltzmann. Pero quizás sea un poco precipitado y excesivamente simplista atribuir por entero a este motivo las causas de una decisión tan drástica, en la que es posible que jugara también un papel fundamental alguna enfermedad mental causante de su depresión.
Boltzmann no era una persona de ánimo templado, de tibios estados de humor e insensible a las circunstancias externas que le tocara vivir, sino que alternaba bruscamente periodos de expansión y buen humor con otros de introversión y profundo decaimiento. No podía evitar que las discusiones intelectuales con sus rivales le afectaran emocionalmente. A pesar de sus altibajos emocionales, desplegaba un irreverente sentido del humor que le impedía tomarse en serio a sí mismo o caer en la austeridad y severidad característica de los profesores alemanes de la época.
Él mismo recordaba cómo "cuando inocentemente adopté mi comportamiento habitual el primer día en el laboratorio de Berlin, una sóla mirada de Helmholtz dejó claro que la alegría y el buen humor no eran dignos de los eruditos". Si bien su falta de formalidad probablemente no contribuyó a la aceptación de sus ideas por parte de aquellos que las denostaban, sí pudo contribuir a que Boltzmann fuera un profesor brillante y empático. Sus conferencias sobre la filosofía de la ciencia despertaban tanto interés que incluso el emperador Francisco José le invitó a la corte para que expusiera sus ideas filosóficas sobre la ciencia, ideas que anticiparon las de filósofos de la ciencia posteriores como Karl Popper y Thomas Khun.
Su trabajo científico estuvo marcado por la disputa que había en la época entre aquellos que defendían la hipótesis atómica y concedían a los átomos una existencia real y aquellos que, como Wilhem Ostwald y Ernst Mach, negaban su existencia y su papel fundamental en la descripción del mundo físico. En la época de Boltzmann hacía tiempo
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