Angeles Del Abismo

Resumen del libro: “Ángeles del Abismo”

De Enrique Serna

La historia comienza situada en el siglo XVII en la capital de la Nueva España. La protagonista se describe como una criolla de piel apiñonada y rubios cabellos, una moza entrada en la pubertad de nombre Crisanta Cruz que vive en una modesta casa con su padre Onésimo, su madre, según nos cuentan, que era una actriz devota y liberal, la abandonó casi recién nacida. Por este acto Crisanta crece aborreciendo a su madre.

De manera casi inmediatamente se nos describe como solía ser la vida cotidiana en la Nueva España, en este caso visto desde la perspectiva de Crisanta: las calles empedradas, los grandes charcos que se formas en las calles, las filas de la clase trabajadora, en este caso los indios, formados a la espera de su turno para comprar un tamal y un atole.

Crisanta va a la escuela, donde como las niñas tiene amigas y enemigas, las chicas de su desagrado son aquellas que pretenden ser superiores a las demás por ser hijas de familias de la clase media y alta. A pesar de ser una niña Crisanta tiene bien en claro el respeto y la igualdad hacia todas las personas; ricos y pobres, indios y españoles.

Penosamente su padre no pensaba igual que ella, ya que él se encontraba bastante frustrado debido a que los indios comenzaban a trabajar en su misma profesión, además tenía la costumbre de beber cada vez que tenía disgustos de este tipo o a veces lo hacía por simple gusto en compañía de sus amistades.

Es así como podemos notar que en este tiempo también solía haber gente que respetara a su prójimo de manera honrada y justa. Crisanta era claramente una niña humilde, muy alegre, traviesa, y de buenos sentimientos.

Sin embargo esa forma de vida terminó bruscamente cuando su padre volvió ebrio a su casa y arremetió contra su propia hija, abusando sexualmente de ella. Después de esa aberración Crisanta quedó trastornada y resentida con su padre. Lo cual será clave para explicar sus futuros eventos y decisiones.

Por otra parte, de modo alternado, se nos presenta a otro de los protagonistas a Tlacotzin un indio hijo de madre y padre también indios. Su padre Axotécatl solía ser estricto y exigente con su hijo, no mostraba ningún sentimiento, enseñó a Tlacotzin a cazar aves para luego usar su plumaje para el arte de mosaico de plumas. Su madre Ameyali era una india convertida al cristianismo por el fray Gil de Balmaceda, un fraile de la orden jesuita. En su hogar, Tlacotzin sin duda se dio cuenta de lo ocurrido, tenía a sus padres divididos por cuestiones de creencia religiosa, su madre les rezaba a Cristo y a la Virgen María, mientras que su padre lo hacía a los antiguos dioses aztecas. Ameyali insistía en bautizar a su hijo, su padre su oponía severamente ya que él deseaba que su hijo adorará a los dioses aztecas. Por ende en una noche Tlacotzin es sustraído de su casa por su padre, quien lo guía a una caverna secreta donde él y más indios adoraban a sus ídolos.

En esa caverna se llevo a cabo un rito de iniciación a Tlacotzin por la sacerdotisa Coanacochtli, en esos momentos Tlacotzin vio algo que lo conmovió, el rostro orgulloso y feliz de su padre que al fin mostraba emociones. Tras festejar y fumar una pipa ceremonial durante casi toda la noche, todos menos Tlacotzin se quedaron dormidos, a continuación su madre lo llamó y se lo llevó a lejos, hacia el convento de Tlalmanalco, donde fueron recibidos por el fray Gil.

Cabe destacar en esta parte de la lectura la labor evangélica, que, desde la llegada misma de los españoles al nuevo mundo, había obligado a los indios a abandonar su religión, acusando tal de satanismo y castigado severamente a quienes se negaran a adoptar el cristianismo. Su madre de Tlacotzin fue una de las convertidas.

Ya en el convento, Tlacotzin quedó al cuidado del fray Gil, fue bautizado bajo el nombre de Diego de San Pedro, el indio fue instruido en el idioma español, a leer y escribir, como comúnmente se hacia en la vida de los conventos. Tlacotzin aprendió y se dejo cautivar por las amorosas enseñanzas de su mentor, así con gran devoción se convirtió al cristianismo.

Con gran júbilo defendió su nueva religión mas sin embargo aun tenia miedo y remordimiento por el abandono de su padre, un día mientras daba al catecismo a un grupo de niños indígenas, un brujo enmascarado se apareció en el pueblo blasfemando contra el cristianismo. Tlacotzin al oírlo se hartó y le arrojó una piedra que le dio en la cabeza, dando el ejemplo los demás niños hicieron los mismo y el enmascarado murió bajo una lluvia de piedra, solo después de su muerte Tlacotzin descubrió que ese enmascarado era su padre.

Esta fue la primera vez que Tlacotzin decayó de su fe, ¿cómo era posible que su nuevo a quien adoraba con tanto fervor lo castigará de esta cruel forma? ¿era una venganza de los dioses aztecas por abandonarlos? ¿qué debía hacer para poder gozar de la vida? ¿era justa la muerte de su padre, después de él intento sacrificar a su hijo a los ídolos?

Mientras tanto Onésimo, suplico el perdón y se convirtió en gran creyente de la fe cristiana por su monstruosa acto. Buscó perdón con el padre de su iglesia, con quien a formo una amistad y le dio una oportunidad para ganar mas dinero haciendo ataúdes. Con el dinero extra se mudaron a un barrio mejor y Crisanta ingreso a una nueva escuela, en su nueva escuela Crisanta desempeñaría el papel estelar en una obra, ella estudiaba su papel de religiosa en secreto, ya que su padre detestaba todo lo relacionada con el teatro por recuerdo de su madre. Un día mientras ensayaba su papel, su padre llego a casa y en un acto de rapidez mental por no querer explicar esto a su padre decidió fingir un arrebato religioso.

Tan convincente fue su actuación, al poco tiempo tenia un público de fieles visitándola en sus arrebatos. Con el paso del tiempo ella dejo de pensar en el castigo divino y se dio cuenta que al fin tenía lo que quería un publico fiel que la adorará. Su sueño era ser actriz de teatro. Y ahora lo estaba logrando al finger ser una beata. Todo iba bien para ella excepto porque su padre aun no le pedía una disculpa por lo ocurrido. Así que en uno de sus arrebatos, supuso ser manipulada por el mismo Cristo, y le exigió a su padre pedirle perdón delante todos los que presenciaban misa.

Su padre lo hizo por creer que se trataba de un pedido de cristo, con esto ganó el repudio de la sociedad, y con esto volvió al camino de la bebida y la vagancia.

Al tratar de buscar consuelo con el padre, Onésimo entabló charla con él. El padre le intento levantar el ánimo, diciéndole que en su hogar tenía a una gran actriz.

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