Aprendizaje Y Tipos De Aprendizajes
Enviado por anaisduven • 13 de Noviembre de 2013 • 5.516 Palabras (23 Páginas) • 377 Visitas
ETAPAS DE La Planificación Educativa
a) La Fundamentación:
Justifica la selección de contenidos y objetivos y explica brevemente el sentido de lo que se hará. En ella se definen claramente los alcances del curso, se delimitan los contenidos y su nivel de profundidad y se explicita la posible articulación con otros cursos.
b) Los Objetivos:
Explicitan la intencionalidad de las acciones que se proponen; las guían, las orientan y expresan los logros que se pretenden. Son las aspiraciones concretas y puntuales de la tarea cotidiana del docente.
En su hacer diario el profesor propone situaciones de enseñanza que el estudiante deberá resolver con los contenidos que se han desarrollado. El objetivo de una clase indica claramente el problema que se quiere plantear al alumno.
Hay diferentes formas de enunciar los objetivos y diferentes niveles de generalidad de los mismos. Para ello es conveniente expresar con claridad los aprendizajes que se pretende alcanzar, dar cuenta de el/los temas que se van a estudiar y de las competencias que debe desarrollar el alumno, utilizar verbos en infinitivo en su elaboración, que designen las acciones esperadas, diferenciar los objetivos orientados hacia el alumno de los objetivos que el docente platea para su clase.
Por ejemplo, se pueden formular objetivos de dos maneras:
1) Que el alumno sea capaz de:
-Integrar los conocimientos desarrollados en el curso para la resolución de problemas planteados
-Reconocer las características de un preparado
-Describir la morfología de un hueso
-Profundizar en la importancia de un tema en el marco de la asignatura
2) Objetivos de clase:
-Profundizar en la importancia de un tema en el marco de la asignatura
-Promover el trabajo en equipo a partir del uso de estrategias de trabajo grupal
-Proporcionar materiales para la indagación sobre el tema desde distintas fuentes de información.
Durante una clase, siempre se persiguen y logran objetivos, aunque no se los haya formulado. Lo importante de su explicitación es dar coherencia y seriedad a la propuesta y su puesta en práctica.
Lo central de un objetivo es que dé claridad sobre lo que se hará como también lo que será posible de resolver con el desarrollo de la práctica.
c) Los Contenidos:
Son un conjunto de saberes, un recorte arbitrario de conocimientos de un campo disciplinar, que se considera esencial para la formación del alumno.
Los contenidos se seleccionan en función de la propuesta formativa en la que se insertan, ya que la misma orienta su desarrollo y articulación con otros contenidos (de cursos correlativos y posteriores, por ejemplo).
La organización y distribución de contenidos en el tiempo debería tener en cuenta el peso de los mismos, su importancia y prioridad en el aprendizaje del alumno.
En el nivel universitario lo más frecuente es que los contenidos se organicen por disciplinas, y se ordenen priorizando las articulaciones y la lógica interna de los conocimientos de un campo específico.
Existen varias formas posibles de organizar y secuenciar los contenidos en el marco de un programa: en unidades didácticas, por temas, en ejes temáticos más generales o alrededor de problemas, entre otros.
Es importante recordar que los contenidos de la enseñanza representan una selección intencionada que se hace a la luz de un proceso de formación que se desea para el alumno. Su adecuada presentación requiere organizarlos, distribuirlos y secuenciarlos en función de los objetivos planteados y del tiempo disponible.
d) Los materiales:
Como materiales o recursos didácticos se entiende la selección de textos para los estudiantes, la elaboración de fichas o guías de trabajo, la presentación de diapositivas o filminas con esquemas, dibujos o explicaciones, el uso de preparados y material fresco, la formulación de problemas o casos clínicos, etc.
Todos ellos sirven como apoyo o soporte intelectual de lo que enseña el docente y proporcionan información para la enseñanza de la disciplina.
e) La Metodología:
Es el momento de la planificación en el que el docente piensa cómo enseñar los contenidos que se propuso, en función de los logros formativos que busca.
Al pensar la resolución metodológica de una propuesta, se intenta dar respuesta a preguntas como: ¿cuál es la forma más adecuada para desarrollar un tema?, ¿cuál es la estrategia para movilizar y motivar a los estudiantes, a fin de que puedan aprender mejor?
En una clase se tienen en cuenta diferentes etapas:
1.- Presentación del tema y de la forma de trabajo,
2.- Desarrollo de tareas por parte de los alumnos y del docente,
3.- Sistematización de información y elaboración de conclusiones
4.- Resumen de información que permita analizar el desarrollo de la clase y, con posterioridad, introducir ajustes si fuese necesario.
En la resolución metodológica de una clase se ponen en juego dimensiones relacionadas con el tipo de conocimiento, con los estilos del docente y con las diferentes formas de aprender y tipos de aprendizaje de los alumnos.
Entre las estrategias más frecuentes podemos mencionar la clase magistral, el uso de técnicas grupales, talleres, seminarios, trabajos prácticos, aula laboratorio, entre otros.
f) La Evaluación:
Para pensar la evaluación es propicio preguntarse ¿qué entendemos por evaluación?, ¿por qué es importante evaluar?, ¿qué aspectos evaluar y qué hay que tener en cuenta?, ¿qué tipos de evaluación podemos proponer? Estas, entre otras, son algunas cuestiones sobre las deberían reflexionar los docentes.
La evaluación educativa es una herramienta generadora de información útil respecto de la calidad de la propuesta de enseñanza y del proceso formativo que se busca desarrollar en los alumnos. Es decir que da cuenta de los logros y dificultades de la práctica educativa para analizarla, comprenderla, y mejorarla.
La evaluación implica, en un primer término, el describir y recoger datos a través de diversos procedimientos; segundo, comprender y explicar su objeto; tercero, valorar y emitir un juicio de valor, y por último ayudar a la toma de decisiones.
La evaluación no puede ser acotada ni a un sistema de acreditación, ni a un sistema de calificación, ya que es un proceso amplio, complejo y profundo.
Es frecuente que se confunda evaluación con acreditación. Esta última, debe ser entendida como un proceso paralelo y estrechamente unido a la evaluación, que procura dar fe, a través de evidencias, el aprendizaje de los estudiantes.
Es común que la etapa de evaluación sea identificada con la medición o cuantificación
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