Aristoteles Politica

El esclavo es una parte de la propiedad, a la que Aristóteles define como un conjunto de instrumentos para vivir (y, por tanto, también para vivir bien). Un subordinado, en general, hace las veces de instrumento. El esclavo, en particular, es una posesión animada, un instrumento previo a cualquier otro. Sin embargo, el esclavo difiere de los instrumentos porque estos están ordenados a la producción (poiesis), mientras que el esclavo es un subordinado para la acción (praxis), es decir para el vivir. El esclavo es como una parte externa del propio amo, sin que esto implique ninguna reciprocidad (el amo no es “parte” del esclavo, sino su dueño).

Mandar y obedecer son cosas necesarias y convenientes para la vida y desde el nacimiento unos están destinados a mandar y otros a obedecer. Donde hay asociación de ambos, hay una obra común (vgr. la prosperidad material). Es la naturaleza la que establece esta jerarquía (como ocurre, también, en la relación entre el alma y el cuerpo, el macho y la hembra, el hombre y los demás animales o helenos y bárbaros).

Todos los que se diferencian de los demás tanto como el cuerpo del alma y el animal del hombre son esclavos por naturaleza: pueden ser de otro, pues participan de la razón nada más que para percibirla, aunque no la poseen. Para quienes sean así, es justo ser esclavo (es decir, no es contra natura).

No obstante, la esclavitud legal es distinta de la esclavitud natural. Como se ha visto, esta última constituye un interés común y una amistad recíproca entre amo y esclavo, lo que no ocurre en el caso de la esclavitud forzada (este sería el caso cuando un señor natural se ve condenado a la esclavitud por las vicisitudes de la guerra).

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