Aurelio-mendoza

Resumen de la novela mujeres en conquista

Cuando Leonardo quedó soterrado por más de 50 horas bajo esos escombros su único consuelo eran sus pensamientos que revivía tiempo atrás desde que era un niño hasta que se había convertido en un hombre machista, mal intencionado, mujeriego, alcohólico y agresor sobre todo discriminador del género femenino Tlatelcolco ahí fue donde pasa los terremotos siempre es ese lugar. Después de cuatro años de ausencia el protagonista de Mujeres en Conquista regresa a México para enfrentarse a sus errores, convencido de que sólo así logrará reorientar su vida. Apenas unas horas después, un terremoto sacude la ciudad y él queda sepultado bajas cientos de toneladas de concreto. Pero no está solo. Leonardo y su esposa Denisse Cianí era una chica con muchas cualidades y virtudes. Tenía una buena relación con el padre y madre de Leonardo, pero Leonardo no supo valorar a Denisse. Un día descubrió que su padre tenía una vida muy viciosa, ocultos a la vista de su esposa e hijos y que además, era el dueño de un cabaret, Don Benito, el anciano que se ocupada de la limpieza, en el cual no se tenía respeto hacia las mujeres. 2 inspectores llegaron al cabaret que se llaman Don Quijote y Sancho Panza y dos ejecutivas que se llaman: Denisse y Guadalupe Ferro. Fueron a dejar a un citatorio a Leonardo. Denise se dedicó la mayor parte de su vida a defender a la mujer de todo hombre agresor y fue una de las creadoras de “Mujeres en Conquista” organización que velaba por los derechos de la mujer y la defendía de los daños ocasionados por acoso sexual de los hombres en base de tres principios que eran “Fe Vivencial”, “Amor Dirigido” y “Agresividad Inteligente”. Denisse logró que Leonardo perdonara a su padre por todo lo que había hecho en él y cuando ambos fueron rescatados tuvieron la oportunidad de compartir la experiencia que vivieron al estar ahí entre escombros y así hicieron convencer al padre de Leonardo de que se arrepintiera de todo lo que había hecho y el daño que había causado a su familia y a los clientes y trabajadoras del bar. Al estar ahí se dio cuenta que alguien más lo acompañaba al otro lado de la pared y se trataba de su esposa Denisse que todo ese tiempo le había hecho creer que era su hermana Aisha y con la que se desahogó al soltar todo su orgullo y le hizo ver que la mujer no era un objeto sexual ni una esclava como él creía, sino un ser lleno de amor, y un complemento para el hombre que lo guiaba por el buen camino y que era la base fundamental de la familia ya que ambos poseían los mismos derechos en la sociedad. Muchas veces nos damos cuenta de nuestros errores cuando vemos que todo está perdido, porque ya es demasiado tarde y que ya nada tiene solución para resolverlos. No es necesario vivir una mala experiencia para reconocer las consecuencias y los errores que cometemos en nuestra vida ya que cada día es necesario reflexionar

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