BUSCANDO LA IGUALDAD
Enviado por Juan Lozano • 17 de Junio de 2020 • Ensayo • 945 Palabras (4 Páginas) • 151 Visitas
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BUSCANDO LA IGUALDAD
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Yo quiero comenzar con esta gran frase
los pueblos se pasan más fácilmente
Sin pan que sin ilusiones.
Subyugados por estos seductores fantasmas,
olvidan sus más caros intereses.
(Gustavo Le Bon)
¿Algún día llegaremos a la igualdad?
Héctor abad era un hombre generoso, amable que ayudaba las personas con bajos recursos económicos y justamente de este tema les voy a hablar.
“Héctor Abad era eso que llaman un “antioqueño de pura cepa”. Había nacido en Jericó, un pueblo del suroeste antioqueño, en el seno de una familia de padre ganadero y madre dedicada a la educación católica de sus hijos. No obstante, Abad se salió muy pronto del libreto que estaba previsto en los genes sociales de su ancestro antioqueño. Primero lo hizo como médico dedicado a la salud pública, cuando esa disciplina era casi desconocida en Colombia. Luego lo hizo impartiendo una cátedra abierta y crítica en la Universidad de Antioquia, cuando nadie se apartaba de la enseñanza magistral “(28 Ago 2009 Mauricio García Ville)
Héctor cuenta que su padre era un profesor de la universidad de Antioquia en la facultad de medicina, en ciertas ocasiones ayudaba a sus estudiantes económicamente y algunos hasta se aprovechaban de su bondad.
Empezó ayudar a las personas de bajo recursos, no lo hacía solo, le ayudaba el doctor Richard Saunders, con él tenía una un programa llamado Future for the chilfren (en español futuro para la niñez) que ya venía actuando en otros países del continente africano y latinoamericano, que se basaba en suministrar agua potable y alimentos para que los niños de las zonas más necesitadas no se murieran de diarrea y desnutrición. También ayudaban a los animales, como a los perros y cerdos, en palabras de Héctor Abad Faciolince “Pues si los animales estaban tan famélicos que se le veían las costillas, eso quería decir que en la casa no sobraba ni un bocado” (Página 45).
Estas acciones tuvieron gran repercusión en la sociedad, visibilizaba las problemáticas sociales de las zonas más vulnerables y actuaba en pro de la salud de los habitantes.
Aunque en muchas partes le ponían problemas por sus labores sociales, ya que a muchos no les parecía la idea del ayudar a la gente pobre, pero este seguía empeñado en ayudar a las personas, en esos tiempos era muy difícil ayudar sin que te mataran, a amenazarán o pesaran que eras un radical, pero Héctor abad Gómez era un hombre visionario.
En 1982 en su primer viaje a Italia de Héctor abad faciolince a el padre le recibió una carta de la universidad de Antioquia, donde lo citaban a las oficinas para su inmediata jubilación. Luego de la citación se dirigió al despacho de su antigua alumna y ahora docente de la universidad a comentarle lo ocurrido. “Silvia Blair, quien acababa de entrar como profesora a la facultad, recuerda que su viejo maestro la buscaba en la oficina, con los ojos como dos bolas de sangre, llorando intensamente (mi papa lloraba sin avergonzarse del llanto, no como los hijos del estoicismo español, sino como los héroes homéricos)” (Héctor Abad Faciolince. Página 212).
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