Bioseguridad
Enviado por mairacaicedo • 10 de Octubre de 2012 • 2.746 Palabras (11 Páginas) • 367 Visitas
Todos nos preocupamos por cuidar y mantener la salud, pero también nos interesamos -tanto hombres como mujeres- por nuestro aspecto exterior. En la actualidad la imagen ha pasado a ser un punto importante que cuidamos y dedicamos tiempo y dinero -es frecuente que acudamos a centros de belleza y peluquería para mantener nuestra imagen impecable-. Nos ponemos en mano de profesionales que lavan, cortan, alisan, moldean, planchan, decoloran y tintan nuestro pelo, arreglan nuestras uñas- tanto de manos como de pies-, nos aplican tratamientos de estética a nuestra piel, nos maquillan,… Todo ello- aunque no nos demos cuenta- implica una serie de riesgos laborales que pueden perjudicar su salud.
Según un estudio realizado por D. Luis Conde-Salazar, jefe del Servicio de Dermatología de la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo, con trescientos profesionales de la peluquería -de los cuales el 93% son mujeres- ha revelado que casi las tres cuartas partes de los problemas de piel son de tipo alérgico, de ellos el 58% fueron diagnosticados de dermatitis alérgica ocupacional (reacción inmunitaria a una sustancia química) y el 20% de dermatitis imitativa (por contacto), de lo que se deduce que un gran factor de riesgo laboral de este sector son los derivados por productos químicos.
A través de este artículo se pretende dar a conocer los diferentes tipos de riesgos a los que se encuentran sometidas estos profesionales, en la mayoría mujeres, que con cuidado y profesionalidad se ocupan de nosotros y de nuestra imagen. Los trastornos musculoesqueléticos, afecciones pulmonares, alergias, dermatosis, trastornos de la reproducción, varices…, son algunas de las patologías más frecuentes que padecen estos profesionales.
Principales riesgos
Los cortes y pinchazos, heridas y abrasiones son las principales lesiones causadas pon las herramientas de trabajo cuando se realizan los cortes de barba, bigote, cabello... Estas lesiones pueden ser producidas por la manipulación inadecuada de los distintos tipos de herramientas cortantes o punzantes (tijeras, tijeras con hojas dentadas, navajas, alicates, cortacutículas, peine de cuchilla…), por utilizar los utensilios mal afilados, por dar a las herramientas un uso para el que no han sido diseñadas y por dejar las herramientas punzantes y de corte en cualquier sitio, o en lugares que no son los correctos. Para prevenir este tipo de riesgo es importante seguir una serie de recomendaciones preventivas:
✜ Todo el material, en especial instrumental punzante y de corte (tijeras, navaja, peine de cuchilla, cortauñas, alicates cortacutículas, empujadores de cutícula, cuchillas para callosidades, etc.) deben tener marcado CE.
✜ Se deberán seguir las instrucciones del fabricante en todo lo que respecta a la utilización, limpieza y mantenimiento del material.
✜ Las partes cortantes y punzantes del material deberán ser protegidas correctamente en sus fundas después de cada uso.
✜ Cada vez que se utiliza cualquier tipo de material deberá dejarse en su sitio.
✜ Los mangos del material cortante deberá ser antideslizante.
✜ No se empleará ningún material que se encuentre en mal uso ni que esté mal afilado.
✜ Cuando se transporta las bolsas de basura, se procurará mantenerlas lo más alejada de los brazos y las piernas.
✜ No se gesticulará o señalará con la herramienta.
✜ Para entregar el material a otra persona se le dará por el mango.
✜ El material cortante se lavará y secara siempre por los laterales, nunca por el filo.
✜ Cuando se desinfecta/esteriliza el material deberá utilizarse los útiles destinados a tal fin, además de protegerse correctamente las manos con guantes.
Estos profesionales al realizar trabajos con equipos eléctricos -secadores, cepillos térmicos, tenacillas aparatos para higiene facial y para depilación, tornos para manicura y pedicura, aparataje de micropigmentación, láser, infrarrojos…- tienen riesgo de daños en la salud por descarga eléctrica al entrar en contacto directo con la tensión o algún elemento sometido a tensión (contacto indirecto), simplemente al enchufarlo o desenchufarlo de manera incorrecta, bien por la existencia de enchufes en mal estado, cables de la instalación o de aparatos en mal estado, conexiones mal realizadas, líquidos derramados en las inmediaciones de los cuadros eléctricos… Las lesiones que puede ocasionar serán proporcionales a la intensidad de la corriente que circule, el tiempo que esté expuesto y el trayecto que recorra por el cuerpo, y son: caídas, golpes, quemaduras internas o externas y diverso grado, tetanización muscular (movimiento incontrolado de los músculos), muerte por asfixia, paro respiratorio, paro cardiaco e incluso muerte por fibrilación ventricular.
Las principales medidas preventivas son:
✜ Antes de empezar a trabajar es conveniente evaluar visualmente el estado general de la instalación y de los aparatos eléctricos.
✜ La instalación debe contar con tomas de tierra y aislamiento de las partes activas.
✜ No se deben conectar varios aparatos juntos al mismo toma-corriente, utilizando triples o “zapatillas”, pues la sobrecarga puede producir cortocircuitos.
✜ No utilizar adaptadores y, en su lugar, instalar tomacorrientes y fichas de conexión normalizadas.
✜ No utilizar alargadores.
✜ Nunca realizar instalaciones caseras. La instalación eléctrica debe realizarla personal cualificado y deberá someterse a revisiones periódicas.
✜ Para desconectar cualquier aparato o herramienta tirar del enchufe, nunca del cable.
✜ Antes de cambiar alguna lámpara o elemento, desconectar el aparato y cortar la energía desde el cuadro eléctrico general.
✜ Al observar una avería en cualquier aparato o anomalías (chispas, descargas eléctricas, olores extraños, calentamiento anormal, etc.) desconectar de la corriente y avisar al servicio técnico.
✜ No utilizar nunca aparatos eléctricos con las manos mojadas o con el suelo húmedo.
Los contactos térmicos también pueden producir quemaduras por fricción, roce o golpe de alguna parte del cuerpo con cualquier objeto, aparato o producto que se encuentre bien a elevada o baja temperatura. Son más frecuentes las quemaduras producidas por altas temperaturas ocasionadas por el manejo de aparatos que emiten calor (bien sea con o sin aire) como secadores fijos, secadores de mano, planchas para el cabello, cepillos térmicos, moldeadores, aparatos para la depilación, equipos de infrarrojos y rayos láser. También el manejo de ciertas sustancias calientes- ceras para la
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