Buen Viaje Señor Presidente
Enviado por mabmiguel • 30 de Agosto de 2012 • 1.438 Palabras (6 Páginas) • 1.035 Visitas
BUEN VIAJE SEÑOR PRESIDENTE
En un parque solitario de Ginebra, estaba sentado un anciano de setenta y tres años, que había regresado a este país después de dos guerras mundiales, por una sola razón: buscar una respuesta terminante para curar un dolor que médicos de la Martinica no lograron identificar. El doctor menos notorio del hospital de Ginebra, detectó la unión de dos vértebras, cito al presidente en su consultorio y le dijo señalando una radiografía: _ su dolor está aquí,
El médico continuo diciendo_ Sr. presidente usted necesita una operación muy arriesgada e inevitable, la incertidumbre por saber el margen de riesgo lo envolvió.
_Váyase tranquilo, prepare bien sus cosas y avísenos cuando pueda realizarse su cirugía pero eso sí, no olvide que cuanto antes será mejor, _ afirmo el doctor.
No era una buena mañana, el presidente salió del consultorio médico muy preocupado y se dirigió a la cafetería de siempre, “sin dejar de pensar en la muerte”, donde empezó a leer el periódico, la mesera le llevo la botella de agua diaria, pero él decidió tomar un café, pese a estar prohibido y aunque hacia más de 30 años que había renunciado al habito por imposición de los médicos. Pero él había prometido que cuando sintiera la incertidumbre que moriría volvería a tomarlo y así lo hizo, además quiso ver su destino volcando la tasa de café, donde vio que su vida era una incertidumbre.
Sintió que alguien lo miraba, entonces miro por encima de los lentes y vio a un hombre pálido y sin afeitar que aparto su mirada al instante, su cara le era familiar, se habría cruzado con el varias veces en el hospital.
El presidente salió del lugar, y se dio cuenta que alguien lo seguía, se detuvo dio media vuelta y el hombre que venía tras él tuvo que parar en seco.
_”Señor presidente” murmuro
Empezaron a hablar, el hombre que lo perseguía era un empleado del hospital, chofer de ambulancia quien le hizo saber que estaba enterado de su salud y no precisamente porque fuera medico. En medio de la conversación le tendió la mano y dijo: _ mi nombre es Homero Rey.
_ Que buen nombre, dijo el presidente.
Una cuchillada estremeció hasta los huesos al presidente en mitad de la calle, y se dirigieron hasta la fonda de pobres donde solía comer.
_ ¿Ya almorzó? _ le pregunto a Homero
Aunque Homero no solía almorzar el presidente le pidió que hiciera una excepción, y lo invito.
Al igual que con el café, también ordeno una costilla de buey que tenía prohibida, mientras esperaban la carne, retomaron el tema.
_Todo indica que moriré muy pronto, _ dijo el presidente, a lo que Homero respondió: _ alguien lo pondrá en el lugar que le corresponde como un gran ejemplo de dignidad.
_ Había decidido no preocuparme por mi cadáver, _dijo el presidente_ pero ahora veo que debo tomar ciertas precauciones. El almuerzo concluyo, el presidente se despidió de Homero y afirmo que si todo salía bien volverían a versen.
Homero Rey, lo invitó a comer en su casa, pero su propósito no era tan inocente. Como otros choferes de ambulancia tenía arreglos con funerarias y compañías de seguros para vender servicios dentro del mismo hospital, eran ganancias muy mínimas, pero un buen consuelo, para alguien que subsistía con un salario muy bajo a duras penas con su mujer y sus dos hijos.
Su esposa Lazara Davis, era una mulata fina de San Juan de Puerto Rico, Lazara Davis una mujer inteligente y de mal carácter, Homero por su parte era tímido, pero ella no concebía la vida sin él, les había ido bien pero los años venían cada vez más duros, de modo que cuando Homero Rey vio al presidente
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