Buho De Minerva
Enviado por coonyv • 1 de Septiembre de 2013 • 577 Palabras (3 Páginas) • 498 Visitas
Nos hallamos en un siglo de tensiones opuestas, contradicciones éticas y filosofías que pugnan por imponerse. Los valores metafísicos por los que durante tantos siglos el hombre lucho y en ocasiones murió, empezaron a desvanecerse con el “viejo Sol” platónico. El martillo nietzscheano golpeo sobre el frágil cristal metafísico, haciendo del siglo XX un siglo nihilista.
Lo cierto es que los fragmentos de la filosofía platónica siguen resonando, Whitehead afirmó que “la filosofía occidental no es más que una serie de notas a pie de página de los escritos de Platón”.
Una de las tensiones que marcaron la filosofía es aquella que pregunta sobre qué es por naturaleza (fysis) y que es por convención (nomos). Esta tirantez entre “nomos” y “fysis” es rastreable a los largo de diversos escritos platónicos. Esta pregunta surge de la inquietud por la felicidad, la pregunta es ¿la felicidad es alcanzable por medio de seguir los dictados de la naturaleza o bien por seguir los dictados de una ley convenida por un grupo de humanos que alcanzaron un acuerdo?
Para ilustrar esta tensión quisiera mostrarles una referencia específica tomada del dialogo Gorgias 482e.
En este caso la conversación gira sobre aquello que puede calificarse de bello. La pregunta es “lo bello” es por naturaleza o bien por convención social:
“…Tu Socrates llevas a extremos enojosos la conversación sobre lo que no es bello por naturaleza y sí lo es por ley (convención social).
En la mayor parte de los casos son contrarios entre sí la naturaleza y la ley”
En otros diálogos como en la Republica 358-359 se plantea la cuestión de la justicia bajo la misma inquietud ¿la justicia es por convención o es por naturaleza? Thomas Hobbes defendió la opinión de que la ley y la justicia son también resultado de una convención para evitar que los hombres se destruyan entre sí.
Esta tensión pareciera seguir vigente. Las posturas religiosas sobre algunas cuestiones como la homosexualidad y el matrimonio homosexual, se sustentan bajo la negativa de que dicha práctica no es “natural”.
Son cuestiones actualmente “aporeticas”, es decir, sin salida. La humanidad sigue dividida entre los que piensan que algo es por naturaleza y los que piensan que es por convención.
Lo cierto es que quizás esta tensión se resuelva cuando podamos ser capaces de redefinir la aporía, preguntarnos si cuando hablamos de naturaleza no estamos utilizando algún tipo de convención social.
Redefinir la aporía implicaría volver a posicionarnos en esa antigua pugna, darnos cuenta que a menos que los seres humanos seamos capaces de hacer leyes que abran la posibilidad de naturalizarse con los años, nos exterminaremos a nosotros mismos con la excusa de deshacernos de aquello que
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