Como son las Repercusiones del divorcio

TEMA: REPERCUSIONES DEL DIVORCIO

INTRODUCCIÓN:

En este breve ensayo se abordará el tema del divorcio y sus repercusiones, tomando en cuenta que el número de matrimonios disueltos va en aumento en la mayoría de los países y México no es la excepción.

El diccionario de la Real Academia Española define el acto de divorciarse como el “Dicho de un juez competente: Disolver o separar, por sentencia, el matrimonio con cese efectivo de la convivencia conyugal”^[1]. Aunque la definición parece simple, las repercusiones después de un divorcio no sólo afectan a las parejas que deciden tomar rumbos distintos en sus vidas, sino también a los hijos producto del matrimonio.

En el desarrollo del tema se presentan dos partes: el desarrollo bibliográfico, el cual está sustentando con documentos que nos muestran en primera instancia, lo que es el divorcio de acuerdo al Código Civil Federal, algunas de sus causales, condicionantes para las parejas que tienen hijos y sus repercusiones legales.

Asimismo, se muestran las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática al respecto, así como los resultados de la Encuesta nacional de Ocupación y Empleo.

En la segunda parte del desarrollo se muestran repercusiones de tipo emocional y psicológico y cómo afecta a la sociedad; así como la importancia de reflexionar si las repercusiones van más allá de una simple firma.

Al final se muestran las conclusiones que permiten hacer un balance sobre este importante tema y la bibliografía consultada.

DESARROLLO DEL TEMA:

1. Desarrollo bibliográfico:

De acuerdo al artículo 266 del Código Civil Federal, “el divorcio disuelve el vínculo del matrimonio y deja a los cónyuges en aptitud de contraer otro”^[2]. En el Capítulo X también se explican algunas causales de divorcio: tales como adulterio debidamente probado; que la mujer dé a luz, durante el matrimonio, un hijo ilegítimo; la propuesta del marido para prostituir a su mujer; la incitación a la violencia hecha por un cónyuge al otro; los actos inmorales ejecutados por el marido o por la mujer; padecer sífilis, tuberculosis, o cualquiera otra enfermedad crónica o incurable y la impotencia incurable que sobrevenga después de celebrado el matrimonio; padecer enajenación mental incurable; la separación de la casa conyugal por más de seis meses.

Son muchos los motivos que se mencionan para solicitar el divorcio; más adelante también tenemos que el artículo 273 detalla lo que ocurre en caso de que haya hijos: Están obligados a presentar al Juzgado un convenio en que se fijen los siguientes puntos:

I. Designación de persona a quien sean confiados los hijos del matrimonio, tanto durante el procedimiento como después de ejecutoriado el divorcio;

II. El modo de subvenir a las necesidades de los hijos, tanto durante el procedimiento como después de ejecutoriado el divorcio;

III. La casa que servirá de habitación a cada uno de los cónyuges durante el procedimiento;

IV. En los términos del Artículo 288, la cantidad que a título de alimentos un cónyuge debe pagar al otro durante el procedimiento y después de ejecutoriado el divorcio, así como la forma de hacer el pago y la garantía que debe otorgarse para asegurarlo;

V. La manera de administrar los bienes de la sociedad conyugal durante el procedimiento, y la de liquidar dicha sociedad después de ejecutoriado el divorcio, así como la designación de liquidadores. A ese efecto se acompañará un inventario y avalúo de todos los bienes muebles o inmuebles de la sociedad^[3].

El divorcio es un proceso complejo, por lo que es necesario tener la información precisa y buscar ayuda legal y psicológica con profesionales que busquen afectar lo menos posible a la pareja y a la familia. Existe la figura del “mediador” que brinda ayuda: ¿Qué es la Mediación? “Es el método de solución de conflictos matrimoniales por el cual un tercero ajeno a la pareja interviene, a voluntad de las partes o bien a instancia del juez, para ayudar a las partes y facilitarles la obtención por ellas mismas de un acuerdo satisfactorio”^[4].

Lo anterior es una buena opción, ya que para la pareja separada es difícil tomar decisiones libres de emociones o egoísmos, sea cuales fueren los motivos de su separación. En nuestro país, datos que proporciona la Encuesta Intercensal 2015 indican lo siguiente:  

En México residen 12.4 millones de personas de 60 y más años, de las cuales 1 381 509 viven solas, y de estas, 94.4% están ex unidas o son solteras, mientras que 5% declararon estar casadas o en unión libre.

En 2016, conforme a los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 58.1% de la población de 15 y más años se encuentra unida: 31.4% es soltera y 10.5% es separada, divorciada o viuda.

De acuerdo con la ENOE, 9.6%, de las mujeres de 15 y más años con hijos nacidos vivos son solteras. En las adolescentes de 15 a 19 años este porcentaje es del 22.8 por ciento.

En 2015, 88.5% de los divorcios fueron judiciales, y de éstos, en 34.8% de los casos no tienen hijos menores de 18 años; en 30.5% tienen uno y en 22.3% tiene dos. Sólo en 8.5% de los casos tienen tres o más hijos. Las principales causas de divorcio se dan: por mutuo consentimiento (50.8%), voluntario unilateral (34.4%) y la separación por 2 años o más, independientemente del motivo (8.7%). En suma, estas tres causas representan 93.9% del total de divorcios de distinto sexo, registrados en 2015^[5].

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