Cuento O Microrrelato

El cuento del siglo XX en Hispanoamérica, tomó nuevos rasgos distintivos a partir del microrrelato, El dinosaurio, de Augusto Moterroso. Después de este, muchos autores continuaron esa una nueva forma de relatar un suceso, con una estructura muy breve, en comparación con los cuentos que se venían construyendo hasta ese entonces. Pero suele encontrarse unas características, en algunas obras de Augusto Monterreso. A lo que me refiero con la palabra “característica” es qué por la brevedad de algunos de sus relatos, se torna ambiguo el género de clasificación de sus obras. Un buen ejemplo de esto es: El eclipse, esta narración no sobrepasa más de una página de redacción, cuando se hace una lectura de la obra algunos la clasifican, como un cuento y otros como un microrrelato. Dada la incertidumbre sobre el género, me voy basar en una serie de argumentos, los cuales aluden a la estructura y características del cuento, que me permitirán discutir, porque el eclipse es un cuento y no un microrrelato.

Mientras un microrrelato tiene una estructura brevísima, en el cuento podemos encontrar introducción, nudo, clímax y desenlace. La introducción hace el planteamiento del tema y expone los antecedentes que dan al lector una relación con la obra; en El eclipse la introducción es cuando, Fray Bartolomé por su ignorancia topográfica, se pierde en la selva de Guatemala, aceptó que nada podía salvarlo y se sentó a esperar su muerte. En el nudo, se da el desarrollo del problema y los hechos que permiten el hilo de la historia; Bartolomé al despertar, estaba a punto de ser sacrificado por unos indígenas, pero recordó que para ese momento iba a ocurrir un eclipse total del sol, y así quiso engañar a sus opresores diciéndoles que podía hacer obscurecer el sol, si lo mataban. El clímax es la parte que nos lleva al punto culminante del relato; Bartolomé generó incredulidad entre los indígenas, los cuales se reunieron en un consejo para tomar una decisión, así animando la esperanza de no morir de Bartolomé. Y finalmente, el desenlace, el cual muestra el término de la historia; Bartolomé fue sacrificado pues, los indígenas sabían de memoria, las infinitas fechas de los eclipses lunares y solares.

Se encuentran microrrelatos que no pasan una línea de redacción, por ejemplo, El dinosaurio de Augusto Monterroso, Amor de Julio Cortázar y como estos muchos más, por lo anterior, los autores de este género, no disponen ni tiempo, ni espacio para elaborar personajes, pero en un cuento como El eclipse podemos encontrar: Un personaje principal y uno secundario. El personaje principal es el que realiza las acciones más importantes y alrededor de él gira la historia; Fray Bartolomé, es el personaje principal pues, a partir de este se desencadenan todas las acciones de la obra. Un personaje secundario, complementa las acciones llevadas a cabo por el personaje principal; los mayas son los personajes secundarios, sin embargo es bueno aclarar que los mayas en esta obra, se ven como un conjunto de personas no determinadas con claridad pues, se sabe que son un grupo pero no se especifica, ni nombres, ni el número de personas pertenecientes a esta comunidad. Aunque en el eclipse encontramos personajes, estos no se llegan a caracterizar completamente, dada la brevedad del cuento.

De nuevo refiriéndome a la brevedad, que es una de las principales características del microrrelato, los autores suelen abandonar casi por completo la descripción. Algunas veces (casi siempre), no se hace referencia a lugares ni tiempos en concreto, pero en el cuento El eclipse, Monterroso alude a un espacio y lugar específico, “la selva poderosa de Guatemala” . El espacio es la selva y el lugar específico es Guatemala. Además en la obra, se encuentra un tiempo objetivo, pues las acciones suceden en un orden cronológico, desde el inicio hasta el final, “Tres años en el país (…) dos horas después el corazón de fray Bartolomé chorreaba su sangre” , aunque no es necesario precisar fechas, como lo demuestra la cita anterior puede ser por mención de periodos, utilizados en horas o en años.

Monterroso al hablar sobre

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