¿De Qué Hablamos Cuando Hablamos De Educación?
Enviado por alejandromartin • 8 de Junio de 2015 • 1.611 Palabras (7 Páginas) • 306 Visitas
Capítulo I
¿De qué hablamos cuando hablamos de educación?
En las primeras páginas del libro, se invita al lector a repensar las definiciones clásicas del concepto de educación y se proponen presentar algunos aspectos básicos para comprender el fenómeno educativo y revisar algunas definiciones y cuestiones que se han escrito sobre el tema.
Hacia una definición de educación
La necesidad social de la educación
La educación es un fenómeno inherente a toda sociedad humana y necesaria tanto para crecimiento individual, como para la supervivencia de todo orden social.
Sin educación, cada individuo, cada familia o cada grupo social tendría que reconstruir por si solo los conocimientos desarrollados por la humanidad. Hacer esto, en lo que dura una sola vida, es materialmente imposible.
La educación y la reproducción social
La educación es el fenómeno por el cual se transmiten aquellos saberes considerados socialmente valiosos a los nuevos miembros de esa sociedad que aún no lo han obtenido (reproducción del orden social o cultural).
La educación y la producción social
La reproducción de saberes nunca es totalmente pura, total o completa, en primer lugar porque las condiciones de vida cambian constantemente (contextos históricos, geográficos, sociales, culturales, etc.) y exigen nuevas habilidades de adaptación; y en segundo lugar porque la comunicación social es, en esencia, inestable: los mensajes que se envían de una generación a otra, de miembros de un grupo social a otro, de un individuo a otro, están sometidos a la distorsión (voluntarias o involuntarias) e interferencia comunicativa.
Estos hechos originan nuevas conductas y nuevos saberes, y por lo tanto favorecen la producción de nuevas prácticas educativas.
Educación y poder
Si entendemos como poder a la capacidad de incidir en la conducta del otro para modelarla, el poder constituye una parte muy destacada de los hechos educativos. Desde esta perspectiva la educación es poder en la medida que incide en los pensamientos y conductas y, en muchos casos, determina el hacer del otro alguien social e individual.
Cuando las instituciones educativas promueven que los alumnos tengan ciertas conductas y no otras; cuando se transmiten ciertos saberes y no otros; cuando se selecciona una población para el aprendizaje de ciertos contenidos; se toman decisiones de poder.
A partir de las consideraciones anteriores las autoras definen a la educación: “es el conjunto de fenómenos a través de los cuales una determinada sociedad produce y distribuye saberes, de los que se apropian sus miembros, y que permiten la producción y la reproducción de esa sociedad”.
Los saberes a los que se refieren no son sólo los vinculados a lo que comúnmente se denomina saber erudito (literatura, física, matemática, etc.), sino que además incluyen las formas de comportamiento social, hábitos y conductas sociales. Los saberes y las formas de educar varían de una sociedad a otra y de una época histórica a otra.
Otros aspectos del fenómeno educativo
Los límites de concebir la educación como un fenómeno entre generaciones.
Aún en la actualidad hay quienes entienden la educación, exclusivamente, como una acción ejercida por las generaciones adultas sobre las generaciones jóvenes.
Pero sin embargo hoy día es muy común observar procesos educativos en el que los niños enseñan a los adultos. Es el caso de la tecnología de las comunicaciones y los electrodomésticos por ejemplo.
También se dan fenómenos educativos intergeneracionales (entre miembros de una misma generación), por ejemplo los códigos culturales (modos de hablar, vestimenta, etc.) de los adolescentes.
Dicho esto las autoras aclaran que la definición de educación que ellas presentan no se reduce a quién enseña a quién, siendo este un aspecto complementario que varía histórica y culturalmente.
Las posibilidades y los límites de la educación.
Cómo influye la naturaleza o el medio social y cultural en los procesos educativos es un campo de estudio de muchos educadores. La educación: ¿es una variable que depende de las condiciones genéticas o de la clase social de la persona?; ¿puede una buena educación, a partir del trabajo y el esfuerzo, convertir al ignorante en sabio? ¿es un proceso que convierte en acto las potencialidades no desarrolladas de los seres humanos?.
Las autoras explican que el término educación tiene una doble etimología:
- el verbo en latín educere: “hacer salir, extraer, dar a luz, conducir desde adentro hacia afuera”. Desde esta perspectiva la educación implica el proceso educativo de convertir en acto lo que existe solo en potencia. Si no existe una potencialidad genética es imposible desarrollar a la persona.
- El verbo latino educare: “conducir, guiar, alimentar”. Desde esta perspectiva con una buena educación, las posibilidades de desarrollo del hombre son ilimitadas.
Las autoras creen que ambas posturas resultan un poco radicalizadas: consideran necio negar que existen ciertas condiciones materiales, genéticas y congénitas que le permiten aprender
La intencionalidad y la conciencia en la definición del hecho educativo.
Muchas definiciones caracterizan al fenómeno educativo como intencional y consciente. Con estos calificativos intentan distinguir el concepto educación de socialización. Según esta división, la escuela es una institución que tiene la intención de educar y tiene conciencia de ese
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