Don Juan

“Cada época tiene su Don Juan: cuatro enfoques del mito donjuanesco”

La figura de Don Juan fue creada por Tirso de Molina y con el tiempo fue aportada a la cultura europea y hasta hoy existe en el imaginario popular. Es el único protagonista que ha aparecido en varias obras, en distintas épocas y escritas por autores del todo el mundo que muestran su propia visión de este personaje. Existen muchas versiones de su historia. Don Juan se cambia con el tiempo, con la sociedad y todo que le rodea y eso demuestra la frase: “ Don Juan es el hombre enamoradizo o el que no se enamora nunca, un voluptuoso gustador de placeres o “el hombre que no saborea”, el seductor o el seducido, un símbolo de la masculinidad o lo mas opuesto a ella...”1 Entonces quien es Don Juan?

Tirso de Molina escribió su obra “El burlador de Sevilla y convidado de piedra” en el barocco, el tiempo lleno de inquietud, desengaño provocado por la mala situación política. En aquel momento la vida humana no tenía mucha valor. Se creía que en día de la muerte todos iban a responder por sus actos, como Don Juan, que al final fue condenado. Por eso, lo mas fundamental era sequir las reglas establecidas por dios para ancalzar una bondad después de nuestro fallecimiento. No es aventurado afirmar que Don Juan no esta solamente demostrado como ese que no es moral, cuya vida significa lo mismo que la busqueda de las diversiones y seduciones, pero simboliza una rebeldía y cierta soberbia. Parece un hombre cercano a un animal, muy seguro de sí mismo y un burlador. “si burlar es un habito antiguo mío”2, “ya sé que eres castigo de las mujeres”3.El no defiende al honor. Destruye la honra, un elemento esencial, con sus malos actos, con los desechos que hace a otros. Le gusta tener un imagen del seductor y hombre valiente y esta concentrado en hacerlo. (...)”Vive con fruición el momento presente, sin preocuparse del pasado ni del futuro, y que, mediante engaños, cinismo e hipocresías, busca el placer- un placer siempre nuevo – y el deshonor de sus víctimas.”4 Sus acciones son dirigidas al aplauso público para que Sevilla se sorprenda. Podemos tener una sensación que don Juan actua como un actor y se comorta de una manera concreta para que la gente le admire. Aquí podemos ver la critíca indudable de la sociedad española de la epoca, sobre todo los hidalgos, el rey y todos que están insaciables y con sus acciones manifiestan la caída moral. Pero el tema proncipal para Tirso no son los relaciones sociales sino la muerte, el pecado y el castigo. El protagonista aunque es creyente siempre cuando alguien le menciona sobre la justicia divina el responde „ Que largo me lo fiaís”. Don Juan como está joven todavía cree que tiene mucho tiempo para recuperarse antes de la muerte pero no se da cuenta que el tiempo transcurre muy rápido. Aquí aparece la negación del motivo carpe díem. Debemos darnos cuenta de que la vida es muy corta y tenemos que pensar sobre le vida despues de la muerte. Conviene precisar que, Catalinión que desempena una función de gracioso en la obra, a veces por el miedo intenta a adelantar a su fiel compañero, los resultados de su actos “ Los que fingís y engañáis /las mujeres desa suerte/ lo pagaréis con la muerte.”

La figura de Don Juan aparece también en romanticismo y aunque esta época tiene muchos elementos comunes con barroco, el personaje principal de la obra se cambia como los sitios en las que tiene lugar la acción. Aquí aparecen con mucha frecuencia los castillos y los cementerios que son emplazamientos típicos para la época. A base de la historia tirsiana en 28 de marzo 1844 en el Teatro de la Cruz de Madrid se nace nuevo Don Juan Tenorio creado por José Zorrilla. Llega a ser popular porque es un símbolo de la rebeldía y del individualismo. Pero como señaló Ortega y Gasset “El Don Juan de Zorilla no pretendió nunca ser una nueva interpretación del tema don juanesco, sino todo lo contrario: un retorno a la imagen más tradicional y tópica de la leyenda”5. En los primeros actos el protagonista actua como no se había cambiado. Parece arrogante mujeriego y un hombre impulsivo, pero después rechaza su rebeldía cuando conoce a Doña Inez. Ella le parece inocente se enamora de ella. Para ella quiere abandonar su libertad. Aquí el autor introduce unos grandes novedades: la figura de la mujer amada y el motivo de salvación. No obstante, aparecen también los elementos tradicioneles como la intervención del Dios, el cambio final del protagonista principal, la posibilidad de recuperar pecados y la honra. Como subraya el autor su drama es cristiano, porgue muestra toda la misericordia del Dios. Es suficiente que Don Juan en el último momento quiere recuperarse y recibe esta posibilidad de salvarse del castigo. El protagonista se hizó melancólico y reflexivo. Es obvio que simboliza un típico héroe romántico. El autor constuje el final

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