EDUCACION POPULAR Y NUEVA HEGEMONIA Benito Fernández Bolivia Vive Tiempos De Trascendentales Cambios. Pero No Se Trata Ahora De Los "cambios" Ofertados Por Los Partidos Neoliberales, Que Por Dos décadas Lograron Transformaciones Que Afectar
Enviado por MDF.91 • 19 de Octubre de 2013 • 4.112 Palabras (17 Páginas) • 670 Visitas
EDUCACION POPULAR Y NUEVA HEGEMONIA
Benito Fernández
Bolivia vive tiempos de trascendentales cambios. Pero no se trata ahora de los “cambios” ofertados por los partidos neoliberales, que por dos décadas lograron transformaciones que afectaron sólo superficialmente la vida de los bolivianos /as. Las clases dominantes siguieron acumulando poder y riqueza, mientras que las mayorías no lograban superar la barrera de la pobreza. El verdadero cambio se inicia con la subida de un presidente indígena y un gobierno que prometen cambios profundos ligados éstos a cambios en las relaciones de poder: ahora son los sectores mayoritarios y excluídos quienes intentan definir el sentido, la metodología y la dirección de los cambios. Y este proceso tiene también un nombre: revolución democrática cultural (RDC).
Nuestra reflexión intentará dar respuestas a estas tres preguntas:
1. ¿Qué es lo novedoso en los cambios que impulsa la RDC?.
2. ¿ Cómo se posiciona la Educación Popular en este contexto?
3. ¿Qué puede aportar la Educación Popular en la consolidación de la hegemonía popular en estos procesos de cambio?
1. Lo original de los actuales procesos de cambio.
A diferencia de otras experiencias revolucionarias que se han dado en América Latina, las transformaciones que vive hoy Bolivia tienen como arranque unas elecciones generales, donde los sectores mayoritarios y sus organizaciones llegan al gobierno por la vía democrática según los cánones occidentales, aceptados y promovidos por la clase burguesa, esencialmente criolla.
Aquí hay una diferencia notable con la mayoría de los procesos revolucionarios cuya vía en la toma del poder ha sido la lucha armada. Esto le confiere al proceso revolucionario boliviano otro tipo de legitimidad, la que emerge de las urnas y del voto ciudadano. Pero también le plantea desafíos diferentes en su sostenibilidad que tienen que ver más con la transformación y radicalización de la democracia burguesa que con la creación de un nuevo orden vigilado por las armas, como ha sido y sigue siendo la revolución cubana en este momento.
Otro elemento no menos novedoso es el contenido cultural de esta revolución. No cabe duda que todo proceso de cambio es esencialmente un proceso cultural ya que supone nuevas visiones y valores que le dan sentido a una determinada forma de organización social. Sin embargo la realidad multicultural de Bolivia, con presencia significativa de los pueblos indígenas, plantea un proceso de cambio donde las culturas de estos pueblos aporten fundamentalmente a la construcción de la identidad nacional boliviana.
Sin lugar a dudas, componente esencial de esta identidad es tener , por primera vez en la historia de Bolivia, un Presidente indígena. Pero , más allá del valor simbólico de este hecho, hay otros elementos que resultan ser más definitivos: la presencia indígena en los espacios de toma de decisión, y de manera particular en el diseño y construcción de un nuevo Estado; la presencia indígena en la manera de entender el desarrollo y organización de la economía ; la presencia indígena en el cambio de los valores que darán sentido a la convivencia entre todos los bolivianos y bolivianas.
Revolución cultural apunta a un cambio total e integral en el contenido y la forma de construir nuestra identidad nacional. El desafío que emerge de este protagonismo de los pueblos indígenas es el de sentar las bases de un estado plurinacional y pluricultural, donde quepan todas las culturas e identidades diversas que existen en Bolivia.
Finalmente otra novedad es que, después de años de resistencia , hay la necesidad de avocarse a la construcción de alternativas al viejo modelo neoliberal. Ello se expresa en las consignas: “de la resistencia al poder”; “de la protesta a la propuesta”. Entendemos que estas consignas no significan el abandono de la resistencia y de la protesta, ya que ambas siguen siendo necesarias por ser estrategias de vigilancia en el proceso de cambio, pero ya no será el énfasis donde deberá ser puesto el protagonismo del pueblo y los movimientos sociales. El énfasis ahora estará, y cada vez más, en la construcción de un nuevo poder y de un nuevo país.
2. Sentido de la Educación Popular en este contexto.
Objetivo fundamental de la educación popular ha sido desde siempre el de acompañar los procesos de cambio generados desde las clases populares, en cualquiera de sus espacios y contenidos de lucha. Este acompañamiento lo lleva a cabo a través de una propuesta que es al mismo tiempo: ética, política y pedagógica.
Es ética, porque su opción fundamental es por los oprimidos y sus intereses, sean estos inmediatos (trabajo, salud, educación, vivienda, tierra y territorio…) y estratégicos (acceso y ejercicio del poder). Ambos intereses se retroalimentan: la necesidad de satisfacer las necesidades inmediatas lleva a la lucha por el poder, y la lucha por el poder es para tener una mejor calidad de vida. La educación popular, en su contenido ético, se pone del lado de los excluídos para que puedan ejercer sus derechos, tanto individuales y colectivos.
Es política, porque la propuesta de la educación popular, desde su opción fundamental por el pueblo excluído, busca el cambio a través de la incidencia política, es decir, apoyando la formación del pueblo como sujeto político y fortaleciendo sus organizaciones
Es una propuesta pedagógica porque su especificad y herramienta de lucha es el trabajo educativo, el desarrollo de la conciencia, de capacidades y de valores orientados a la formación de hombres y mujeres nuevos. Sujetos de la EP son tanto las clases populares como personas y grupos de otras clases sociales, que se identifican moral y estratégicamente con las clases populares. Por otra parte, espacios de la EP son no sólo las aulas y los talleres, también los medios de comunicación, los espacios familiares y comunitarios, ...
Así entendida, la EP ha estado presente a lo largo de la historia de Bolivia inspirando y acompañando las luchas populares desde diferentes trincheras. En las últimas décadas se hizo patente en la resistencia a las dictaduras (década de los 80) y al modelo neoliberal (década de los 90), culminando en las revueltas de inicio del nuevo milenio (Guerra del agua, 2002, Guerra del Gas, 2004), lo que creó las condiciones para los cambios de gobierno que ya conocemos.
Como propuesta ética, política y pedagógica , la EP enfrenta hoy en Bolivia estos desafíos:
• Una opción clara por las clases populares
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