EL ARTE DE MANDAR

GRUPO DE AVIACIÓN DE EJÉRCITO 43 “PORTOVIEJO”

ENSAYO SOBRE EL LIBRO EL ARTE DE MANDAR

SUBT. DE A.E JURADO PUGA ANDRÉS FABRICIO

FECHA: 08-ENERO-2018

INTRODUCCIÓN

“El arte de mandar”, su lectura es un conjunto de pensamientos que la convierten en una fuente de consulta. Su principal característica en la lectura es la fe, honor y dignidad que constituyen para su autor la trilogía filosófica fundamental de la carrera de las armas. Por lo que esta lectura determina que en definitiva a parte de la enorme cantidad de efectivos y armamento con gran capacidad de destrucción de los ejércitos modernos su principal detalle es el hombre quien sigue siendo rector de la voluntad y dueño absoluto del triunfo o el fracaso. De ser así es indudable que la guerra con todos sus horrores exige una preparación y cierto desarrollo de virtudes por parte del oficial como su pila fundamental. Dichas virtudes es tarea principal del oficial enseñarlas a sus subordinados, convirtiéndose así en un maestro de la juventud. De igual manera sembrando el patriotismo, el valor, coraje y voluntad y siendo un ejemplo permanente de abnegación, de lealtad y cumplimiento del deber. Solo en posesión de esas virtudes, que constituyen la esencia misma de la disciplina, podre lograr llevar a cabo su papel de maestro y dominar el arte de mandar, para ser respetado y obedecer en los momentos del triunfo o del fracaso. Lo que le hará llegar al corazón de sus hombres, en una atmósfera de confianza y alumbrando a su alrededor con la llama de la justicia, tendrán a su lado el afecto y lealtad de sus subalternos quedando apto para cumplir con ellos a toda costa cualquier misión.

DESARROLLO

El arte de mandar es el arte profesional del oficial. Cada oficial debe buscar, por un esfuerzo de reflexión personal, cómo ejercer los principios del mando.

El oficial es aquel que ha hecho profesión de mandar, si no se sabe mandar, no se es más que un simulacro de oficial. La ineptitud para el mando es para él el vicio prohibitivo absoluto, el que excluye precisamente de la función. El mando es un aspecto característico del oficial, fuera del ejército no existe otra institución que domine el mando y en el ejército solo el oficial es el que manda por ende el mando constituye su oficio, solo el oficial manda, en concordancia con el termino-, solo él ejerce el arte de mandar. Los suboficiales y los clases tienen también cierta parte de mando, y aun a veces, en determinadas circunstancias de la guerra o cuando se elevan por su valer personal más allá de las funciones de su grado, pueden llegar a la concepción y ejercicio del arte de mandar; pero sus atribuciones normales son más restringidas; su papel, en lo general, es el de hacer ejecutar las órdenes, observar las consignas, aplicar las prescripciones de detalles y asegurar que las actividades se cumplan de la mejor manera. El oficial es el verdadero dueño de lo que suceda con su personal en comparación a una fábrica las suboficiales y clases son como el maestro y el oficial es el ingeniero es decir aquellos que se encargan de observar el estricto cumplimiento de las consignas de los diferentes talleres, son los únicos que saben dirigir de la mejor manera conocen sus efectos y su origen. Tal vez por un lado la autoridad moral es esencial pero su grado lo obliga a ejercer el mando no como un tipo de actividad diaria si no como una ciencia que debe conocer sus detalles cualquiera que sea el grado por más elevado que este sea así el oficial podrá llevar su rutina como un convivir diario relacionado a la manera de dirigir y tomar decisiones conforme se presenten las situaciones mas no algo ya establecido si no que dependa netamente de la conciencia, conocimiento y criterio del oficial para dirigir a su personal de la mejor manera. Dentro del ejercito podemos apreciar el principio de la subordinación disciplinaria absoluta; esa autoridad es igualmente sagrada de hecho el código militar reprime instantáneamente la falta de obediencia, el ultraje, la amenaza, el respeto del subalterno hacia el superior y viceversa, esta diferencia se la encuentra caracterizada en todos los ejércitos. En suma debe entenderse que todo ser humano que adquiere el título de oficial ejerce su profesión de acuerdo a los principios establecidos. De igual manera se le atribuye al oficial una educación primaria sólida. Todo lo que se puede pedir de una persona que no posea la característica antes expuesta solo se puede pedir de ellas es que tengan buenos instintos, valor, energía, en la acción y que acepten dócilmente el incentivo y derecho que deben llevar como oficiales.

...