ENSAYO DE “A LA COSTA”

ENSAYO DE “A LA COSTA”

Tema: Migración interna en el Ecuador.

Se define como migración  interna a el desplazamiento de personas de un lugar a otro en el espacio interior de un país, o sea de una región a otra; ya sea por falta de libertad, aventurar o en busca de oportunidades de trabajo, dichas personas se pudieran trasladar de un lugar a otro con motivo de épocas de recolección o sino desplazarse permanentemente. La migración interna es un componente decisivo de los procesos de redistribución espacial de la población y tiene implicaciones para comunidades, hogares y personas. En nuestro país la emigración ha sido un fenómeno social que nos ha venido afectando durante muchos años. Existen dos tipos de emigración: la externa, que es de un país a otro diferente; y la interna que como bien dicho antes ocurre dentro del mismo país. En la novela escrita por Luis Alfredo Martínez “A La Costa” nos muestra un claro ejemplo de lo que es la emigración interna, en la primera parte nos narra la historia de cómo fue el traslado del señor Jacinto Ramírez desde su natal Imbabura a la ciudad de Quito con el fin de cursar sus estudios universitarios, pasando por la tragedia del terremoto que acabo con todos sus familiares y bienes, al día siguiente del terremoto en la “tarde del 17 de agosto circuló en esa ciudad la inverosímil noticia de la destrucción de los numerosos pueblos de Imbabura” (Martínez, 2010, p.10). Los primeros capítulos nos da a conocer como él pudo seguir adelante con su vida pese a las precariedades que tuvo que afrontar una vez viéndose solo. La segunda parte se centra en la vida de Salvador Ramírez, hijo de Jacinto Ramírez y Camila Quiroz, que tuvo que emigrar  por razones económicas a una región muy diferente a lo que estaba acostumbrado cómo por ejemplo: el clima, la comida, las personas, la vestimenta, etc. Son estos los mismos cambios que enfrentan las personas cuando deciden buscar un mejor estilo de vida yéndose a ciudades o países donde tal vez abusen de ellos o los discriminen por sus raíces.

Las causas socio-económicas son las causas fundamentales en el  proceso migratorio. La mayor parte de los que emigran lo hacen por motivos económicos, buscando mejores oportunidades de trabajo o mejores remuneraciones, también el hambre y miseria en los países subdesarrollados obligan a muchos emigrantes a arriesgar su vida con tal de salir de su situación; sin embargo la emigración no ocurre solo por motivos económicos también, como en el caso de Jacinto Ramírez, pueden emigrar por motivos académicos ya que en las grandes ciudades comúnmente se encuentran las mejores universidades y los mejores colegios. Las personas que emigran por motivos académicos buscan conseguir un título universitario que les abra las puertas al campo laboral y así conseguir un estilo de vida cómodo sin muchas preocupaciones a causa del dinero. Existen muchos casos como el de Jacinto quien sufrió la perdida de sus familiares y esto le significo un duro golpe para poder continuar, aun así lo hizo y a pesar de todas las adversidades él se pudo graduar como abogado y cumplir su sueño, sueño que sin lugar a dudas le hubiese gustado compartir con sus seres queridos, pero él no tenía ya “una madre llorosa de placer ni un padre emocionado de contento que acogieran al nuevo abogado” (Martínez, 2010, p.15).  Este tipo de riesgo corren las personas cuando dejan a sus familiares para radicarse en otra ciudad, y peor aún en aquella época donde no había medios de comunicación rápidos o vías de acceso de un lugar a otro, pero eso no frenó a Jacinto Ramírez que “al anochecer del 17 galopaba en un mal caballo de alquiler, camino del Norte” (Martínez, 2010, p.10), busco a sus familiares para darles sepultura.

A partir de la independización de Guayaquil en 1820 y por medio de la liberación del comercio externo hubo el crecimiento en demanda de las exportaciones de cacao en el país. Ente los años 1880 y 1920, fue cuando las exportaciones de cacao en el Ecuador tuvo su mayo magnificencia, a causa de esto se fortalecieron las plantaciones en la costa ecuatoriana pero en especial las que se encontraban en la cuenca del rio Guayas, en esta época al ver que los salarios dados en la costa eran mejores que en la sierra muchas personas emigraron por mejorar su situación económica, pero nunca imaginaron que el cambio de clima y la exposición a ciertos insectos que en la sierra no había iban a dejar incapacitadas a muchas personas; lo que empezó como un sueño para aquellas personas, una oportunidad para salir adelante iba a terminar en nada porque lo que ganaban se quedaba allí por los costes de medicina o por tener que mantener a la familia que se hacía numerosa viviendo allí.

Salvador hijo de Jacinto una vez que hizo falta su padre se vio en la misma situación en la que se encontraba mucha gente de la época. Él fue criado en un clima meramente católico, era muy reservado o como lo detalla Martínez “De índole mansa y pasiva, poco comunicativo con los de su edad, nunca se entregó a esos múltiples juegos que hacen el encanto de los niños” (Martínez, 2010, p.17). Él fue manipulado por su madre que le inculcaba sus fervientes creencias católicas. Cuando su familia queda desamparada a causa de la muerte de su padre, él como único hombre del hogar, le recae la gran responsabilidad de velar por los suyos, así que decide trabajar duro para llevar el pan día a día a su hogar. Así como le sucedió a Salvador existen en el mundo muchos jóvenes que luchan diariamente por sacar adelante a su familia, por eso en la mayoría de los casos deciden dejar los estudios y ponerse a trabajar y ayudar en todo lo que puedan. En la época en que se encontraba Jacinto Ecuador estaba en medio de la Revolución Liberal algo que para el Quito conservador de aquel tiempo era mal visto así que estalla la guerra entre conservadores y liberales. Salvador se queda sin empleo y va en “lucha” de la Religión. Allí se encuentra con su mejor amigo, Luciano, que se encontraba en el bando contrario y le salva la vida a Salvador. Salvador al ver la situación económica que estaba pasando la ciudad de Quito decide ir a la costa, dejar todo lo que vivió atrás y empezar una nueva vida. Como todo emigrante, él pensó dos veces su decisión ya que tenía que dejar a su familia por traer el sustento de otro lugar. Pero la decisión no la pensó mucho porque la situación en que vivía cada vez se hacía menos llevadera.

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