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ENSAYO SOBRE LOS ESTILOS DE LIDERAZGO Y MOTIVACIÓN LABORAL EN EL AMBIENTE EDUCATIVO


Enviado por   •  10 de Febrero de 2015  •  2.609 Palabras (11 Páginas)  •  868 Visitas

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Maestra: Ostacia Feliz

INTRODUCCIÓN

En el presente ensayo pretendo hace un análisis de investigaciones y deducciones sobre el Estilo de Liderazgo y la Motivación Laboral en Ámbito Educativo, donde algunas indagaciones han dado su punto de vista con respecto a la temática. A partir de este análisis, se deduce que los ascendentes niveles de motivación coinciden con la existencia de liderazgos de estilo democrático, donde la participación, el respeto y el compromiso son parte del trato que se les brinda a los docentes en los centros educativos.

Asimismo, se evidencia la relación que existe entre el liderazgo y el clima organizacional, y en específico, entre un liderazgo de tipo democrático y un clima organizacional agradable, el origen en el plano de las manifestaciones ideológicas de una institución, y más específicamente en los procesos observables de la acción social, entre los que pueden consignarse las pautas de interacción en el grupo (Kornblit, 1984), así de acuerdo con la ideología establecida en la institución se logran determinar los parámetros de lo aceptable o inaceptable dentro del sistema.

Además, la forma del acuerdo y la aceptación de las pautas de interacción, la rigidez o flexibilidad de las fronteras, los grados de permeabilidad, las diversas formas de jerarquización, los procesos comunicativos y las relaciones de simetría y complementariedad que están regidos por las filosofías administrativas y el ejercicio del poder en las que el sistema institucional está inmerso.

DEFINICIÓN Y CLARIFICACIÓN DE LA RELACIÓN EXISTENTE ENTRE EL LIDERAZGO Y LA MOTIVACIÓN

En este análisis, las investigaciones confirman que el liderazgo que se asocia con niveles medios y altos de motivación es aquél que estimula el desarrollo humano y el avance de cada persona en su contexto laboral. Lo que trae a su vez que cada persona se sienta vinculada a su trabajo y aporte de sí lo mejor que tiene.

Dentro de este contexto, se puede definir a la motivación como una forma de autodeterminación del trabajador, esto es, el trabajador tiene un completo sentido de elección, con la experiencia de hacer lo que quiere y estando involucrado espontáneamente en una actividad sin la sensación de estar coercionado.

A partir de esto, se entiende que si una persona siente que puede hacer lo que le satisface en su trabajo sin ser presionado o castigado, se podría afirmar que dicha persona cuenta con un ambiente laboral propicio para el desarrollo de la motivación. Por ello, se puede entender que la motivación está asociada al liderazgo que se ejerce sobre esa persona, ya que el modo de liderar es el que va a promover o no que la persona se sienta libre y a gusto en su trabajo.

Los resultados de las investigaciones indican que cuando una persona fracasa en su trabajo es porque está desmotivado o porque su rendimiento es bajo y ante eso los jefes no se responsabilizan y creen culpable del problema al trabajador. Sin embargo, estas mismas investigaciones afirman que son los jefes, muchas veces sin pretenderlo, los que estimulan la falta de éxito del trabajador. Esto ocurre porque en el entorno laboral se genera una dinámica en la que los trabajadores percibidos como mediocres o de bajo rendimiento satisfacen las bajas expectativas que tienen sus jefes de ellos. El resultado es que la motivación del trabajador termina arruinada.

En definitiva, es tarea tanto del líder como del trabajador crear un ambiente laboral propicio al desarrollo en el que cada parte aporte algo único al proceso: el trabajador su alto desempeño, y el líder el arte de gestionar y dirigir esos esfuerzos del grupo para alcanzar los objetivos propuestos.

LIDERAZGO EN EL SISTEMA EDUCATIVO

Está claro que cada vez más se concibe la educación como un fenómeno de alta complejidad que no puede ser abordado satisfactoriamente sino es mediante una visión compartida que aproveche lo mejor de todos los agentes que participan. Y también cada vez más sabemos que para hacer bien nuestra tarea es importante saber desarrollar mecanismos de interacción y de influencia interpersonal para dinamizar a las personas y a los grupos en una determinada dirección.

Entiende que para orientar es necesario mostrar y definir lo que se pretende y quiere que se logre en la institución sin embargo pienso que motivar es contribuir al desarrollo de las personas que la forman, en este caso y de manera especial el profesorado y el personal que trabaja en los centros educativos, a partir del reconocimiento de sus necesidades, intereses y sentimientos, comparten y construir espacios que permiten hacer compatibles tales características personales con las necesidades e intereses de la institución.

En definitiva, un buen ejercicio del liderazgo en el centro promueve valores comunes, un saber hacer compartido, una cultura docente y organizativo-colaborativa y crea equipo. Además, un buen liderazgo debe estar acompañado de autoridad auténtica. De aquella autoridad que emana de las personas con las que trabajas y que la reconocen sin que estén obligadas a ello. No es fácil que una misma persona pueda combinar las dos funciones principales del liderazgo con este ejercicio de autoridad, pero en educación es necesario para que el liderazgo en el centro alcance sus objetivos. Conviene recordar que liderar no es equivalente a dirigir, dirigir significa más que liderar, es utilizar recursos para lograr objetivos, gestionar prioridades e información, decidir, presupuestar, organizar, coordinar, controlar, evaluar, sancionar… Por ello, no siempre la dirección es liderazgo ni el liderazgo debe suponer necesariamente dirigir. Sin embargo, en educación y en relación a la cultura de centro se entiende que cuando hablamos del liderazgo en el centro nos estamos refiriendo a la dirección del centro. Es deseable que quien ejerza funciones directivas y en especial la dirección de un centro posea las cualidades necesarias para ejercer liderazgo, pero es igualmente importante que entienda que el cambio y transformación será más eficaz y eficiente si el liderazgo en el centro no sólo recae en su persona. Entre las cualidades necesarias para ejercer un buen liderazgo educativo se encuentra la de reconocer que el liderazgo no es una cuestión personal sino de equipo y comunidad, de sistema, entendiendo aquí el centro como un sistema.

El liderazgo de transformación se podría definir ... como el rol que desarrolla un tipo de líder, capaz de ayudar a los demás a tomar conciencia de sus posibilidades y capacidades, de liderar sus propias actividades dentro de la organización, pensando en su crecimiento y desarrollo profesional (Vargas, 2003, p. 19).

(Vargas, 2003, p.20): cita aquí algunas características

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