ENSAYO SOBRE " LOS MISERABLES"

ENSAYO SOBRE " LOS MISERABLES"

 Víctor  Hugo

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ALUMNA:   Evelyn Gómez

PROFESOR:   Jorge Auatt

INTRODUCCIÓN

   Esta novela fue escrita por Víctor Hugo en 1862. Su título antecede las historias desafortunadas que se relatarán y que, definitivamente harán que el lector desarrolle sentimientos de empatía, odio, frustración, tristeza y hasta una sensación de agridulce melancolía respecto al final.

   Dividida en 5 volúmenes: Fantine,  Cosette,  Marius,  El idilio de la calle Plumet y la epopeya de la calle Saint-Denis, y, finalmente,  Jean Valjean; esta obra romántica tiene como héroe a éste último, quien, pese a sus errores, es un hombre increíblemente valeroso y abnegado, sin embargo, lo maravilloso de este escrito es que no todo gira en torno al protagonista, sino que el autor nos describe una sociedad dura e implacable hasta la injusticia que arrastra hacia el dolor y la desesperación a varios de sus personajes. El hecho de que nos lleve a conocer su pasado y las circunstancias de sus vidas conmueve a tal punto que hasta un antagonista puede ser justificado.

  La historia nos transporta al contexto de la Revolución Francesa, donde los problemas sociales acarreados por un gobierno déspota e imperialista dominado por  burgueses, causa una gran diferencia social;  mientras la clase alta se enriquece y explota a los obreros, las personas de bajo recurso desfallecen en su miseria.

   El autor abarca desde las injusticias sociales, la pobreza y la marginación sufridas por el protagonista y quienes lo rodean a  la capacidad de adaptación y supervivencia ante las adversidades que se les presentan.

  En este ensayo se desarrollarán justamente los valores que caracterizan a estos personajes, demostrando que en la humanidad podemos encontrar belleza y pureza incluso en medio de la calamidad o descubrir la fealdad de aquellos que traicionan la confianza de quienes les creyeron o fueron desleales con aquel que les brindó ayuda.   Tal como hizo Victor Hugo en su primera obra al mostrarnos la hermosura de un rechazado jorobado que poseía un corazón tan puro que era capaz de regocijarse al agitar el campanario de una iglesia, aquí nos vuelve a deslumbrar con diversas personalidades:  angelicales,creyentes, heroicas, idealistas, liberales, valientes;  tales  como las que vemos reflejadas en el obispo Myriel, Fantina, Cossette, Marius, Éponina, Javert y Valjean.

CAPÍTULO I :

 MONSEÑOR MYRIEL , EL HÉROE CRISTIANO.  La  verdadera bondad existe...

" ...al que te quite la capa, ni aún la túnica le niegues. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva"  Lucas 6:29-30

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Fue suficiente leer el contenido de la siguiente nota para organizar los gastos escrita por Monseñor Myriel para entender el corazón de este personaje.

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Al ver el modo en que destinaba casi el 95% de sus ingresos en beneficio de los más necesitados, es claro entender que se trataba de un hombre destacable en misericordia y amor por el prójimo.

El fantástico libro de Víctor Hugo comienza con la historia de un obispo llamado Carlos Francoise Myriel, más conocido como Monseñor Bienvenido. Se trata de un hombre único, que vive la Fe, sobre todo en la transformación del prójimo. Este personaje, fugaz pero sumamente importante es el responsable del  cambio que sufre el protagonista  Jean Valjean. 

Con un filosofía destacable y mostrándose como un gran ejemplo de vida, el autor nos presenta la belleza del ser humano en su más pura e idealista forma. Jean Valjean, despreciado y discriminado por la sociedad debido a su "pase amarillo" deja de creer en la bondad y llena su alma de rencor y deseos de venganza. Pero se cruza con este héroe espiritual que causará el quiebre de la oscuridad para dar inicio a un relato acerca de un hombre renovado.

 El obispo dejó que Valjean durmiera en su casa cuando fue liberado de la prisión, sin embargo, le robó cubiertos de plata. Fue capturado, pero Myriel lo protege diciendo que eran suyas. Además, le da unos candelabro a la vez que declara la frase que le perseguiría por el resto de su vida:

 "Yo compro vuestra alma, y al hacerlo, la libro de las negras ideas y del espíritu de perdición para consagrarla a Dios".

En esta frase de Monseñor Myriel podemos notar la importancia del lugar que ocupaba el "Espíritu" dentro del romanticismo literario. Pues se consideraba al hombre como un ser imperfecto e incapaz de lograr ciertos cambios o alcanzar determinados objetivos, sin embargo la figura astral de espíritu representaba una idea de infinidad y perpetuidad del hombre. Todo aquello que le era imposible al ser humano, le era posible a su espíritu, ya que dicha entidad era capaz de sobrepasar las fronteras del tiempo y del espacio. De hecho, cuando encarcelan a un inocente creyéndole Jean Valjean, nuestro protagonista duda entre una vida en la tierra con tranquilidad o una eternidad que condenara su alma y su espíritu. Pesándole como mucho más importante la "salvación" de éste último.

El siguiente aspecto importante que se devela acerca de los pensamientos de nuestro autor, se revelan en el accionar del obispo con respecto al hospital, pues al llegar a su diócesis se encontró con que el ocuparía un amplio y ventilado palacio mientras que el hospital de los enfermos era un lugar pequeño en donde estos vivían hacinados. Consciente de aquello, citó en su palacio al director del hospital y le dijo:

“Mirad, señor director, aquí evidentemente hay un error. En el hospital sois veintiséis personas repartidas en cinco o seis pequeños cuartos. Nosotros somos aquí tres y tenemos sitio para sesenta. Hay un error, os digo; vos tenéis mi casa y yo la vuestra. Devolvedme la mía, pues aquí estoy en vuestra casa.”

Dicha expresión dada por el religioso es una clara crítica a la desigualdad social que se vivía en la época, dónde la distribución de los bienes y riquezas no obedecía a verdaderas necesidades sino a meras ocupaciones de jerarquía político-religiosa. Aún hoy es observable (y, sobre todo reprochable) la bochornosa acumulación de riquezas infructuosas en el vaticano.

Finalmente, es destacable mencionar el lugar de importancia que ocupaba el conocimiento durante este periodo, con un guiño a este hecho, el obispo enseña a sus compañeras de vida:

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