El Cid Campeador
Enviado por Mel128 • 11 de Mayo de 2014 • 347 Palabras (2 Páginas) • 409 Visitas
Héroes medievales
( anónimo en versión de Ruth kaufman y franco vaccarini)
El Cid Campeador
Personajes:
El Cid Campeador: Rodrigo Díaz de Vivar, personaje virtuoso, con piedad religiosa y amor por la familia, valeroso e inteligente guerrero. Se nos presenta como un gran héroe que supera su destierro haciendo lo posible y lo imposible por volver a gozar de la confianza del rey, además de reparar la deshonra que sufren sus hijas a manos de los infantes de Carrión y ganar grandes fortunas y tierras. Su principal valor es la búsqueda del honor.
El rey Alfonso: En un principio, destierra al Cid de Castilla, pero a lo largo del relato, se va dando cuenta de que, en realidad, es un buen vasallo, y lo perdona. Él es el rey y, por tanto, la máxima autoridad. Todos los habitantes de su reino deben obedecerlo si no quieren ser expulsados del país. Pero, en definitiva, intenta que siempre se haga justicia.
Doña Jimena: Es la mujer del Cid Campeador. Apoya en todo a su marido porque lo admira.
Doña Elvira y Doña Sol: hijas del Cid y de Doña Jimena.
Ayudantes y seguidores del Cid :
Álvar Fañez Minaya: El “Minaya” es una persona que le ofrece ayuda al Cid. Le ofrece la compañía de amigos y vasallos para que pueda abandonar el reino de Alfonso VI. En sus viajes con el Cid, era el encargado de enviar los mensajes para el Rey.
Martín Antolinez: El “Burgalés” es la persona que le da su pan y su vino antes de la salida del reinado de Alfonso. Les abastece y por la mañana se ofrece a ir con el Cid a la guerra.
Pedro Bermúdez: El “Mudo” lucha junto al Cid frente a Don Fernando (infante de Carrión). Es primo-hermano de las hijas del Cid, Doña Sol y Doña Elvira, y por tanto sobrino del Cid. Era el que siempre llevaba la enseña (insignia, estandarte o bandera militar).
Raquel y Vidas: Eran judíos prestamistas. Martín Antolinez, en secreto, les dijo que el Cid necesitaba guardar 2 arcas llenas de oro y plata, pues no podía llevárselas al destierro. Se creía que el
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