EL CID CAMPEADOR.
Enviado por agustinasm • 20 de Noviembre de 2016 • Reseña • 3.525 Palabras (15 Páginas) • 558 Visitas
EL CID CAMPEADOR
PERSONAJES
- RODRIGO DÍAZ DE VIVAR: mejor conocido como el Cid Campeador (doctor o señor de los campos de batalla). Tenía espaldas anchas, hombros cuadrados y manos grandes y huesudas. Su casa quedaba en VIVAR, a pocas leguas de Burgos, en el reino de Castilla. Su vida era montar y guerrear, a todo peligro sabía hacerle frente. Sus dotes guerreros siempre lo habían destacado
- MINAYA ÁLVAR FAÑEZ: era de voz clara, como claros sus pensamientos. Siempre expresaba el sentimiento de los hombres del Cid como si fueran uno solo. Era primo hermano del Cid. Era la mano derecha, el mensajero y el representante del Cid ante el rey.
- ALFONSO VELLIDO:
- MARTÍN ANTOLÍNEZ, EL BURGALÉS CUMPLIDO: era leal y de rápidas decisiones. Fue el compañero desde un principio del destierro del Cid y estuvo con él en todas las batallas. Engañó a los judíos.
- RAQUEL y VIDAS: judíos, prestamistas.
- URRACA: hermana de Sancho y Alfonso, reina de Zamora. Imploró por la libertad de Alfonso cuando Sancho lo tenía prisionero.
- ELVIRA y SOL: las hijas del Cid. Su mamá era DOÑA JIMENA, la esposa del Cid.
- ABAD DON SANCHO: era el monje principal a cago del monasterio de San Pedro de Cardeña donde se encontraban las hijas del Cid.
- PEDRO BERMÚDEZ: era sobrino del Cid, a quien muchos llamaban el Mudo porque las palabras salían lentas y trabadas de su boca. Fue el portador de la insignia en la batalla contra los Moros.
- TAMÍN: rey de Valencia.
- RAMÓN BERENGUER: conde de Barcelona.
EL CID CAMPEADOR
Rodrigo Díaz de Vivar, mejor conocido como el Cid Campeador había sido desterrado. Así que partía de la ciudad de Vivar con un grupo de hombres camino al destierro. Junto al pecho, debajo del jubón llevaba la carta con la firma del rey Alfonso (su señor) cuyo mensaje era una orden de destierro y tenía nueve días para abandonar por siempre las tierras de Castilla, de lo contrario, cumplido el plazo sería atacado por el ejército del rey.
Antes de partir, Rodrigo se reunió con sus parientes y vasallos, les contó lo sucedido y le preguntó si ellos lo querían acompañar o no. Minaya Alvar Fañez, siendo la voz de todo el grupo comunicó que lo seguirían.
{Las causas del destierro del Cid se remontan a su adolescencia. Rodrigo se había crido en la corta del rey Fernando, padre de Alfonso a pesar de que no corría sangre noble por sus venas. Fernando lo había elegido como amigo de Sancho, su hijo mayor. Cuando Sancho y Rodrigo, que se hicieron buenos amigos salían de caza, Alfonso siempre se quedaba en el castillo, e incluso habían combatido y en la batalla de Coimbra, en la cual vencieron al rey moro de Granada. Pero, los verdaderos problemas habían empezado con la muerte del rey Fernando, quien no respetó la ley del mayorazgo y repartió el reino entre sus cuatro hijos: a SANCHO, le dio CASTILLA // a ALFONSO, le dio LEÓN // a Elvira, la CIUDAD DEL TORO y a URRACA, le dio ZAMORA.
Los hermanos no se contentaron con aquella decisión. Sancho quería todo, tal como lo mandaba la ley de entonces así que Sancho y Alfonso se enfrentaron. Con el consejo del Cid, Sancho venció a Alfonso al atacar el campamento por la madrugada y entonces se quedó con los reinos de Castilla y León. A Alfonso lo sacaron de la iglesia donde se había asilado y lo llevaron prisionero a Burgos, más tarde por pedido de Urraca lo liberaron con la condición de que deje el reino y se haga monje.
Sancho, ya rey de León y Castilla tomó la ciudad de Toro y puso cerco a Zamora, pero la ciudad de su hermana resistía valientemente el cerco. Alfonso, quien se había escapado del monasterio, ofreció ayuda para vencer la ciudad que no se rendía. Dijo que les señalaría un sitio por donde atravesar la muralla, con la condición de que vayan a ese lugar de madrugada, él y Sancho, nadie más. El Cid quien temía que algo malo pasara los siguió y de lejos vio como Sancho caía asesinado.}
Así, el reino de León coronó rey a Alfonso, Zamora quedó en manos de Urraca y luego de que las cortes se reunieran en Burgos para discutir quien debía reinar sobre Castilla y de que el Cid propusiera a Alfonso como rey ya que el llevaba la sangre del rey Fernando en las venas y después de que Alfonso jurara tres veces al Cid que no había matado a su hermano, Alfonso, se convirtió en rey de Castilla y el Cid, en su vasallo. “la jura de Santa Gadea”
{También se rumoreaba, que el Cid se había quedado con plata del rey Alfonso después de haber ido a cobrar el tributo en la ciudad de Sevilla y que esa era la causa del destierro.}
Sesenta hombres a caballo atravesaron la muralla de piedra de la ciudad de Burgos en el camino del destierro del Cid, pero las callejuelas se encontraban desiertas pues tal como se lo había comunicado una chiquilla de nueve años, el rey Alfonso había mandado una carta en la que prohibía al pueblo de Burgos darle cualquier tipo de ayuda al Cid, o de lo contrario le quitaría casa, tierra, animales y también los ojos.
Al salir de la ciudad de Burgos, en un arenal, junto al río Arlanzón levantaron las tiendas en ayunas pero cuando ya era de noche cerrada, un hombre se les acercó con varias mulas cargadas de alimentos, viandas y vino. Era Martín Antolínez quien había llegado para unirse al destierro.
Como necesitaba plata, Martín Antolínez le propuso al Cid que fueran a ver a los judíos Raquel y Vidas, que trabajaban de prestamistas. El trato fue hecho por Martín Antolínez, en absoluto secreto. Él le dijo a los prestamistas que el Cid necesitaba guardar dos arcas llenas de oro y plata que no podía llevarlas al destierro y a cambio pedía seiscientos marcos en monedas. Lo cierto es que si bien las arcas eran muy pesadas, estaban llenas de arena y no se sabe si algún día el Cid les devolvió a los judíos el dinero.
Antes de partir al destierro, el Cid quiso despedir de su esposa Doña Jimena, y de sus hijas Elvira y Sol, que se encontraban en el monasterio de San Pedro de Cardeña. Allí también, le entregó al abad don Sancho ciento cincuenta marcos, cincuenta para el monasterio y cien para servir a doña Jimena y a sus hijas sin reparar en gastos.
Martín Antolínez reunió ciento quince jinetes más tras cruzar el puente de Arlanzón que buscaban unirse a las mesnadas del Cid.
Siguieron el camino rumbo al destierro.
En la última noche en Castilla, pararon en Figueruela, a la sombra de los enebros y los olivos y alzaron las tiendas. En el sueño del Cid se le apareció el ángel San Gabriel, quien le dijo que mientras viva, todo estará de su parte. Rodrigo se despertó y tras alegrarse por el buen sueño se hizo la señal de la cruz.
LA PRIMERA BATALLA:
El blanco elegido por el Cid y Minaya Álvar Fañez para la primera batalla fue la ciudad de Castejón de Henares, ya que era la primera ciudad mora que hallaron en su camino.
La estrategia fue idea de Álvar Fañéz: mantendrían el sigilo, toda la noche emboscados y recién a la madrugada dividirían sus fuerzas y lanzarían el ataque. El Cid, al mando de cien caballeros entraría en la ciudad por la retaguardia y Minaya con doscientos iría en algara asolando los campos en un gran radio de acción que llegaba hasta la zona de Alcalá.
Todo Castejón quedó en manos del Cid y desde las torres, sus centinelas vigilaban los campos. El primer castillo importante tomado por el Cid y sus hombres fue Alcocer, en donde al instalarse se hicieron servir por los moros. Todos los lazos de amistad y vasallaje estaban siendo trastornados por el Cid quien sometía a tributos a las ciudades que ya tenían un señor y robaba en las algaras animales y cosechas.
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