ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Comendador Fernán Gómez se ha ausentado de Fuenteovejuna


Enviado por   •  14 de Septiembre de 2015  •  Síntesis  •  3.325 Palabras (14 Páginas)  •  265 Visitas

Página 1 de 14

FUENTE OVEJUNA

Autor: Lope de Vega

Adaptación de: Álvaro Acosta, Juan Diego Baca, Marianna Chávez, Renato Farías, Danitza Gil.

ACTO PRIMERO

ESCENA I

El Comendador Fernán Gómez se ha ausentado de Fuenteovejuna, con rumbo a Ciudad Real para tomarla en favor del rey Alonso de Portugal, traicionando así el mandato de los Reyes Católicos. Están Laurencia y Pascuala en algún lugar del pueblo de Fuenteovejuna

LAURENCIA: Que el comendador nunca volviera

PASCUALA: Anda ya.

LAURENCIA: ¿A qué efecto fuera bueno querer al Comendador yo? ¿Casarme yo con él?

PASCUALA: No.

LAURENCIA: ¡Cuántas mujeres en la villa caminan hoy deshonradas!

PASCUALA: Escapate de su mano.

LAURENCIA:  Flores  y Ortuño, aquel de hombre excusa, me ofrecieron una blusa, dos collares y un copete.

PASCUALA: Y yo sospecho que te van a engañar.

LAURENCIA: ¿A mí?

PASCUALA: Sino es a ti, a quién? al cura?

LAURENCIA: Soy joven y testaruda. Celosas debemos de ser.

PASCUALA: Tienes razón; pues así los hombres son: cuando nos conocen somos su amor, su todo. Pero luego vuelven a sus cacerías.

LAURENCIA: No fiarse

PASCUALA: Lo mismo digo.

ESCENA II

Llegan Frondoso, Barrildo y Mengo.

FRONDOSO: Con Dios como mi testigo, eres, Barrildo.

BARRILDO: Aquí están quienes dirán si estoy cuerdo.

MENGO: Hagamos un acuerdo, si confiáis en mí, me dé cada cual la prenda.

BARRILDO: Digo que sí. Si pierdes, ¿qué darás?

MENGO: Apostaré mi laúd, vale más que tu virtud, porque yo lo estimo.

BARRILDO: Soy contento.

FRONDOSO: Pues lleguemos. Dios os guarde damas.

LAURENCIA: ¿Damas, Frondoso, nos llamas?

FRONDOSO: Andar al uso queremos

LAURENCIA: ¿Qué nos has traído?

FRONDOSO: Oye, por tu vida.

LAURENCIA: Di.

FRONDOSO: Escuchame

LAURENCIA: ¿Prestado? Mejor les doy ahora el mío.

FRONDOSO: En tu discreción confío.

LAURENCIA: ¿Qué es lo que habéis apostado?

MENGO: Que nadie tiene más amor que a su misma persona.

PASCUALA: Tú mientes, Mengo, y perdona; porque ¿ Es materia el amor?

MENGO: ¿Qué es amor?

LAURENCIA: Es un deseo de hermosura.

MENGO: Esa hermosura ¿por qué el amor la procura?

LAURENCIA: Para gozarla.

MENGO: Pero ese gusto que intenta, ¿no es para él mismo?

LAURENCIA: Es verdad.

MENGO: Pues de ese modo no hay amor, sino el que digo.

LAURENCIA: Da gracias Mengo que te hicieron sin amor.

MENGO: ¿Tu amas?

LAURENCIA: Mi propio honor.

FRONDOSO: Dios te castigue con celos.

BARRILDO: ¿Quién gana?

PASCUALA: Con la cuestión podéis ir al sacristán, porque él o el cura os darán bastante satisfacción. ¿Cómo daremos sentencia?

FRONDOSO: ¿Qué mayor que ese desdén?

FLORES: Dios guarde a la buena gente.

PASCUALA: Este es del Comendador criado.

LAURENCIA: Y de acosos ¿De dónde viene?

FLORES: ¿No me veis a lo soldado?

LAURENCIA: ¿Viene don Fernando acá?

FLORES: La guerra se acaba ya, nos ha costado alguna sangre y amigos.

FRONDOSO: Contadnos cómo pasó.

FLORES: El Comendador a todos con brazo fuerte. En pocos días se rinden y el señor los manda a triturar, destrozar, quemar y decapitar.

COMENDADOR: Villa, yo os agra dezco justamente el amor que me habéis aquí mostrado.

ESTEBAN: Fuente Ovejuna le otorga un pequeño presente a usted.

COMENDADOR: Estoy muy agradecido. Vayan con Dios.

ESTEBAN: Ea, cantores, vaya otra vez la letrilla

COMENDADOR: Esperad vosotras dos.

LAURENCIA: ¿Qué manda su señoría?

COMENDADOR:¡Desdenes el otro día, pues, conmigo! ¡Bien, por Dios!

LAURENCIA: ¿Habla contigo, Pascuala?

PASCUALA: Conmigo no, ¡irte ahuera!

COMENDADOR: Contigo hablo. ¿No eres mia?

PASCUALA: Sí, señor; pero no para esos casos

COMENDADOR: Entra, no tengas miedo

LAURENCIA: Si los alcaldes entraran entraría, más si no...

COMENDADOR: Flores...

FLORES: Señor...

COMENDADOR: ¿Qué hacen que no hacen lo que les pido?

FLORES: Entra, pues.

LAURENCIA: No nos agarre.

FLORES: Entra; que eres necia.

PASCUALA: Entra que harás lo que quieras

FLORES: Entra, que les quiero enseñar lo que trae de la guerra.

COMENDADOR: Si entraran, Ortuño, cierra.

LAURENCIA: Flores, déjanos pasar.

ORTUÑO: ¿También vienen presentadas con los demás?

PASCUALA: ¡Bien! Desvíese, no le dé...

FLORES: Basta; que son extremadas.

LAURENCIA: ¿Señor, no le basta con toda esta carne?

ORTUÑO: La tuya es la que le agrada

LAURENCIA: Reviente de mal dolor.

FLORES: ¡llevamos un buen recado!

ORTUÑO: Quien sirve se obliga a esto.

ESCENA III

En el arroyo Laurencia y Frondoso.

LAURENCIA: Presta atención a lo que digo, Frondoso, por tus amabilidades el pueblo murmura, que me miras y te miro, y todos nos traen sobre ojo. Dicen que somos el uno para el otro

 FRONDOSO: Tal me tienen tus desdenes, y tu desplante orgulloso que mi tierna juventud, pronta se torna en otoño. Sabes que mi sueño es ser tu esposo.

LAURENCIA: Es que yo no se.

FRONDOSO: ¿Es posible que no sientes nada? ¿Es posible tanto odio, tu hermoso rostro?

 LAURENCIA: Pues aguántate, Frondoso.

FRONDOSO: Te doy yo mi corazón, para que estemos juntitos, con murmullos afectuosos luego de habernos casado.

LAURENCIA: Dilo a mi tío Juan Rojo; que aunque no te quiero bien, ya tengo algunos asombros

FRONDOSO: Pobre de mi.

LAURENCIA: Le dio antojo de cazar. Escóndete en los arbustos.

FRONDOSO: ¡Que inoportuno!

COMENDADOR: No es malo venir siguiendo a una persona y encontrarse una belleza

LAURENCIA: Aquí descansaba un poco de haber lavado unos paños

COMENDADOR: Estos menosprecios toscos insultan, Laurencia, no huyas de mí, tu señor, ya que tengo antojo de ti.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (22 Kb) pdf (152 Kb) docx (23 Kb)
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com