El Machismo Invisible
Enviado por luiscocono • 28 de Enero de 2014 • 1.490 Palabras (6 Páginas) • 600 Visitas
El machismo Invisible
De Marina Castañeda.
Universidad Nacional Autónoma de México
Introducción.
El presente trabajo tiene como eje fundamental de esgrimir un extracto del libro “El machismo Invisible” (Castañeda 2007) en el cual se destacan aspectos importantes, pero a su vez sin notoriedad en una simple panorámica, de los lugares comunes del manejo del ímpetu que se expresa en el machismo. Así mismo, enfatizamos aquellos puntos que faciliten la comprensión del texto desde la perspectiva de género, que se maneja desde el punto de vista de la autora como el del lector; como su aplicación en la vida cotidiana la manipulación de acciones para la igualdad en género.
Desarrollo.
El libro está planteado para que, a través de interactividades el lector o lectora tengan un papel activo e informativo, con ejemplos representativos de situaciones que han sucedido dentro de los esquemas de la vida social y con esto realizar un análisis de cada una de estas acciones que nos guiará por las sendas del aprendizaje y la sensibilización de género, anulando así aspectos casi desapercibidos de maltrato machista hacia las demás personas.
Uno de los resultados del libro es la construcción del conocimiento en torno a la perspectiva de género y la importancia de utilizarlo como un lente que revela aristas en las relaciones sociales y el quehacer público, plantea también los antecedentes y su relación con el feminismo y la homosexualidad, que despliega un acto de machismo, así como los procesos y mecanismos institucionales del Estado, los deberes civiles y políticos, la familia, todos estos incorporado tanto a la esfera pública, como la esfera privada.
Destaca por su importancia el enfoque que la autora da al “machismo invisible”, el cual constituye un fenómeno multidimensional, en el que se hayan implicados factores de diversa índole, y que se ve como un fenómeno transcultural por la aplicación de los mecanismos a través de los cuales se sostiene y perpetúa, las razones de su fundación, y los cambios que ha sufrido por una mutación derivada del tiempo en la sociedad. Hoy en día, el machismo invisible se basa más en el control y en la coerción psicológica que en la discriminación o en las restricciones físicas y exalta los valores masculinizados, como a la hombría, la virilidad, el poder, expresado con violencia, fuerza y ante todo, en la actitud de superioridad y dominio sobre la debilidad.
En muchas ocasiones es propiciado por una figura materna, quien asigna las tareas domésticas sólo a las hijas y no enseña a los varones a cocinar y a colaborar en sus hogares. Asimismo, es fomentado por los padres que no aceptan que sus hijos varones ayuden a sus madres en casa y que rechazan cualquier tipo de muestra de cariño. En un grado más alto, el desprecio hacia lo femenino, a causado por ciertas actitudes manifestadas hacia esa persona, o en el aspecto contrario por el simple hecho de ser “lo opuesto”.
Hoy en día el machismo invisible es un lenguaje, una concepción tan arraigada en nuestra psique, que cuesta descubrir el velo que envuelve sus mecanismos, este tipo de machismo está presente en todos los aspectos de nuestra interacción tanto de hombres con mujeres, hombres con hombres, mujeres con mujeres, etc., y que indudablemente viene desde las creencias destinadas a justificar y promover el mantenimiento de conductas percibidas tradicionalmente como masculinas y femeninas..
Su ejecución brinda para los hombres "ventajas", a corto o largo plazo, pero ejercen efectos dañinos en las mujeres, las relaciones familiares pero, paradójicamente en ellos mismos, ya que quedan atrapados en formas de relación que convierten a la mujer en su contrincante, impidiendo un verdadero vínculo con una compañera y un real sentimiento de afecto. El dominio y el control exitoso sólo obligan obediencia y genera resentimientos.
Aun los hombres con una visión de equidad pueden ejercer actos de machismo invisible, porque están fuertemente inscritos en su programa de actuación con las mujeres. Algunos actos del machismo invisible son conscientes y por fuertes formas y modos de comportamiento social.
Estos “usos y formas” no sólo se instalan en una situación desfavorable de poder hacia la mujer, sino que reafirman el papel de la masculina, asentada en la creencia de superioridad.
Mantener una posición de dominio sobre la mujer le permite al hombre mantener controlados diversos sentimientos, como el temor, la envidia, la agresión o la dependencia.
Puntualmente, estas maniobras pueden resultar naturales en las interacciones, pero su poder, devastador al ejercerse por la reiteración
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