El Merdader De Venecia. Resumen
Enviado por • 7 de Abril de 2015 • 7.740 Palabras (31 Páginas) • 187 Visitas
EL MERCADER DE VENECIA.
Resumen de toda la Obra.
ACTO PRIMERO
ESCENA PRIMERA
En una calle de la ciudad de Venecia, Italia, entran Antonio, el Mercader de Venecia, Salarino y Salanio, que son amigos suyos. Antonio se pregunta por qué se encuentra tan triste y dice no saber la sustancia ni la razón de que está hecha su desdicha. Sus amigos le dicen que esta proviene de su preocupación por sus barcos mercantes y los peligros que corren en alta mar. Antonio dice que la posible pérdida de sus riquezas no es su preocupación. Entonces le dicen que debe de estar enamorado. Antonio dice que no. Salarino le contesta que tal vez esto sea simplemente parte de su temperamento. Salanio le anuncia a Antonio que llega Bassanio, su pariente, con Lorenzo y Graciano, que ellos se marchan y le dejan en su compañía.
Entran Bassanio, Lorenzo y Graciano, otros amigos. Salarino los saluda. Bassanio les dice que están serios y que cuando podrán pasarlo bien juntos. Salarino dice que cuando gusten y se despiden. Salen Salarino y Salanio. Lorenzo le dice a Bassanio que lo dejan con Antonio, pero que no olvide llegar a la hora de cenar a su reunión. Graciano le dice a Antonio que tiene mala cara y que se encuentra muy cambiado. Antonio asiente y dice que en el teatro del mundo su papel es muy triste. Graciano le dice que represente él el papel de bufón y que vengan juntas las arrugas de la vejez con el júbilo y la risa. Se pregunta por qué un hombre sano debe de estar serio y se ríe de aquellos que tras la seriedad quieren aparentar sabiduría. Se despide de Lorenzo hasta la hora de la comida. Se despiden y salen Lorenzo y Graciano.
Bassanio dice que Graciano es el más grande charlatán de Venecia y Antonio le pregunta quién es aquella dama de la que le habló y por la que ha prometido emprender una secreta peregrinación. Bassanio le dice que por mantener su boato y por sus deudas de juventud se encuentra disipada su fortuna y debe acudir a él por ayuda. Antonio le dice que hará lo que este en su mano. Bassanio le dice que ya le debe, pero como eso está perdido, si le presta más podrá devolverle las dos deudas o al menos la segunda. Antonio le dice que no de rodeos porque afrenta al cariño que siente por él y que hable de una vez. Bassanio le cuenta que hay en Belmont una rica heredera muy bella y que varias veces a recibido de sus ojos encantadores mensajes sin palabras. Su nombre es Porcia y todos saben lo que vale, pues le llegan pretendientes de todas partes. Le pide su ayuda para conquistarla. Antonio le dice que toda su fortuna está en el mar, pero que averigüe cual es su crédito en Venecia y que está dispuesto a prestarle hasta su último centavo para que vaya a Belmont Le dice que vayan los dos a buscar ese crédito y que no duda que lo encuentren.
ESCENA II
Una habitación de la casa de Porcia en Belmont, entran Porcia y Nerissa, su doncella. Porcia le dice que su corazón está fatigado de este mundo. Nerissa le dice que no tiene razones para estar así, a menos que fueran tantas sus desdichas como sus prosperidades, pues ya sabe que tan desgraciados son los que mucho tienen como los que todo les falta. Porcia dice que la pasión salta por encima de la razón, pero este razonamiento de nada le vale para escoger esposo, pues no puede escoger a quien le agrade, ni rehusar a quien deteste, pues su voluntad se haya doblegada por la voluntad de su padre muerto. Nerissa dice que los hombres sabios tienen en la muerte nobles inspiraciones y que la lotería que inventó con los tres cofres, de oro, de plata y de plomo (en virtud de la cual el que adivine su pensamiento obtendrá su mano) no será comprendida sino por un hombre que la ame rectamente.
Nerissa le pregunta entonces cual es su afecto por los pretendientes. Nombra al príncipe napolitano, al conde palatino, a monsieur Le Bon el francés, al joven varón de Inglaterra Faulconbridge, al lord escocés, al alemán sobrino del duque de Sajonia y para todos Porcia muestra desprecios y defectos. Nerissa le recuerda que si a alguno se le ocurriera escoger el cofre bueno debería de aceptarlo como esposo. Le dice que de todas formas no se preocupe pues los pretendientes le han informado que regresan a sus países para ya no importunarla con sus demendas. Porcia se alegra de tal noticia y Nerissa le pregunta si se acuerda de un veneciano, a la vez literato y soldado, que en tiempos de su padre vino con el marqués de Monferrat. Sí, era Bassanio, contesta Porcia. Nerissa lo alaba y Porcia la secunda.
Entra un criado y le anuncia que los cuatro extranjeros vienen a despedirse de ella y que llega el correo del príncipe de Marruecos para anunciarle su llegada. Porcia se lamenta de la llegada de otro pretendiente y salen.
ESCENA III
Una plaza pública en Venecia. Entran Bassanio y Shylock. Bassanio quiere que le preste tres mil ducados por tres meses y que Antonio será su fiador. Shylock parece estar de acuerdo. Dice que Antonio es solvente, aunque sus negocios marítimos son peligrosos, sus recursos son hipotéticos. De todas formas es solvente y piensa que puede aceptar su pagaré. Bassanio le dice que seguro que puede y Shylock le dice que lo reflexionará y pregunta si puede hablar con Antonio. Bassanio lo invita a comer con ellos y él se niega, puede hacer negocios con ellos, pero no comer con ellos (por ser judío y no comer cerdo, etc.) Pregunta por las noticias del Rialto (bolsa o cámara de comercio) y quién llega allí.
Entra Antonio. Shylock aparte murmulla contra Antonio, al que odia por cristiano, pero más por prestar gratis, dice que si puede alguna vez se vengará de él, pues odia a su nación (judíos) y se burla de él y lo llama usurero allí donde se reúnen los mercaderes. Bassanio le dice que ahí llega Antonio y Shylock anuncia que no tiene tal suma, pero se la prestará Tubal, un rico hebreo. Le pregunta a Antonio por cuantos meses quiere que se la preste. Antonio dice que él no acostumbra ni a prestar ni a tomar prestado con la condición de dar o recibir más de lo tomado a préstamo o prestado, pero ahora lo hace por su amigo. Antonio dice que por tres meses y Shylock dice que le parece haber oído que ni pide ni presta a interés. Entonces le cuenta la historia de Jacob, familia de Abraham, cuando llevaba a pastar los rebaños de su tío Labán. Antonio le dice que a qué viene ahora la historia de Jacob y le pregunta si prestaba a interés. Shylock dice que no, pero Labán le había dicho que tomara los recentales (corderos de leche) listados y moteados, en concepto de salario. Cuando llegaba la época de apareamiento les presentaba Jacob a las ovejas unas cortezas de árbol y entonces ellas parían corderos de todos los colores, produciéndole una gran ganancia. Ésta fue bendecida, pues toda ganancia es bendición cuando no se roba. Antonio le dice que eso es una casualidad debida
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