El Mestizaje
Enviado por cinthyayadir • 22 de Octubre de 2013 • 2.106 Palabras (9 Páginas) • 324 Visitas
El Mestizaje
A lo largo de este capítulo José Vasconcelos nos expone el inicio de la civilización, cómo se constituyó, su geografía y quienes la anidaban, la comunicación entre los cinco continentes que constan y los vestigios que quedo de aquellas culturas que hoy podemos admirar en las pirámides de Egipto, las zonas arqueológicas de México, la muralla China, etc. Así mismo compara a los cuatro pilares de las razas de seres humanos, se asombra con sus cualidades, las estudia y las entiende. Tenemos entonces los cuatro troncos: el negro, el indio, el mongol y el blanco. Este último después de organizarse en Europa, se ha convertido en dominador del mundo y se ha creído llamado a predominar, lo mismo que lo pretendieron otras razas, cada una en la época de su poder. Es claro que la intrusión del blanco será también temporal. El blanco ha puesto en situación de que todos los tipos y culturas puedan fundirse: La civilización conquistada por los blancos, organizada por nuestra época, ha puesto las bases materiales y de moral para la unión de todos los hombres en una quinta raza universal.
En el trópico es donde se integrara la quinta raza ya que existen las condiciones más recomendables para ello; la extensión territorial es enorme, posee grandes recursos naturales, superficie cultivable fértil, agua y buen clima, lo anterior en época en que escribió el libro Vasconcelos ya que en nuestros días podemos observar que el hombre en cualquier lugar del mundo ha destruido a la naturaleza, en consecuencia el clima y las condiciones ambientales declinan al grado que científicos ya advierten todo lo espantoso que será en algunas décadas, tal vez menos.
Las relaciones humanas es uno de los factores más importantes para la consumación de esta raza, en donde a través del gusto se elegirá a la pareja con el fin de no excluir y acaparar vida. De acuerdo a lo anterior existen tres estadios para preferir al compañero: el material o guerrero, el intelectual o político y el espiritual o estético. No será el mismo gusto simple con el que hoy se rige la sociedad, será un gusto sofisticado, por lo que los vástagos recesivos según Vasconcelos ya no se unirán entre sí, sino a su vez irían en busca de un mejoramiento rápido o extinguirían voluntariamente todo deseo de reproducción física, la conciencia misma de la especie irá desarrollando un mendelismo astuto, que se vea libre de apremio físico, de la ignorancia y la miseria, y de esta suerte, en muy pocas generaciones desaparecerán las monstruosidades. Esta idea sinceramente me parece descabellada, no tiene un fundamento bien encausado, para empezar la belleza es relativa, no podemos hablar de monstruos y príncipes, el gusto del ser humano no es así, el gusto del ser humano va encausado a la reproducción y por muy vástago, según el autor, que pueda parecer una persona, nunca perderá el instinto de unirse con otro ser y reproducirse ya que eso es ir contra la naturaleza del ser humano. Si la reproducción dependiera de la belleza ya nos hubiéramos extinguido.
Hablar de la cultura de los disímiles pueblos, soberanía nacional, conquistas y descubrimientos, quién conquistó a quién, qué raza fue primero y cuál después podemos dejárselo a los historiadores ya que meterse en ello no me parece muy productivo. En realidad cada pueblo se inventa su historia y sus héroes, esos personajes que en aquello época fueron llamados revoltosos como hoy mucha gente llama al inconforme.
Respetar a todos los seres humanos por igual es lo que debería hacer todo el mundo, sin que existan fronteras, sin que existan colores, sin que existan razas. El hombre no nació para ponerse obstáculos así mismo y sin embargo lo hizo comprando una ideología de patriotismo, uno no debe amar a su territorio sino a su gente y aun así ni su gente le pertenece, menos el territorio. Todo el mundo es soberano cuando le conviene y cuando necesita de ayuda se le olvida ese impedimento que él ha creado.
Eso de extrañar y la nostalgia no son ciertos, no se extraña un país, se extraña el barrio acaso, pero el barrio también se extraña si te mudas a unas cuadras, el que se siente un patriota y que cree que pertenece a un país es un terco mental, la patria es un invento, no tenemos nada que ver con mucha gente, a tus amigos si los extrañas, a tu familia la extrañas, pero eso se pasa.
Cuando uno tiene la oportunidad de salir de su país, sobre todo un país como México, debes aprovecharla, es un país donde no se puede vivir. Si piensas que puedes hacer algo para cambiarlo y lo intentas, los mexicanos te dicen necio, revoltoso y te patean, los que se quedan con el poder no van a permitir que lo cambies, viene la democracia, las cuentas no cuadran y otra vez a aguantarse a luchar para sobrevivir y encima te dicen que todos tenemos la culpa pero hay que reconocer que son bastante inteligentes y saben trabajar a largo plazo.
Creo en el mestizaje, vengo de una raza mestiza, pero no creo en una raza cósmica como la plantea José Vasconcelos, no creo en una unificación de criterios, el hombre es el lobo del hombre dice Thomas Hobbes, siempre uno con un paso por delante del otro. Pero aunque me duele México por su ignorancia, su hambre, me duele que el que se pasa la vida trabajando es quién tiene que aceptar su derrota, no podemos dejarnos vencer ni en México, ni en el mundo, ni en donde quiera que estemos ya que lo único que nos queda es la esperanza. Sin embargo a oídos necios, palabras sordas. [1]
Brasil
Río de Janeiro
En el día de año nuevo de 1502 el navegante portugués Gaspar de Lemos entró con su barco en una bahía cuyo nombre nativo sigue siendo hoy Guanabara en la costa brasileña. En el idioma portugués de la época, las bahías también eran llamadas "ríos" o "rías," por lo cual él la denominó Rio de Janeiro.
“Entrar en la esencia de una gran ciudad es una tarea complicada y fascinadora; se necesita una sensibilidad instantánea, una telepatía para recibir a un tiempo muchos mensajes. Penetramos en los senderos nuevos, enlazamos analogías, nos remontamos a los antecedentes, abarcamos el conjunto, adivinamos mil proyecciones y perseguimos en el ambiente una intima esencia creada por el roce y el ansia de las almas particulares; esencia que si no se define del todo, sí se insinúa a cada instante, en el
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