El Mundo De Las Cosas Extrañas

“El mundo de las cosas extrañas”

¬-Shahen Hacyan

El autor nos da un recorrido sobre la historia de la mecánica cuántica, empieza diciendo que la teórica cuántica no es fácil expresarla de manera sencilla, pero por más incomprensibles que sean sus principios, funciona estupendamente.

La mecánica cuántica surgió para tratar de explicar fenómenos relacionados con los átomos y la luz, y nació en 1900 gracias a que Max Planck trato de explicar la luminosidad de los cuerpos calientes. Después el joven Albert Einstein retomo su teoría diciendo que la luz está constituida por partículas de energía pura como lo había dicho Planck.

Niels Bohr propuso en 1913 un modelo atómico que explicaba muy bien la emisión de luz de los átomos de hidrógeno, basándose en los trabajos de Planck y Einstein. La formulación matemática de la mecánica cuántica tomó su forma definitiva en 1926, con los trabajos de Werner Heisenberg y Erwin Schrödinger. Al tratar de explicar con palabras fenómenos atómicos se entra en situaciones paradójicas hasta que empezó a tomar forma la interpretación de Copenaghe propuesta por Bohr.

Hacyan también nos menciona el “principio de superposición” el cual dice que antes de observar un átomo ese se encuentra en todos sus estados posibles y al ser observado se manifiesta solo en uno y los demás desaparecen instantáneamente. Nos pone de ejemplo que es como lanzar una moneda no se sabe que caerá, pues en el principio de superposición no se tiene ninguna certeza de en qué estado observaremos al átomo. Einstein, al contrario de la interpretación de Copenaghe, pensaba que las propiedades físicas de un átomo si tienen realidad fisca ya que no depende de la intervención humana.

Después nos trae a la escena a Erwin Schrödinger con su famosa paradoja del gato planteada como un “experimento imaginario”. Supongamos, dijo Schrödinger, que colocamos un átomo de una sustancia radiactiva en una caja junto con un detector Geiger. Al desintegrarse el átomo, el detector activa un mecanismo que rompe una botella de vidrio llena de un gas venenoso. Coloquemos un gato vivo en la caja. Según la interpretación de Copenhague, antes de que se observe lo que sucede en la caja, el núcleo radiactivo está en dos estados simultáneamente: ya se ha desintegrado y todavía no se ha desintegrado. En consecuencia, el felino también está en dos estados: vivo y muerto simultáneamente... mientras nadie lo observe. Esto nos planteas el término de coherencia cuántica.

El punto final de la lectura llega cuando entramos al tema de las computadoras cuánticas, y comienza hablando sobre los transistores, los cuales han llegado a ser tan pequeños, que en unos años serán de unas cuantas moléculas.

En la computación la unidad de almacenamiento es el “bit”, para la cuántica es el “qubit”, el gran problema de la computación cuántica

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