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El ejemplo de un padre


Enviado por   •  18 de Octubre de 2012  •  Ensayo  •  1.253 Palabras (6 Páginas)  •  487 Visitas

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El ejemplo de un padre

En cierta ocasión mi padre me conto la historia de una niña a la que llamaremos Ana. Mamá, ¿Por qué le cortas los extremos a la salchicha para freírlas?, pregunto Ana. Porque así le hacia mi mamá, contesto su madre, entonces inquieta, fue donde la abuela y le hizo la misma pregunta, ¿Por qué le cortabas los extremos a las salchichas para ponerlas al sartén?, porque así le hacia mi madre contesto la abuela de Ana. Muy sorprendida entonces se dirigió con su bisabuela y le hizo la misma pregunta, ay mi niña, te voy a contar dijo su bisabuela; cuando yo era joven como tu madre, los sartenes que teníamos eran muy chicos y como las salchichas no cabían enteras, pues teníamos que cortarles los extremos para que entraran bien.

Podríamos escribir todo un libro para argumentar sobre la educación y formación del carácter de los hijos, sin embargo a pesar de toda la teoría que podría recibir un padre, no bastaría como instrumento para trasmitir y ofrecer una buena educación para los hijos. La instrucción verbal que se hace a un hijo o hija no es tan importante como la impresión que se crea en ella con la actitud que se da el mensaje. Los padres tienen la gran responsabilidad de formar a sus hijos, la corrección, la disciplina, los valores, los principios morales y religiosos, todos estos se impregnan en el carácter de los pequeños en el hogar, es allí donde el pequeño aprende a caminar y a hablar entre otras cosas.

También es en el hogar donde se siembran los malos hábitos: la mentira, el odio, el rencor, las malas palabras, la intemperancia, la agresividad, todos estos y algunos otros, no porque se le enseñe en palabras a portarse de tal modo.

Son las acciones, por muy pequeñas que estas sean, las que enseñan a los hijos ya que crean una imagen difícil de borrar en la mente de ellos. Un padre que le dice a su hijo que no mienta porque mentir es malo, pero cuando tocan a la puerta y le dice, abre y di que no estoy, está dibujando una pequeña imagen en su hijo, no porque el niño no comprenda que mentir es realmente malo, sino porque se le demostró lo contrario. La más grande enseñanza que se puede dar es aquella que se predica con el ejemplo, de nada sirve decir tanto y enseñar tan poco.

Los malos hábitos vistos en la adolescencia y juventud, incluso en muchos casos desde la infancia, no son producto de aprendizajes espontáneos o de prácticas recientes, son imágenes guardadas desde muy temprana edad, actitudes y comportamientos vistos en los padres mismos que surgen a una edad indefinida.

La educación y la formación del carácter de los hijos, comienzan en el hogar, no son los maestros o la maestra, son los padres los primeros en instruirlos, ya lo dijo el sabio Salomón en el libro de proverbios 22:6 “instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Cuando los niños están aprendiendo a caminar, necesitan la ayuda de alguien; sus padres, es a este tipo de instrucción que se refiere salomón ya que no se deja a un hijo que está intentando caminar, de ser así caería, sentiría miedo y no lo volvería a intentar. De la misma manera pasa en la educación, hay que estar pendiente del pequeño en su preparación.

Muchos padres y maestros se preguntan porque los jóvenes y/o adolescentes son como son, no se pueden explicar las razones, aunque sean obvias, lo que no se dan cuenta es que han sido ellos mismos los modelos

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