El marica y las mujeres de Lemebel

El marica y las mujeres de Lemebel

La siguiente crítica literaria se funda en un análisis de la obra de Pedro Lemebel, Tengo miedo torero  y el vínculo que existe con el actual contexto de estallido social que está viviendo Chile. El foco de esta interpretación se centrará en dos importantes grupos disidentes de nuestra sociedad, que son las mujeres y los homosexuales, comunidades que han se han levantado en la lucha por la igualdad y la dignidad.

        Esta obra es la primera del autor, su columna vertebral es la historia de amor entre los personajes de La loca del frente, quien es un hombre gay afeminado, y Carlos, un joven militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez quien se encuentra preparando un atentado contra Augusto Pinochet, cabeza de la junta militar que gobierna Chile luego del golpe militar ocurrido en 1973. En paralelo se nos relata la vida cotidiana del militar y su esposa Lucía Hiriart, contandonos episodios como la relación de estos con el estilita Gonzalo Cáceres y la coronación de Cecilia Bolocco como reina del Miss Universo. Pedro Lemebel nos cuenta en su novela estas dos historias de forma alternada, las que nos muestran dos caras de una misma moneda, pero que nos permite ahondar en la intimidad de los personajes. Al momento de la lectura somos testigos de la construcción del atentado contra Augusto Pinochet y la relación homosexual de nuestros personajes principales, todo en un entorno sociocultural bastante complejo, en que se vive el toque de queda y hay militares en las calles.

Para analizar la realidad de las minorías sexuales, nos centraremos en la figura del personaje de la Loca del frente, quien representa como los hombres homosexuales, que rompían con los cánones establecidos de la sociedad sobre la masculinidad y sufrían las consecuencias de aquello. Hay un episodio en que el personaje recuerda su infancia y el trato que recibió de parte de su padre, lo cual ilustra la posición que hay sobre la homosexualidad en la época y que queda plasmado en la siguiente cita: “Su nervioso corazón de ardilla asustada al grito paterno, al correazo en sus nalgas marcas por el cinturón reformador. El decía que me hiciera hombre, que por eso me pagaba, Que no quería pasar vergüenzas, ni pelearse con sus amigos del sindicato gritándole que yo le había salido fallado” (Lemebel 15-16). En este extracto podemos ver como nuestro protagonista sufre violencia física por parte de su padre, no solo con la intención de reformar en su educación, sino que también buscaba modelar su comportamiento. Esto es reforzado aún más por la frase que dice la Loca “Yo era un cacho amariconado que mi madre le dejó como castigo, decía” (16), en la que se aprecia que tenía total conocimiento de lo que pensaba su padre de su comportamiento y que lo tomaba como una venganza de su mujer de por haber sido un mal hombre o marido.

La figura de Pinochet y la visión sobre la homosecualidad nos muestra que hay un rechazo a nivel sociocultural, lo que afirmaria los sentimientos de la Loca con la figura de su padre, el militar dice  “Eran homosexuales mujer, dos homosexuales. Dos degenerados tomando el sol en mi camino. A vista y paciencia de todo el mundo. Como si no bastara con los comunistas, ahora son los homosexuales exhibiéndose en el campo, haciendo todas sus cochinadas al aire libre” (48-49). En esta cita se refiere de manera despectiva a los homosexuales e incluso se les caracteriza como personas degeneradas, que rompen con la tradición y que están errados en su postura. Esto se refuerza sobre todo en la parte en que Pinochet descalifica que todo lo que no cumple con sus expectativas, es catalogado, como parte de un mismo grupo, un ejemplo de ello es la cita “Son puros cabros maricones que tiran piedras, cantan canciones de la Violeta Parra y leen poesías. Mire qué hombrecitos, chiquillos pollerúos que recitan poemas de amor y metralleta. Yo odio la poesía como le dije a ese periodista güevón que me preguntó si leía a Neruda” (p.137), en la que asume que tanto marxistas como homosexuales pertenecen a un mismo bando y que atenta contra todo lo que él ha intentado establecer en el país.

Además en esta época toda persona homosexual era excluido de la vida social, un ejemplo de ello es una conversación que mantienen Carlos con la Loca, en la que se preguntan por la población gay, “Los maricones pobres nunca van a la universidad lindo. Pero yo conozco muchos homosexuales que estudian en la universidad.” (p. 145), cita en la que posteriormente sabremos que esto ocurre debido a que son homosexuales que no viven plenamente su sexualidad y que muchas veces permanecen encubiertos. Esto es consecuencia, de que para la sociedad los homosexuales son dignos de marginar y que es lo que realmente pasa durante la dictadura, esto se puede apreciar en la siguiente cita “Las lágrimas de una loca huacha como ella, nunca verían la luz, nunca sería mundos húmedos que recogieran pañuelos secantes de páginas literarias. Las lágrimas de las locas siempre parecían fingidas, lágrimas de utilería, llanto de payasos, lágrimas crespas, actuadas por la cosmética de la chiflada emoción.” (p. 196), esto quiere decir que las locas, es decir, los homosexuales no tienen derechos ni privilegios en este contexto nacional, por lo que deben esconderse y comportarse como personas herterosexuales cis genero.

El otro tema relevante en el análisis es el papel de las mujeres y aquí también encontramos que se exponen dos caras de una misma moneda, ya que la primera imagen de mujer es Lucía Hiriat, esposa de Augusto el jefe de la junta militar quien es presentada  como una mujer superficial y que necesita de las apariencias para sobrevivir. Un ejemplo de esta superficialidad del personaje es la siguiente cita “En mi vida me había sentido tan mal, tan humillada por esos negros mugrientos, y todo por tu culpa de viejo porfiado” (44), esto corresponde a un episodio en que el militar y su mujer viajaron a Sudáfrica pero no fueron recibidos por las autoridades, por lo que su mujer no se cansa de hacer berrinches con respecto a la vergüenza de que nadie los haya recibido y tener que volver de inmediato al país para pasar desapercibidos, en esta frase muestra su preocupación por el qué dirán, además de su notable discriminación racial. Otro episodio que nos muestra que lo único que le importa a Lucía es el bienestar material es cuando se refiere a Gonzalo Cáceres, de quien lo ultimo que le importa es su condición sexual, puesto que el estilista le hace favores de enviarle ropa y objetos desde el extranjero e incluso está en deuda con él y le dice a su esposo que debe saldar deudas con el hombre para poder mantener esta amistad tan beneficiosa (69).

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